¿Quién escribió el mensaje oculto tras 'El Grito' de Munch?

Una investigación del Museo Nacional de Noruega descubre quién es el autor del mensaje tras el cuadro de Edvard Munch

El mensaje oculto tras el cuadro.

Alamy

Edvard Munch pintó ‘The Scream’ en 1895, y aunque muchos de sus contemporáneos le calificaran de loco, lo cierto es que ha pasado a la historia como uno de los artistas más relevantes del siglo XIX y XX. Y mucho más difícil, aún podemos identificarnos con su obra en pleno siglo XXI. Seguramente muchos nos hayamos reconocido a lo largo desde este último año como ese ser que grita desesperado en mitad de la nada.

‘El grito’ refleja la ansiedad y la angustia del ser humano, y ese era el mensaje que quiso transmitir su autor. Munch en su propio cuadro.

Él mismo contó que el cuadro fue un reflejo de un paseo por su ciudad natal, Oslo. Así lo dijo: “Caminé una noche en una carretera. Estaba cansado y enfermo. Me quedé mirando al otro lado del fiordo, el sol se estaba poniendo, las nubes estaban teñidas de rojo -como sangre-. Sentí como si un grito atravesara la naturaleza -creí oír un grito-. Pinté este cuadro, pinté las nubes como sangre real. Los colores estaban gritando".

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Su enfermedad mental le empujó a crear esta obra llena de color y angustia, y aunque pronto adquirió fama, no la valoraron como lo que es, una obra de arte. Él decidió escribir tras ella un mensaje oculto que resumía lo que todos pensaban: “Solo puede haberla pintado un loco”. Así lo asegura la última investigación realizada por el Museo Nacional de Noruega que encargó analizar con tecnología de infrarrojos las escrituras encontradas detrás de la obra creyendo que podían pertenecer al propio Munch.

Así finalmente, comparándola con sus notas y escritos y con la primera exhibición que se hizo de la obra en Oslo, se confirmaron las sospechas. **La frase pertenece al artista. **

"No hay duda de que la inscripción es de Munch. La escritura en sí y los eventos que ocurrieron cuando Munch exhibió la pintura por primera vez en Noruega apoyan esta conclusión. Tienes que acercarte bastante para ver la inscripción. Rara vez encontramos tales inscripciones en pinturas, particularmente no en una de las más famosas del mundo", señala Mai Britt Guleng, curadora que ha trabajado en el estudio del cuadro durante estos meses.

La escritura a lapiz siempre ha estado a la vista pero era muy difícil de interpretar. "Elegimos fotografiarlo con una cámara de infrarrojos para obtener una imagen más clara de la inscripción. El carbón del lápiz se destaca con más claridad y facilita el análisis de la escritura a mano", subrayó Thierry Ford, conservador de pinturas en el Museo Nacional de Noruega.

La teoría del museo plantea que la escritura la hizo después de escuchar el juicio de Scharffenberg sobre su salud mental, en algún momento de 1895 o después, es decir, posteriormente a la exposición de la obra en Kristiania.

"A Munch también le preocupaba la idea de una enfermedad hereditaria en la familia. Tanto su padre como su abuelo padecían lo que entonces se conocía como melancolía y su hermana Laura Munch había sido ingresada en el Hospital Psiquiátrico Gaustad", explica Mai Britt Guleng.

Y añade: "La inscripción puede leerse como un comentario irónico, pero al mismo tiempo como una expresión de la vulnerabilidad del artista. Escribir en la pintura terminada muestra que crear para Munch fue un proceso continuo".

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UNA REPARACIÓN EXHAUSTIVA

Desde que la obra fuera robada en 2004 (y hallada en 2006) rara vez se ha expuesto al público. La última vez fue en 2015 en el Museo Van Gogh de Ámsterdam. El motivo ha sido su deterioro a causa de la humedad.

Una investigación exhaustiva por parte del Museo de Munch y científicos italianos sobre sus daños permitirá que la obra vuelva a exponerse al público este año. La ciencia ha logrado que pueda restaurarse como ya se hiciera con algunos cuadros de Van Gogh o Matisse, que también usaban técnicas pictóricas similares.

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