Balausta: platos tradicionales con 'twist' de autor en un auténtico palacio malagueño

En un tesoro arquitectónico, reconvertido en colegio y, más tarde, en corrala, se sitúa el restaurante Balausta, cuya carta cuenta con el sello del estrella Michelin José Carlos García
Restaurante Balausta Mlaga
Palacio Solecio

El restaurante Balausta, en Málaga, ha removido emociones, tantas que, durante su inauguración, hubo lágrimas. Por supuesto que nadie ha vivido para ver el palacio en el que se emplaza a finales del siglo XVII, cuando fue construido por el empresario italiano Félix Solesio. Ni siquiera queda alguien que pueda recordar el Colegio de señoritas La Minerva que más tarde albergó, abierto en 1839.

Pero sí que están vivos aún quienes habitaron el señorial edificio a modo de corrala, que acudieron a finales de 2019 a la apertura del nuevo hotel Palacio Solecio y de su restaurante, situado precisamente en ella. Lo hicieron con los ojos empañados, al comprobar cómo volvía a la vida el antiguo patio andaluz en el que hicieron vida tras años en estado de abandono, gracias al trabajo de rehabilitación que se había llevado a cabo en la propiedad de mano del estudio Antonio Obrador.

El resultado es un lujoso y refinado restaurante en el patio que resulta a la vez acogedor, con muros de ladrillo visto, muy típicos de los palacios de la época. Los clásicos zócalos andaluces, por su parte, han sido reinterpretados con rafia para lograr un toque más innovador. Además, se han recuperado columnas del antiguo edificio, ahora restauradas, que se integran en la decoración junto con sus réplicas. 

Algunas de las columnas del patio han podido ser recuperadas

Palacio Solecio

Las paredes, asimismo, están decoradas con “cordobanes”, piezas típicas de Córdoba confeccionadas con cuero repujado, esmaltes y pan de oro, que contrastan con elementos como el latón cortado al láser o el cristal tratado con ácido para aportar una nota de frescura.

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Gracias a todo ello, la ciudad ha podido recuperar uno de sus mayores tesoros arquitectónicos, cuyo interior fue derruido por completo con fines especulativos en 2006 por una conocida inmobiliaria de la zona. El edificio, por su estilo, se atribuye nada menos que al arquitecto José Martin de Aldehuela, autor del Puente Nuevo de Ronda.

SABORES ANDALUSÍES RENOVADOS

Hoy, el hotel Palacio Solecio y su restaurante, Balausta, se abren camino con elegancia y sin grandes estridencias en una ciudad a rebosar de oferta hostelera. Según explica su directora, Patricia Fernández de Frutos, el lugar aspira a ser punto de encuentro para malagueños y visitantes, un pequeño oasis con las puertas abiertas a todo el mundo en mitad del centro histórico.

Los zócalos en rafia son una de las adiciones más originales a la decoración

Palacio Solecio

Su reclamo es lo suficientemente potente como para conseguirlo: además del cálido emplazamiento, con pocos rivales en lo arquitectónico, cuentan con una cocina cuya carta ha sido ideada por el chef José Carlos García, el único estrella Michelin en la ciudad de Málaga, que trabaja mano a mano con Marcos Granados como jefe de cocina. 

Juntos, han creado una oferta con personalidad que se mueve en el terreno de la sutileza, con reinvenciones de platos tradicionales de la zona cuyo protagonista total es el producto, en lugar de -como sucede en demasiadas ocasiones- el ego de sus creadores. 

Crema de alcachofas con cigalas a la brasa

Palacio Solecio

Deliciosas son la crema de alcachofas con cigalas a la brasa, la ensalada de tomates del Valle de Guadalhorce en diferentes texturas; el tartar de atún rojo y crema de ajoblanco ligeramente picante; el lomo de bacalao con caldillo de pintarroja y calabaza escalivada… 

La carta también cuenta con carnes como el rabo de toro a la malagueña en crépinette con su guarnición de setas, castañas y guisantes, o la presa de cerdo ibérico “adobao”, de herencia andalusí, además de propuestas para compartir como el jamón ibérico de bellota y castaña Dehesa de Los Monteros, con tostas de pan de cristal con tomate, AOVE del campo malagueño y escamas de sal.

Ensaladilla rusa con gamba cristal frita con harina de garbanzos a la manera malagueña 

Palacio Solecio

En el apartado dulce, la piña a la brasa con sorbete de limón y mousse de chocolate blanco define, en un bocado, toda la frescura de la ciudad, aunque también cabe resaltar el bienmesabe antequerano, el popular postre de legado andalusí, también actualizado.

En la carta de vinos, un total de unas 80 referencias cubren desde los mejores caldos de la región hasta etiquetas internacionales poco habituales. La propuesta líquida del restaurante se completa con la coctelería, donde la importancia recae en el sabor y el equilibrio de las creaciones, entre las que se encuentran tanto preparaciones de toda la vida como ejemplos de la nueva línea de cócteles americanos.

El excelente servicio de sala está a la altura de la propuesta gastronómica en este establecimiento marcado por la hospitalidad. Tanto es así que Fernández de Frutos asegura que Palacio Solecio es un cuatro estrellas con cualidades de cinco, un trato de excepción definido por la calidez en los cuidados y la alta atención a los detalles que se respira en el majestuoso edificio.

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