Castúo, el idioma perdido de Extremadura que quieren recuperar sus pueblos

Existe desde hace siglos y ha evolucionado como cualquier otra lengua, pero hoy en día está al borde de la desaparición. El estremeñu, que muchos quieren denominar castúo, es uno de los idiomas más fascinantes de nuestro país y ha empezado a recuperarse.
Jerez de los Caballeros Extremadura
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Extremadura es un universo cultural que no deja de sorprender. Más aún cuando desde Europa nos están diciendo que tenemos en esta región una riqueza cultural que probablemente no sabemos apreciar.

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Pasa cuando escuchamos el característico acento de un extremeño, ese momento en que nos viene la palabra “castúo” a la mente y nos dejamos llevar por un imaginario colectivo que ha querido colocar a los extremeños (y su peculiar habla) en un rincón de pensar.

Extremadura te depara una sorpresa histórica a cada paso que des.Alamy

Y eso es lo que han hecho los extremeños en ese rincón: pensar. Pensar la manera de decir al resto de España y del mundo que el castúo, o mejor dicho el estremeñu, es una lengua que se niega a pasar al olvido, que se niega a ser tildada de “español mal hablado”, que se niega a las imposiciones culturales de lo que es políticamente correcto o no. En definitiva, que se niega a esconderse.

Hoy hemos querido aprender a hablar estremeñu, y nos ha resultado un poco difícil, por eso hemos tenido que recurrir a los expertos.

Iglesia de Nuestra Señora de Granada, en Llerena (Badajoz, Extremadura).Alamy

DE ESTREMEÑU A CASTÚO

Siempre que se hace mención al idioma de los extremeños se dice que se comunican en un habla propio denominado “castúo”. Y esto podría decirse que es una realidad a medias ya que el estremeñu se puede considerar perfectamente una lengua y la denominación de “castúo” fue una aportación posterior.

Hemos querido saber un poco más y nos hemos acercado a las Hurdes para hablar con Aníbal Martín, traductor, gran interesado en la lingüística, miembro del Órgano de Seguimiento y Coordinación del estremeñu y su Cultura (OSCEC) y uno de los grandes defensores y divulgadores culturales que consiguen mantener esta lengua lejos del olvido.

Las Hurdes en Cáceres.Alamy

Aníbal nos desvela el secreto, recordándonos que la propia ONU reconoce el estremeñu como una lengua que se encuentra dentro de esa lista negra de idiomas en peligro de extinción: “El término ‘castúo’ se acuñó hace un siglo cuando el poeta Luis Chamizo publicó su libro El Miajón de los Castúos. Castúo se refiere a la casta, a ese linaje de personas labriegas que han mantenido sus costumbres generación tras generación y que tenían ese lenguaje.

Fue por eso por lo que el habla se comenzó a llamar castúo y es perfectamente aceptable. Aunque lo propio es estremeñu, con s y no con x”, puntualiza. Gran parte de Extremadura se repobló con personas procedentes del Reino de León conforme avanzaba la Reconquista. Por este motivo, el astur-leonés llegó a estas tierras procedente de la parte oriental del reino de León, con todas sus peculiaridades.

Jerez de los Caballeros, Extremadura.Turismo de Extremadura

“Esta lengua está muy emparentada con el cántabro, una lengua que ahora se está dando a conocer y de la que poca gente tiene conocimiento. Al instalarse esta lengua leonesa tan al sur adoptó sus propias características diferenciadoras como la ese aspirada, creando poco a poco el estremeñu”, explica el traductor, añadiendo que además hay que tener en cuenta que el estremeñu tiene muchas palabras compartidas con el galaico-portugués.

El estremeñu tiene una ortografía diferente, y ésta ha sido una de las tareas más apasionantes del OSCEC. Se ha creado un nuevo diccionario y, entre otras muchas actividades, realizan charlas por los pueblos de la geografía extremeña con objeto de mantener esta bonita lengua de la que poco se habla.

La riqueza de los pueblos también es lingüística.

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Además, Aníbal nos cuenta que geográficamente el estremeñu no se ha desarrollado igual. “En la región noroccidental es donde se ha conservado más el idioma, la zona de Las Hurdes. Cada pueblo tenía su forma de hablar y lo que el estremeñu pretende no es imponerse como idioma sino ser el nexo de unión para que los pueblos se escuchen y vean similitudes y diferencias en el estremeñu de cada uno. El fin del idioma es integrar y no imponer”.

En la trayectoria del estremeñu hubo un antes y un después y ese punto de inflexión llegó en los años 60 con las políticas de alfabetización del Régimen franquista. “Es posible que se pensara que el estremeñu era una cosa de los pueblos, de gente que no sabía hablar bien el castellano fruto de la analfabetización. Por desgracia no se respetó la riqueza del estremeñu y ahora está en vías de extinción. Aunque aún quedaban personas como mi abuela, que no sabía hablar en castellano, solo hablaba estremeñu y además muy rápido”, cuenta Aníbal entre risas.

Olivenza, Badajoz (Extremadura).Alamy

UNA LENGUA QUE SE ESTÁ RECUPERANDO

Para un castellano parlante escuchar a una persona hablar en estremeñu puede llegar a resultarle muy difícil de entender. Es más, casi con toda seguridad no entendería nada de lo que se ha dicho, pues la pronunciación y gran parte de su vocabulario es diferente. De hecho el estremeñu tiene características gramaticales y ortográficas propias.

El Consejo de Europa reconoce el estremeñu como lengua, aunque como dialecto ya hace mas
de un siglo que estaba reconocido. Y eso lo pondría a un nivel casi a la altura del gallego, el catalán o el euskera. La labor en la que están centrados ahora es en la de sacar al estremeñu de esa abominable lista negra de lenguas en peligro de extinción y para ello realizan jornadas en la Universidad como las que hacen en este mes en la Universidad de Salamanca o charlas en los pueblos para compartir el idioma.

Trujillo, Extremadura.Getty Images

Se calcula que aproximadamente unas 10.000 personas hablan estremeñu, fundamentalmente por las zonas de Las Hurdes, y la parte occidental de Extremadura. Y cada pueblo tiene su propia forma de hablar el estremeñu, lo que hace aún más fascinante estudiar esta lengua. Son muchos los rasgos que la diferencian como el cierre de las palabras en ‘u’ o en ‘i’; la ‘s’ aspirada; muchas veces la ‘o’ se convierte en ‘u’ o los verbos terminan en ‘l’, la existencia de una ‘h’ aspirada en el lugar de la ‘f’ del castellano y un largo etcétera.

Eso sin contar la cantidad de palabras propias que forman parte de su propio vocabulario (en torno a unas 18.000 palabras). Una de las cosas que está clara es que si el estremeñu se ha conseguido mantener ha sido porque la gente de los pueblos ha querido seguir hablándolo. Hoy en día la labor de Asociaciones como el OSCEC o divulgadores culturales como Aníbal Martín hacen posible que tengamos un motivo para convertir nuestro país en un un lugar más diverso donde hay cabida para una lengua más.

Porque para la cultura siempre hay un hueco, y el estremeñu merece su hueco entre nosotros, aunque a algunos nos resulte tan complicado aprenderlo.

Mérida.

Getty Images

“Assín quieru yo palral, dizil las cosas que sientu, con esti sentil tan hondu, que tieni esti puebru
nuestru. Assín quieru yo cantá-li, cosinas ducis en versus a esta tierra de mi sangri que m’enllena si la mientu”

(Cruz Díaz Marcos - Poeta)

BOUS TRACK PARA CURIOSOS

Entre pueblos de la Sierra de Gata se habla La Fala, un dialecto que está reconocido como Bien de Interés Cultural desde el año 2001. Algunos pueblos como Valverde del Fresno son bilingües y puedes encontrar en dos lenguas hasta la carta de un restaurante. Esta lengua, que tiene raíces galaico portuguesas y gran influencia del estremeñu, se habla allí con toda normalidad.

La propia pagina web del OSCEC cuenta con un diccionario estremeñu que puede consultarse libremente. Resulta muy curioso ver la similitud (o no) que muchas palabras guardan con el castellano. El portugués rayano, también conocido como “oliventino” es otra de las modalidades lingüísticas que se practican en Extremadura. Se le conoce como oliventino porque se habla en Olivenza y Táliga. Como veis, la maraña linguïstica de Extremadura es apasionante.

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