¿Cómo ha afectado la pandemia del COVID-19 a la ansiedad?
Escrito por:La ansiedad hace que nuestro organismo se accione ante un peligro o la demanda de la situación. Se activa el sistema de alarma. Si esto se mantiene en el tiempo se convierte en desadaptativa e inhabilitante. No podemos vivir saludablemente y en estado de bienestar si nuestra alarma está constantemente encendida.
La pandemia ha sido una gran etapa de peligros y alarmas. Por un lado, por la preocupación constante de nuestra salud y de la de los que nos rodean. Y por otro, por el bombardeo de noticias y alertas por parte de los medios. La incertidumbre ante una situación nueva y distinta. El no saber exactamente cómo actuar y sentir que hay un peligro constante.
Nuestra salud mental se ha visto afectada
A parte de todos los problemas de salud que la pandemia ha traído, esta también ha afectado mucho a nuestra salud mental.
Según la OMS, en el primer año de pandemia, la prevalencia mundial tanto de la ansiedad como de la depresión ha aumentado un 25%.
¿Cuáles son las causas más comunes de ansiedad?
A lo largo de nuestra vida nos enseñan y aprendemos a relacionarnos con nosotros mismos, con los demás y con el mundo. Esto es nuestro sistema de apego y nuestra manera de afrontar las diferentes situaciones y está muy relacionado con la ansiedad que nos generan los diferentes contextos de nuestra vida.
Lo que nos va ocurriendo en la vida y la manera en la que lo afrontamos da como resultado los niveles de ansiedad que podemos llegar a sufrir. Por ello, la ansiedad puede estar determinada por muchos factores, como, por ejemplo:
- Los traumas del pasado.
- Vivir situaciones con alta carga emocional.
- Los miedos.
- La inestabilidad.
- Las drogas y el alcohol.
- El estrés laboral.
- Tener necesidades no satisfechas.
- Los rasgos de personalidad, etc.
¿Cómo podemos reconocer la ansiedad?
Podemos identificar la ansiedad reconociendo algunos de los siguientes síntomas:
- Nerviosismo, tensión.
- Baja autoestima.
- Alto ritmo cardiaco
- Presión en el pecho.
- Tensión muscular.
- Respiración acelerada.
- Sudoración.
- Pensamientos negativos y catastrofistas.
- Cansancio.
- Insomnio o hipersomnias.
- Cambios en el apetito.
- Dificultad para concentrarse.
¿Qué tratamientos existen para la ansiedad?
Muchos estudios indican la eficacia del tratamiento cognitivo conductual para la ansiedad. El EMDR también ha resultado ser eficaz para trabajar ansiedad derivada de traumas del pasado.
No hay que dejar de lado el trabajo con las emociones, centrándonos en la raíz de la problemática sin quedarnos en la superficie. Por tanto, una terapia integrativa, usando recursos de diferentes vertientes abarcará de una mejor manera nuestra relación con la ansiedad.
¿Cómo puedo manejar la ansiedad en mi vida diaria?
Lo primero es identificarla, reconocerla y conocernos a nosotros mismos. Entender el funcionamiento de nuestro cuerpo y nuestra mente. Trabajar el autocuidado. Darnos ratos para nosotros, hacernos regalos, querernos.
Es muy importante vivir en el presente. El futuro no existe y por tanto no hay que preocuparse, sino ocuparse de lo que va apareciendo delante de nosotros. Podemos tener un mínimo de planificación pero sin abrumarnos.
Detectar los pensamientos que nos invaden y trabajarlos modificando nuestro dialogo interno a uno más sano y positivo, siempre siendo realistas. Comunicarnos con los demás, cuidar nuestra vida social, tomarnos las cosas con calma, cuidar nuestro descanso y alimentación, hacer deporte, meditar…
Contactar con un profesional y dar el paso a comenzar una terapia es siempre una buena decisión.
¿Qué rol juega la tecnología en la ansiedad, ya sea para mejorar o empeorarla?
La tecnología nos proporciona herramientas muy útiles que pueden mejorar y hacernos la vida más fácil, pero es un arma de doble filo. La tecnología nos hace adictos, nos hace vivir rápido. Estamos en la era de la información.
Constantemente recibimos y exponemos información. Esto nos aleja del presente y hace que salgamos de nuestra paz.