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El acicalamiento de los gatos

El acicalamiento de los gatos

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El acicalamiento de los gatos

más que un lavado

Autora: Laura Trillo Carmona.

El gato es un animal perfectamente preparado para cuidarse a sí mismo, entre otras cosas, caza su propio alimento y se lo administra a su manera, recorre, marca y defiende su territorio, y se mantiene limpio, todo sin necesidad de ayuda.

El acicalamiento es uno de los rituales diarios más importantes del gato, que suele ocurrir normalmente y durante más tiempo cuando el gato termina de comer. Es un animal muy limpio, cualquier cosa extraña en su pelo le molesta y podemos ver al gato lamerse de vez en cuando una parte de su cuerpo como signo de alguna molestia. Gracias a este ritual, podemos averiguar también el estado de salud del gato y si tiene algún problema de estrés. En el pelo del gato y en la forma de lavarse, hay muchas pistas sobre cómo se encuentra.

Sabemos que es un signo de buena salud si vemos que nuestro gato tiene el pelo impecable. De hecho, no es necesario bañar a nuestro gato nunca, porque gracias a las espinas de su lengua y su propia saliva, el gato puede mantenerse perfectamente limpio aunque salga al exterior, ¡él mismo detesta estar sucio!

Normalmente comienza lavándose las patas para posteriormente usarlas para frotarse la cara y orejas. Luego sigue por las patas delanteras, los el pecho, la espalda, las patas traseras, genitales y el rabo.

Hay además algo muy interesante, y es que los gatos durante el ritual de acicalamiento, van pasando por los meridianos energéticos de su cuerpo, estimulándose así para relajarse y sanarse.  Al ser transmutadores de energía, los gatos son especialistas en la limpieza energética y el trabajo con ella. ¡Estimulan los puntos energéticos más importantes de su cuerpo!

Además, cuando una gata acaba de dar a luz, va lavando uno a uno a sus gatitos para romper el saco amniótico, lavarlos, y a continuación estimular su respiración. También más adelante les estimula de la misma manera para que hagan la digestión después de mamar y sus necesidades.

El acicalamiento de los gatos
El gato necesita acicalarse a diario para estimularse, recuperar su olor, y limpiar su pelo.

Durante el acicalamiento, gracias también a estas espinas de su lengua, va arrastrando el pelo muerto que va perdiendo, lo traga y lo digiere, para eliminarlo posteriormente en sus heces. Además, en cada ritual de acicalamiento que realiza, se cubre de sus propias feromonas, que son importantísimas para sentirse seguro, así como para su relación con el territorio y su grupo social. Si bañamos al gato, le despojamos de sus propias feromonas y podemos provocarle situaciones de mucho estrés. Es como si a ti te desnudaran a la fuerza y te dejaran en medio de la calle. No es nada recomendable ni necesario bañar a los gatos, salvo casos excepcionales (por ejemplo, que se haya ensuciado con grasa de un motor, la cual podemos ir quitando con una toalla humedecida en agua templada poco a poco, o baños terapéuticos recomendados por su veterinari@ en casos extremos de tiña, pero nunca jamás con jabones ni perfumes). Además, lo que no les gusta a los gatos no es el agua, sino la persecución, acorralamiento, manipulación e inmovilización que implica el baño. Ellos disfrutan del baño si quieren estar allí sin necesidad de que les obliguemos, a los gatos les gusta el agua, lo que no toleran es cómo les tratamos ni que los obliguemos a nada. Y quitarles sus feromonas es como dejarlos desnudos y desprotegidos, vulnerables, no debemos hacerlo nunca.

Si a tu gato le gusta el agua, puedes probar a ponerle juegos con objetos flotando en el agua, ya que también una de sus presas habituales son los peces. Pero el baño no es nada agradable si no lo hacen por sí mismos. El día que encuentres un gato bañándose en un río y frotándose con champú para gatos, entonces podremos pensar que necesitan eso. Pero viendo cómo el gato se cuida solo, el baño es algo que deberíamos excluir de sus vidas.

Los gatos de pelo largo suelen tener algo más de dificultad en su acicalamiento, por lo que se recomienda ayudarles mediante el cepillado muy frecuente, así traga también menos pelo y se forman menos nudos. A todos los gatos, de pelo largo y pelo corto, se les puede acostumbrar al cepillado como algo positivo, siempre y cuando respetes una serie de normas, la primera y más importante: no le obligues a nada. Para cepillar a tu gato, escoge un cepillo que no le haga daño, según su tipo de pelo, y hazlo el momento adecuado: cuando duerme o está muy tranquilo. Si el gato está activo, jugando, caminando, sentado, moviendo el rabo o muy despierto, no es momento. Pero si el gato está tumbado, con el rabo relajado, la cabeza apoyada, entonces podemos intentarlo.

Puedes consultar también a peluquer@s felin@s que trabajen en positivo, que saben manejar a los gatos amistosamente sin sedarlos ni forzarlos, para que te asesoren sobre cómo cuidar su pelo largo en casa, para que no tengas que llevarlo con frecuencia, por el estrés que supone y porque si se les forman nudos en el pelo les duele mucho y pueden estresarse también por eso.

Un truco: nunca te coloques delante de él ni pases la mano por encima de su cabeza, siempre ponte en el lado opuesto a su cara, a donde está mirando. Mejor aún si te colocas en su espalda, más cerca del rabo que de su cabeza. Desde esa posición, comienza el cepillado de forma calmada desde la cabeza hasta la base de la cola. Si empieza a mover la cola muy fuerte, o gira la cabeza bruscamente para mirarnos o morder el cepillo, entonces significa que está molesto, y pararemos. Si mueve un poco la cola, pero se queda quieto, o se estira, podemos seguir despacio. Si se pone boca arriba, tendremos cuidado, porque a muchos gatos no les gusta que les toquen la barriga, podemos intentarlo pero si vemos que no le gusta, pararemos y no insistiremos. También podemos distraerle con premios o comida húmeda mientras le cepillamos. Lo ideal es convertir este momento en un momento positivo, de placer, y de buena relación contigo. Si le persigues, agarras y lo haces contra su voluntad, estropeas tu relación con él y no le gustará ni disfrutará el cepillado. ¡Debe convertirse en algo bonito y positivo! Si has jugado con las manos con tu gato cuando era pequeño, encontrarás muchísima más dificultad para cepillarle, es otra de las tantas malas consecuencias de jugar con las manos. Te recomiendo leer también el artículo “Mi gato no se deja tocar“.

 

El acicalamiento entre gatos

El acicalamiento es un cuidado derivado de la madre gata. Comienzan a acicalarse unos a otros cuando son bebés, y a lavarse a sí mismos cuando tienen unos meses de vida. El acicalamiento o “allogrooming” se convierte así en un gesto de cuidado entre gatos que son de la misma familia, cuidándose así unos a otros, formando un olor de grupo gracias a las feromonas de la saliva y del pelo, y comunicándose así afecto y confianza. El acicalamiento entre gatos siempre es positivo e indica que tienen una relación íntima y de confianza. Si ocurre durante las presentaciones entre dos gatos que no se conocen, significa que se aceptan y comienzan una relación positiva aunque todavía puede haber inseguridad y desconfianza durante un corto tiempo.

Cuando un gato acicala a otro (siempre hay una tendencia a ser uno siempre el que acicala al otro más), normalmente el que recibe se cansa y le bufa e intenta pararlo, pero el otro insiste e incluso puede intentar inmovilizarlo con un pequeño mordisco, como hacen a los bebés inquietos, para luego tener un pequeño conflicto y separarse. Muchas personas se preocupan al ver esto pero es totalmente normal y lo hacen casi todos los gatos durante el acicalado. Si se lamen, nunca olvides que entre ellos hay una buena relación de confianza, y aunque tengan ese pequeño conflicto, seguirán conviviendo en paz y seguirán relacionándose positivamente.

Puede ocurrir que haya acoso entre dos gatos que luego se acicalan, significa que se llevan bien pero uno de los dos está más estresado que el otro, lo que convendría estudiar para saber cómo se sienten ambos, para ello puedes pedir cita con nuestro equipo de Consultas.

 

El lamido a las personas

¿Quién no ha sentido esas espinas de la lengua de los gatos en su piel y se ha sentido feliz? Así es, que un gato nos lama significa aceptación y confianza, y dependiendo del grado de confianza y vínculo, significa que somos parte de su familia y nos acicalan a nosotr@s también, por lo tanto, siempre es positivo. Pero cuidado, cuando un gato desconocido te lame, no te tomes tantas confianzas con él, porque lo más seguro es que también te bufe y te de un pequeño bocado como reflejo a tu movimiento. No es nada malo, sino que debes recordar que cuando acicalan a alguien nuevo, no significa que haya confianza como si fuera familiar, que todavía existe inseguridad, por tanto, respetemos eso y mantengamos el respeto sin invadirles, permitiendo que nos laven y marquen con sus feromonas tanto como necesiten, mientras nos quedamos quiet@s y no hablamos.

 

Cuando se acicalan en exceso

Cuando un gato se lame excesivamente siempre es un síntoma de estrés y/o dolor, sobre todo si es en una zona concreta, suele ser dolor. Por ejemplo, si se lame mucho la zona de la vejiga o los genitales, suele tener problemas urinarios (infección de orina, cristales, cistitis). Si se lame en exceso todo el cuerpo, puede estar teniendo picores causados por alguna alergia o intolerancia alimentaria. Nunca es normal que un gato se acicale tanto hasta quedarse sin pelo, es algo urgente a revisar, primero a nivel veterinari@ y a nivel de estrés. Si tu veterinari@ hace las pruebas médicas necesarias y todo está bien, te dice que es “comportamental” y te sugiere darle ansiolíticos, no lo hagas, hay que descubrir qué le pasa, no taparlo sin más atontando al gato con medicación química. Para ello, puedes consultarnos, siempre trabajamos con veterinari@s de confianza y tratamos de ver esto de la manera más holística posible.

 

Cuando no se acicalan

El acicalamiento de los gatosSi tu gato no se acicala siempre es síntoma de que algo no va bien, no se encuentra bien o está muy deprimido. Los gatos son animales muy limpios que se cuidan a sí mismos a diario, por tanto es mal síntoma si dejan de hacerlo. ¡Nunca pienses que tu gato no sabe lavarse, ni que es poco higiénico! Son frases que he llegado a escuchar por parte de clientes, e incluso he tenido clientes que bañaban a sus gatos a la fuerza porque decían que sus gatos no sabían lavarse, y realmente es que estaban enfermos o tenían dolor, así que en vez de bañarlo, intenta averiguar por qué no se lava, ya que es lo natural para él.

Por otro lado, si su pelo huele mal tras lavarse, seguramente tenga un problema en la boca y debería revisarlo su veterinari@ cuanto antes.

Un gato sano y feliz se lava a diario, está limpio y no huele absolutamente a nada. ¡¡Hasta su culo y sus patas están más limpias que la pantalla de tu teléfono móvil pese a usar el arenero a diario!! Hay personas que no dejan a sus gatos subir a las mesas porque piensan que están sucios de restos de heces y orina, o del suelo, pero realmente sus patas y su cuerpo están más limpios que otras superficies que nosotr@s usamos, como por ejemplo, el teclado del ordenador o la pantalla de un dispositivo táctil. Además, al menos en España las personas van por casa con los zapatos de la calle, algo impensable para otras culturas, ¡precisamente por higiene! ¡Tu gato está más limpio!

Si tu gato está obeso, no podrá lavarse la espalda, por tanto siempre estará limpio pero tendrá más caspa y el pelo más graso en la columna, así que es probable que tenga sobrepeso o un dolor que le impida girarse hasta poder lavar su lomo.

¡Un gato que mantiene su pelo limpio es lo natural!

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Resumen

de lo más importante

En resumen, el pelo del gato es síntoma de salud y el acicalado es parte de su cuidado diario, hay que respetarlo y no interferir en ello:

  • Los gatos se acicalan para mantenerse limpios, pero también para eliminar pelo muerto, recuperar sus feromonas mediante su saliva, y estimular su organismo.
  • El acicalado entre gatos es síntoma de confianza y buena relación, así como sirve para formar un olor de grupo.
  • El acicalado a personas siempre es positivo, también indica aceptación y confianza.
  • Nunca bañes a los gatos, necesitan sus feromonas y no hay que forzarlos nunca a nada que no quieran, y mucho menos si es antinatural para ellos.
  • Si un gato no se acicala es síntoma de dolor, enfermedad, o mucho estrés, por eso es urgente ver qué le pasa.
  • Si tienes dudas o necesitas ayuda, puedes contactar con nuestro equipo o ver nuestros artículos y vídeos.
  • Si quieres conocer en profundidad a los gatos para ayudarles y entenderles mejor, te recomendamos que te apuntes a nuestro curso de Comunicación Felina, ¡es maravilloso!

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