Muchas personas piensan que tienen que estar en una relación romántica para recibir un abrazo o tener con quien acurrucarse. Sin embargo, este no es el caso. Los amigos leales, los familiares y hasta las mascotas son excelentes amigos para abrazar.
Hay múltiples beneficios en acurrucarse: las caricias liberan oxitocina, una hormona que provee enormes beneficios para la salud ya que estimula al cerebro a buscar placer, nos llena de sentimientos cálidos y difusos, reduce el dolor, aumenta el deseo sexual, ayuda a reducir las enfermedades del corazón, reduce la presión arterial, el estrés y la ansiedad. También ayuda a que las madres se relajen para amamantar y se vinculen con su recién nacido.
El contacto físico puede comunicar confianza, compromiso, seguridad y tranquilidad. El abrazo comunica todas estas cosas que son vitales para una relación fuerte más allá de los correos electrónicos, textos o conversaciones. Acurrucarse realmente puede ayudar a disminuir la ansiedad social y a tener una visión positiva del mundo.