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Semana 03 - Lectura - Material de Trabajo
Asignatura: introduccion a la vida univesitaria (4457)
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Universidad: Universidad Tecnológica del Perú
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Jesús y los Abrazos
Federico Eduardo Infante Lembcke Ph. D.
feinfante@yahoo.com
“La salud mental empieza con el primer abrazo”. (OMS; 2001)
Se analizó los cuatro evangelios seleccionando dos pasajes del Evangelio de Marcos, donde Jesús
expresa sentimientos y emociones a través de abrazos. Se examina los abrazos en tanto lenguaje
corporal, como manifestación objetiva de emociones y sentimientos. Se valora la actitud de
sencillez, acogida, respeto, solidaridad, reciprocidad y amor ágape hacia los demás y, en particular,
hacia los niños.
Los cuatro evangelios ⎼que con las Epístolas, los Hechos de los Apóstoles y el Apocalipsis⎼
componen el Nuevo Testamento, versan sobre “la palabra de Dios” inspirada en la vida, muerte y
resurrección de Jesús. Proponemos analizar los abrazos desde el lenguaje no verbal, como
manifestación corporal de la subjetividad y expresión de emociones y sentimientos de Jesús, en
clave de ciencia psicológica.
¿Es realmente tan importante abrazar y ser abrazado para lograr el bienestar?
El abrazo es una muestra de amor, realizada al rodear con los brazos (ya sea por encima de los
hombros, por debajo de las axilas o de manera mixta) a la persona que le es brindado, realizando
una constricción con estos de intensidad y duración variable. El abrazo indica afecto hacia la
persona que lo recibe y puede generar la misma respuesta en el receptor. Es un soporte afectivo
que expresa nuestro sentimiento hacia esa persona en particular, procurando comunicarle que
para nosotros es especial, importante, apreciada.
Los abrazos (darlos y recibirlos) ayudan a sentirnos bien, favorecen el desarrollo de la inteligencia
en los niños, son un factor antienvejecimiento; regulan el apetito, el sueño, la tensión; fortalecen
la función cardiaca, mejoran la autoestima y promueven el altruismo. El contacto físico del abrazo
promueve la energía tanto del que abraza como del que recibe el abrazo (Keating, 2013).
David Spiegel (Universidad de Stanford, California), demostró que el abrazo como soporte afectivo
mejoraba la calidad de vida y disminuía el dolor en el 50% de las pacientes que padecían cáncer de
mama. Las mujeres que recibieron esta terapia de apoyo, vivieron el doble que las que no lo
recibieron: 36,6 meses en comparación con las otras mujeres que vivieron un promedio de 18,9
meses.
Tres estudios de la Universidad de Carolina del Norte presentan las siguientes evidencias:
En la primera investigación, se halló que físicamente los abrazos ayudan a liberar la oxitocina y las
endorfinas que producen sensación de bienestar. También se activa en el cerebro la liberación de
la serotonina, que reduce la agresividad, y dopamina que mejora el humor. La hormona oxitocina
contrarresta el riesgo de sufrir infecciones o enfermedades y estimula la producción de
anticuerpos que combaten virus y bacterias. Cuando otras personas nos abrazan se incrementa los
niveles de oxitocina en la sangre.
La segunda investigación mostró que debido a los abrazos la sangre recibe más oxígeno y el
corazón mantiene una actividad normal. Las personas que no reciben abrazos desarrollan un ritmo