Con motivo del décimo aniversario de ese movimiento que salió en las calles contra la clase política, Errejón afirmó en una entrevista en TVE recogida por Servimedia que ahora “estamos claramente en otro ciclo” aunque que algunas de las cuestiones que “pusimos encima de la mesa, la mayoría, siguen pendientes”. Pero tampoco, dijo, se puede decir que “no sirvió para nada” porque las “cosas no son lineales” y fue un movimiento “capaz de tirar de las orejas al país oficial por parte del país real".

El 15-M supuso una “sacudida” a la política y al país donde las cuestiones reales e individuales se reconocieron como un problema del sistema, pero, lamentó, “las grandes cuestiones siguen pendientes”.

A su juicio, en aquel movimiento y su traslación política sobró “un poco de adanismo”. “Le quietaría unas gotas de adanismos y de prisa, y un poco de tomarse todos como menos en serio, ni en las buenas eres el capitán trueno ni en las malas todo está tan mal. Esto es una cosa de largo recorrido”.

“Con 30 años, a veces te crees que has inventado todo” y, por eso, “en ocasiones nos ha sobrado un poco de soberbia y ha faltado un poco de entender que, el del enfrente, tiene siempre un poco de razón. No es relativismo, porque si uno no cree que tiene razón no está en política, si no crees que sus valores son los correctos, no se implica, no se compromete”. Pero hay que entender que “el que está en el otro lado tiene una parte de razón y que la gente que intentó cambiar las cosas en el pasado tiene un poco de razón”, reconoció.

El camino tras el 15-M, Errejón lo hizo con el exvicepresidente y exlíder de Unidas Podemos Pablo Iglesias. Mientras uno es ahora colíder de una fuerza “verde y con camino propio, no contra nadie” y al alza tras las elecciones autonómicas en Madrid, el otro se ha retirado de la políticas tras el fracaso de su candidatura en esos mismos comicios.

Errejón evitó comparar qué ha hecho uno bien y el otro mal desde que fundaron Podemos y luego se separaron. Sobre Pablo Iglesias, se limitó a compartir que “en la política no se está toda la vida, es transitoria, dura y estar en primera línea es muy duro” y, como ha dicho el propio exvicepresidente, “el nivel de desgaste ha sido muy elevado y tiene derecho a una vida un poco más tranquila”. “Derecho a desearlo y todo el mundo a contribuirlo”, concretó.

No obstante, Errejón afirmó que lo que ha pasado en la Comunidad de Madrid con su formación, aunque remarcó la territorialidad, es “un pequeño paso de que esa ola verde europea llegue también aquí”. Hay que hacerlo “sin prisas, despacito y respetando todas las realidades”.

Como experiencia de que “esta década no puede haber pasado en balde”, Errejón extrajo la lección de que “las prisas no siempre son buenas” y que las cosas “despacito y con buena letra” terminan llegando.