Contenidos didácticos

Cuántos tipos de acoso hay, cómo detectarlos y qué hacer para acabar con ellos

Desde el ‘bullying’ escolar y laboral hasta los hostigamientos sociales o por discapacidad, repasamos las distintas clases de acoso y compartimos una serie de consejos para no ser víctimas de los acosadores.

una mujer sujeta un cartel con la leyenda Stop Bullying

Conocer los diferentes tipos de acoso y plantarles cara desde el principio es básico para no sufrir sus efectos. Getty Images.

Por Redacción.

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 23% de los empleados sufre acoso laboral. Y se calcula que un tercio de los estudiantes es víctima del cyberbulling. Desgraciadamente, estos son sólo algunos tipos de acoso. Como veremos a continuación, existen numerosas clases de hostigamiento. De ahí la importancia de conocerlas y saber cómo acabar con ellas.

¿Qué es el acoso?

En cuanto a qué se entiende por acoso, el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) contempla las siguientes definiciones para el término acosar:

  • Perseguir, sin darle tregua ni reposo, a un animal o una persona.
  • Apremiar de forma insistente a alguien con molestias o requerimientos.

Sobre los diferentes tipos de acoso, los expertos coinciden en que quienes los sufren experimentan graves consecuencias físicas y psicológicas. Ello como consecuencia de la repetición de acciones intimidatorias o vejatorias por parte de los acosadores.

10 tipos de acoso y consejos para prevenirlos

Sin duda, cada tipo de acoso requiere un post específico. Pero, a modo de introducción sobre tan preocupante asunto, vamos a repasar a grandes rasgos las diferentes clases de acoso, al tiempo que compartimos unas recomendaciones con el propósito de prevenir o mitigar sus efectos.

1. Acoso escolar o ‘bullying’

Según la RAE, se trata del «acoso que uno o varios alumnos ejercen sobre otro, en centros de enseñanza, con el fin de denigrarlo y vejarlo ante los demás». De manera más concreta, los especialistas precisan que el acoso escolar consiste en cualquier tipo de maltrato o agresión psicológica, verbal o física en las aulas o fuera de ellas.

Los estudiantes que padecen bullying no desean acudir al centro de enseñanza por miedo a ser vejados. Y sufren aislamiento, ansiedad, depresión o nerviosismo. Incluso en algunas situaciones consideran la posibilidad de suicidarse.

Para prevenir el acoso escolar, los especialistas aconsejan poner en práctica estas cuatro claves:

  • Ante el menor síntoma, comunicarse con los menores, adolescentes o jóvenes para conocer si están sufriendo alguna clase de acoso.
  • Participar de su realidad y empatizar con ellos.
  • Observarlos para detectar alguna señal de acoso.
  • Ayudarlos si sufren acoso poniéndolos en manos de profesionales en la materia.
una niña es víctima de acoso escolar
El acoso escolar provoca aislamiento, ansiedad, depresión o nerviosismo, advierten los expertos. Getty Images.

2. Acoso laboral o ‘mobbing’

También conocido como mobbing, el acoso laboral es «una práctica ejercida en el ámbito del trabajo y consistente en someter a un empleado a presión psicológica para provocar su marginación».

Y dentro de este tipo de acoso también puede incluirse el denominado «de poder». En él, un acosador se sirve de su poder laboral, económico, social e incluso físico para acechar a su víctima.

Sobre todo, el acoso laboral tiene consecuencias psicológicas, aunque puede acabar en conductas violentas. Por ello, con el propósito de prevenirlo o ponerle freno antes de que vaya a más, es importante:

  • Plantarle cara de manera inmediata al acosador.
  • No mostrarse inseguro. Y actuar con decisión y de forma directa.
  • No discutir ni proferir amenazas contra él.
  • Denunciar el acoso con pruebas y testigos.
  • En caso necesario, buscar apoyo psicológico.
una mujer sufre acoso laboral por parte de un hombre
Los datos de la ONU son concluyentes: a nivel mundial, el 23% de los empleados sufre acoso laboral. Getty Images.

3. Acoso sexual

Esta clase de acoso tiene por objeto «aprovecharse sexualmente de una persona, frecuentemente abusando de una posición de superioridad». Y se materializa mediante actos de violencia física, tocamientos o acercamientos no deseados, comentarios, gestos inapropiados, silbidos, etc.

Por lo que respecta a sus consecuencias, van desde sobrecargas físicas y emocionales hasta baja autoestima, pasando por sentimiento de culpa, miedo a represalias, hipervigilancia, problemas de atención, concentración o sueño…

En lo referente a cómo actuar ante una situación de acoso sexual, se recomienda:

  • Enfrentarse al acosador de forma directa siempre que sea posible y no entrañe riesgos.
  • Compartir la experiencia con personas de confianza.
  • Tomar nota desde el principio de todos los incidentes o comportamientos sucedidos.
  • Denunciar al acosador.
una mujer es acosada sexualmente por su jefe
Los tocamientos o acercamientos no deseados forman parte de las prácticas más habituales de acoso sexual. Getty Images.

4. Acoso por cuestión de orientación sexual, género, cultura o raza

Otros tipos de acoso a considerar son los que tienen que ver con cuestiones de sexo, orientación sexual o género. Así, quienes lo sufren son mujeres, homosexuales, transexuales, bisexuales, asexuales y otros colectivos minoritarios. De igual manera, lamentablemente, son muchas las personas que padecen acoso por su cultura o raza.

En estos escenarios, al igual que en el acoso sexual, se recomienda reunir pruebas y poner el caso en conocimiento de las fuerzas y cuerpos de seguridad pública.

un hombre sentado en el suelo sufre homofobia
La homofobia es un ejemplo de acoso hacia personas con orientaciones distintas a las heterosexuales. Getty Images.

5. Acoso físico o ‘stalking’

Se basa en un acecho presencial constante del acosador a la víctima que puede derivar en agresiones físicas. De materializarse estas últimas, a las repercusiones psicológicas podrían sumarse heridas, lesiones e incluso la muerte de la persona acosada.

En la prevención del acoso físico es fundamental contactar con las fuerzas y cuerpos de seguridad pública sin demora. Y, en el supuesto de que el acosador cause daños físicos, también es básico que la víctima acuda a un centro médico y solicite un parte o una valoración para reforzar su denuncia.

Al respecto, como en ocasiones no se llega a denunciar por temor a posibles represalias, es crucial que las personas del entorno de la víctima observen:

  • Si existen cambios en su comportamiento y está triste o atemorizada.
  • Si le cuesta dormir o come menos.
  • Si su cuerpo presenta señales de golpes o alguna herida superficial.
una mujer con un moratón en su brazo izquierdo
No se debe ser indiferente a los golpes o heridas que presenten personas conocidas o familiares. Getty Images.

6. Acoso psicológico o moral

Es «una práctica ejercida en las relaciones personales consistente en dispensar un trato vejatorio y descalificador a una persona con el fin de desestabilizarla psíquicamente». Aquí, el acosador persigue humillar y manipular emocionalmente a su víctima destruyendo su autoestima. Algunas veces, los efectos pueden ser devastadores y ser fuente de depresión y suicidio.

Para prevenir y combatir el acoso psicológico o moral, los expertos sugieren prestar atención a los siguientes consejos:

  • No permitir los malos tratos psicológicos desde el momento en que comienzan a ser practicados por el acosador.
  • Frente a este último, mostrarse firme y sin miedo.
  • No sentirse culpable del trato vejatorio recibido.
  • Buscar apoyo en familiares, amigos y profesionales.
  • Denunciar al acosador.
un hombre sentado en el suelo sufre depresión
La depresión e incluso el suicidio son algunas de las consecuencias que padecen las víctimas de acoso psicológico. Getty Images.

7. Acoso cibernético o ‘cyberbullying’

Uno de los tipos de acoso que ha merecido más nuestra atención en los contenidos didácticos de Segurilatam es el ciberacoso o cyberbullying. Sobre todo, el que sufren menores y adolescentes.

Tanto el ciberacoso como el cyberstalking son clases de violencia digital, que causa daños emocionales y psicológicos. Y también relacionados con la dignidad, la intimidad y la privacidad.

una niña es víctima de ciberacoso
El ciberacoso puede dañar la autoestima y, en casos extremos, también conducir a una depresión. Getty Images.

8. Acoso verbal

Continuando con los tipos de acoso, el verbal es aquel en que el acosador degrada a su víctima sirviéndose de amenazas, palabras hirientes, burlas, apodos humillantes o denigrantes, rumores falsos, comentarios irónicos

Por lo que se refiere a cómo actuar para prevenirlo, estas pautas pueden resultar de gran ayuda:

  • Poner límites en la relación con determinadas personas favorece establecer unas líneas rojas. Y dejar claro que no se está dispuesto a ser humillado.
  • Si esa primera medida no da sus frutos, tocará pedir ayuda y denunciar al acosador.
un hombre acosa verbalmente a una mujer
Amenazas, burlas, comentarios irónicos o palabras hirientes forman parte del acoso verbal. Getty Images.

9. Acoso social o encubierto

Ya sea a través de un individuo o de varios, este acoso tiene como objeto aislar a una persona de un grupo, ya sea familiar, de amigos, del trabajo… Algo que se consigue mediante mentiras, bromas, imitaciones, exclusiones, daños a la reputación o incitaciones a dar de lado a la víctima.

Para aquellas personas que son sociales, este tipo de acoso puede resultar un lastre que llegue a influir negativamente en sus relaciones con la gente. Y es capaz de provocar trastornos mentales en las víctimas a largo plazo.

En lo que concierne a su prevención, la implicación de otras personas del grupo social es determinante para ayudar a quien sufre este acoso e instar al acosador o acosadores a poner fin a sus manipulaciones excluyentes.

un hombre es excluido de un grupo de amigos
Excluir a personas de un grupo es una manera de acosar socialmente a un individuo y provocarle trastornos mentales. Getty Images.

10. Acoso por discapacidad

Por último, hay acosadores que ponen su punto de mira en las personas que sufren una discapacidad física o mental. Tristemente, este tipo de acoso es habitual en entornos educativos, en los que algunos escolares se burlan de otros que, por ejemplo, carecen de una extremidad o presentan síndrome de Down.

Como en otras clases de acoso, la intervención y ayuda de otras personas que sean conscientes de estos vejámenes es clave para que los mismos cesen y no se repitan.

una niña con síndrome de Down
Desgraciadamente, algunos menores con síndrome de Down padecen el acoso de otros niños de edades similares. Getty Images.

Otras clases de acoso

Por desgracia, la lista es amplia y abarca muchos más tipos de acoso. Entre ellos, los profesionales consultados destacan los siguientes:

  • Acoso basado en la edad. En el ámbito laboral lo sufren tanto las personas jóvenes, tratadas sin respeto por su inexperiencia, como las mayores, argumentando, por ejemplo, que no se saben adaptar a los nuevos tiempos.
  • Acoso parental. En ocasiones, el abuso de poder de los padres, en sus diferentes formas de expresión, repercute muy negativamente en sus hijos.
  • Acoso legal. Algunos acosadores aprovechan su libertad de acción o vacíos legales contra las víctimas, quienes, además de las consecuencias psicológicas, pueden llegar a perder grandes cantidades de dinero.
  • Acoso inmobiliario. Es el practicado por propietarios o vecinos para que alguien abandone una vivienda.
  • Acoso policial. Finalmente, también podría darse el caso en que, haciendo un mal uso de su autoridad, un policía acosase o amenazase a un ciudadano.
La directora de una oficina reprende a una becaria joven por su inexperiencia
La directora de una oficina reprende a una becaria joven por su inexperiencia. Getty Images.

Por todo lo expuesto, confiamos en que los lectores de Segurilatam hayan podido familiarizarse con los diferentes tipos de acoso y sepan qué hacer para acabar con ellos.

Sobre esto último, es esencial tener en cuenta que el acoso es considerado un delito. Y que denunciarlo es de suma relevancia para poner fin a situaciones que, en muchos casos, tienen consecuencias muy negativas para las víctimas.

Archivado en: