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Cómic

'Jolgorio', una noche de juerga que se convierte en una alucinante experiencia sensorial

  • Brecht Evens sigue a tres personajes que viven su última gran fiesta antes de iniciar su nueva vida
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Detalle de una página de 'Jolgorio'
Detalle de una página de 'Jolgorio'

Bretch Evens (Hasselt, Bélgica, 1986), ya consiguió el Premio a la Audacia del Festival de Angoulême de 2011 con Un lugar equivocado (Sins entido). Y desde entonces nos ha ido sorprendiendo con cada uno de sus trabajos, como Los entusiastas y Pantera (Astiberri), en los que combina una audaz narrativa con algunas de las páginas más bellas del cómic actual. Su último y sorprendente cómic es Jolgorio (Astiberri), en el que narra la noche de juerga de tres personajes en Hasselt, que cambiará sus vidas para siempre.

Un cómic que, aunque se publicó originalmente en 2018, parece realizado después de la pandemia, ya que nos invita a perdernos en el jolgorio nocturno de una gran ciudad y disfrutar cómo si fuera nuestra última noche. “Yo describiría las historias de este cómic como una medicina, como píldoras anti-pandemia –nos comenta-.

El libro nos cuenta cómo viven esta noche tres personajes. El primero es Jona, un joven que quiere aprovechar su última juerga en Bélgica, ya que al día siguiente se va a vivir a Berlín con su mujer. El segundo es Victoria, una joven con problemas psicológicos que quiere escapar de la influencia familiar para vivir su propia vida. Y el tercero es Rufo, que en sus buenos tiempos fue el rey de la noche y que volverá a serlo, aunque sea por unas horas. Todos vivirán una noche inolvidable llena de alcohol y risas, pero en la que tampoco faltará la tragedia.

Brecth nos confiesa que en estos personajes hay “muchas cosas autobiográficas. Aunque repartidas por cada uno de ellos. Pero yo también soy bipolar y como les pasa a ellos, puedo pasar de depresivo a maníaco y a eufórico, en unas horas. Aunque el cómic condensa, en esa sola noche, una larga etapa de mi vida”.

Portada de 'Jolgorio'

De la diversión a la resaca

El cómic también nos muestra la resaca posterior a esa noche de juerga. “Algunos momentos del cómic son tristes porque los personajes parecen tenerlo todo para sentirse bien, pero no lo consiguen. Están como en un enorme parque de atracciones para adultos, pero no son felices” –asegura Bretch-.

Esa noche que retrata Bretch Evens, llena de luces y colorido, a veces nos recuerda al decorado de un musical de Hollywood de los años 30. “El cómic tiene mucha influencia expresionista –nos confiesa el artista-. Juego mucho con el color y las luces, que me sirven para resaltar las emociones, pero no solo los momentos de euforia sino también los patéticos”.

“Me parecía una idea muy potente –continúa- que esos personajes tuvieran a mano todo lo que supuestamente les haría felices, pero que, a la vez, no lograsen alcanzar esa felicidad. Es como si pudieran apagar su sed por mucho que beban o sentirse saciados por mucho que coman”.

“Yo viví una época de depresión –continúa-. Tenía todo lo necesario para ser feliz, pero por una falta de equilibrio psíquico o químico no podía disfrutar de nada”.

Una depresión que solo supero gracias a sus seres queridos: “Tuve la suerte de estar rodeado por gente que me amaba, me cuidó, fue muy paciente conmigo y me ayudó a superar esa depresión”.

Página de 'Jolgorio'

Los personajes están inspirados en amigos suyos

Jona, el protagonista del cómic, es un personaje recurrente en su obra: “Llevo mucho tiempo contando su historia –nos comenta-. Es un burgués bohemio, una especie de hípster. Viene de una familia de orígenes muy humildes, que en el pasado estuvo relacionada con el mundo del crimen. Por eso para él es complicado saber cómo comportarse en sociedad, cómo vestirse…"

Tanto Jona como Victoria están inspirados en dos amigos míos. Jona se inspira en un amigo mío con el que salía mucho de fiesta y que era un tipo muy peculiar. De hecho, el Jona del cómic es menos surrealista que el auténtico. Que era un tipo rarísimo”.

“Para mí –añade-, los personajes son como máquinas. Por eso tengo que desmontarlas e investigar sus mecanismos, para intentar descubrir cómo funcionan y cómo pueden evolucionar”.

“En el caso de Victoria, es un personaje que tiene una crisis nerviosa. Pero su familia, en su afán de protegerla, acaba por empeorar las cosas, por agobiarla y sofocarla”.

Durante esta larga noche tenemos la impresión de que Brecht va descubriendo la historia al mismo tiempo que sus personajes cambian de bar o de amistades. “Tenía las ideas generales del guion –confiesa-, y es lo que empecé a dibujar, pero luego me iban surgiendo nuevas situaciones y personajes que iba añadiendo”.

Mi sistema de trabajo es distinto en cada libro y creo que cada vez es más complejo –ríe-. Todavía no tengo un método fijo de trabajo y dudo que lo tenga algún día.

Página de 'Jolgorio'

La importancia del color

Cada página del libro es un auténtico descubrimiento, ya que las acuarelas de Brecht son siempre sorprendentes. Y en ellas conviven auténticas multitudes con otras páginas en las que dos personajes hablan sobre sus intimidades. “A veces los personajes están representados unicamente por una mancha de color –confiesa-. Tengo un sistema de colores para identificar a los protagonistas con el rojo, el azul y el amarillo. Por eso, a veces tengo una página con una mancha amarilla y vamos a saber que es Victoria, ya que es su color; pero sería una Victoria que está como en una nube vaporosa”.

“Intenta –añade-, que mi dibujo sea mi estilo de escritura, que la forma de representar a los personajes te diga cosas sobre sus emociones. Un ejemplo muy claro es cuando, en vez de dibujar una cara con sus rasgos, dibujas una mancha oscura. Eso es muy expresivo de cómo se siente el personaje. Imagínate a ocho personas sentadas en una mesa y que una de ellas tenga una mancha oscura en la cara. Enseguida comprendes que algo malo pasa con ese personaje”.

Página de 'Jolgorio'

No me gustan los cómics que son gráficamente monótonos –añade-, en los que los dibujos son iguales cuando estás narrando un momento de felicidad o una tragedia. Lo curioso es que me gusta leer ese tipo de cómics monótonos, como puede ser uno de Astérix, pero no los haría nunca”

“Aunque a veces también me planteo si quiero leer mis propios cómics, que son tan densos gráficamente” –ríe-.

“Pero –continúa-, no me gusta darle todo hecho al lector, quiero que él se implique y que se atreva con un gran menú, como puede ser Jolgorio, que tiene muchas calorías”.

Página de 'Jolgorio'

“Me encanta la rotulación de la edición española”

Para Brecht Evens, hasta la rotulación del cómic es fundamental para el aspecto visual del libro. Lo que, reconoce, es un trabajo monumental para el rotulador español: “Me gustaría destacar la edición de Astiberri y el maravilloso trabajo que ha hecho el rotulador, Juanjo el Rápido. Yo hago la rotulación con la tableta, para poder ajustar las letras. Pero Juanjo lo ha hecho todo a mano. Me mandaron las pruebas y yo estaba alucinado, porque, aunque ahora lo hagamos con máguinas, al final, el rotulado manual siempre queda muchísimo mejor”.

“Yo les dije que me gustaría que Violeta hablase con letras más gordas, otro más góticas. Entonces Juanjo y Alba Diethelm, la maquetadora, fueron ajustado el tamaño y el color con el que habla cada personaje. Porque rotular a mano permite que cada personaje tenga su propia voz, plasmar muchísimos matices. Aunque también debe haber sido un gran quebradero de cabeza para ellos”.

“Otros editores en otras lenguas –añade-, me han propuesto versiones mecánicas de la maquetación, pero la diferencia es abismal. Es mucho mejor la de Astiberri”.

También tenemos que destacar la estupenda traducción de María Rossich.

Página de 'Jolgorio'

Dibuja directamente con el pincel

Preguntamos a Bretch cómo realiza cada una de esas páginas, que son auténticas obras de arte: ““Cada página de Jolgorio está pintada con acuarelas, guache y tinta, todo mezclado. Y nunca hago bocetos previos, pinto directamente con el pincel. Con las cosas al agua no es posible tampoco”.

Unos originales que son muy cotizados por los coleccionistas. Por eso le preguntamos por qué sigue haciendo cómics, cuando otros artistas de su nivel ganan mucho dinero vendiendo sus pinturas: “Supongo que ese puede ser un gran plan para la jubilación –confiesa-, pero ahora mismo, a mí lo que me interesa es contar historias. Esas historias son las que me hacen evolucionar y crecer como artista, ya que me obligan a dibujar cosas que no había previsto dibujar”.

“Una época me dediqué a pintar, pero sentía que me faltaba algo, me faltaba alma, me parecía una experiencia un poco vacía –añade-. No me veía tres años dibujando peces” (ríe)

En cuanto a sus proyectos, Brecht nos comenta: “Ahora mismo estoy acabando el Harry Potter francés (ríe). No, es un libro de intriga, acción, detectivesco, muy diferente… Se podría titular Maestro de ajedrez o Maestro masón… y va un poco en la misma línea que Pantera, Entusiastas, pero a la vez tiene algo de El Señor de los anillos, de Matrix, de Pinocho… Tengo una lista larguísima de influencias. Hasta que no lo acabe no voy a saber qué hay mío en la obra” (ríe)

“Es la historia de una secta que empieza con un padre, un hijo, una familia… que creen en una cosa. Una historia de fantasía que se basa en las sociedades secretas…” –concluye-.

Página de 'Jolgorio'