Hablamos de disfunción eréctil cuando el hombre sufre una incapacidad total para lograr una erección o para hacerlo de forma consistente, así como aquellos casos en los que se pueden tener solo erecciones breves. Impide conseguir una relación sexual satisfactoria.
No se trata de una enfermedad, sino que es un síntoma de patologías cardiovasculares (diabetes, hipertensión…), agravadas por otros factores como el tabaquismo, factores psicológicos, neurológicos, farmacológicos, hormonales, traumáticos o post-quirúrgicos.
Para prevenir su aparición hay que reducir al mínimo todos los factores de riesgo anteriores.
Todos los hombres pueden tener problemas de erección. La frecuencia se incrementa con la edad: 14% de los hombres de 40-49 años, 25% en hombres de 50-59 y al 49% de los hombres de entre 60-69 años.
La terapia de ondas de choque usa la energía de las ondas acústicas para desencadenar un proceso llamado neovascularización en ciertas partes del cuerpo. Cuando ocurre la neovascularización, se forman nuevos vasos sanguíneos. Esto ayuda a mejorar el flujo de sangre en la región donde se aplica. Este tipo de terapia se ha utilizado para ayudar a los pacientes cardíacos, personas con cálculos renales y aquellos con fracturas e inflamación de las articulaciones. Recientemente, los científicos han investigado la terapia de ondas de choque de baja intensidad para ayudar a los hombres con disfunción eréctil. El flujo sanguíneo es crítico para las erecciones de un hombre. Cuando un hombre es estimulado sexualmente, las arterias se ensanchan para que su pene pueda llenarse de sangre. La sangre es lo que le da al pene la firmeza necesaria para la penetración vaginal.
Un hombre que tiene problemas con el flujo de sangre al pene puede tener erecciones más débiles o puede ser incapaz de tener erecciones en absoluto. Hay varios tipos de tratamientos disponibles para hombres con disfunción eréctil, como píldoras, dispositivos de erección al vacío e inyecciones en el pene. Sin embargo, estas terapias generalmente se realizan según sea necesario y pueden funcionar solo para un encuentro sexual a la vez.
La terapia con ondas de choque es diferente, ya que se dirige al mecanismo eréctil para que los hombres tengan más probabilidades de tener erecciones por sí mismos.
Para administrar la terapia de ondas de choque, un médico aplica una sonda al pene, que está cubierto con un gel especial. Diferentes áreas del pene suelen ser el objetivo. Las sesiones de tratamiento pueden durar de quince a veinte minutos. No se precisa ningún tipo de anestesia y tras la sesión el paciente puede continuar con su vida habitual.
Los ensayos clínicos del tratamiento con ondas de choque para la disfunción eréctil han mostrado su eficacia y la ausencia de efectos adversos. Por ello es una alternativa recomendada en las guías de práctica clínica.
En Salud Pélvica Rodríguez Rubio contamos con ondas de choque para la disfunción eréctil.
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