La asociación que nació para acompañar a familiares de usuarios de Salud Mental en Bariloche

Acufa funciona como una red de apoyo a familiares y usuarios de Salud Mental y busca generar oportunidades en lo laboral, cultural y social.

Muchas veces, la preocupación de los familiares es: ¿con quién se quedará él o ella cuando yo ya no esté?. Así nació Acufa (Asociación Civil de Usuarios, Familiares y Amigos de la Salud Mental)”, sintetizó Mirta Elvira, doctora en Salud Mental Comunitaria y miembro de la institución.

El espíritu de la asociación fue brindar una red de apoyo a familiares y usuarios de Salud Mental y generar oportunidades en lo laboral, cultural y social.

«Nació en 2009 cuando coordinaba un grupo educativo, junto a Patricia Franco, en el que los familiares aprendían herramientas de manejo de crisis. Ahí nos dimos cuenta que quedaban pendientes muchas cuestiones personales de la familia», explicó Elvira.

Por un lado, se conformó un grupo terapéutico de apoyo coordinado por psicólogos y por otro, surgió la asociación civil conformada por usuarios del centro cultural Camino Abierto, dispositivo del servicio de Salud Mental del Hospital Zonal en el que se realizan talleres deportivos, culturales y laborales, pero también de familiares. La finalidad es impulsar diversos proyectos y la búsqueda de recursos económicos, habitacionales, para poder generar emprendimientos que mejoren la calidad de vida de las personas.

Río Negro es pionera en los derechos de las personas con padecimiento mental. En 1991 se sancionó la ley de desmanicomialización que fue tomada como modelo para la ley nacional del 2010. Pero además, Río Negro fue la primera provincia en cerrar un manicomio en 1988.

«Muchas veces, las familias de los usuarios están cargadas de cosas, entre sus trabajos, ayudar a los usuarios, gestionar tratamientos. Por eso, armamos una red de trabajadores, talleristas, gente militante de Salud Mental», señaló.

A través de un grupo de WhatsApp se atienden las demandas que llegan a diario. También se hacen visitas, encuentros, entrevistas y apoyo a los familiares.

La sobrina de Carola Montecino es usuaria del Servicio de Salud Mental. Ambas se sumaron a Acufa en el último tiempo. «Con esta asociación el paciente deja de ser un número y tanto ellos como los familiares, somos escuchados. Estamos muy desprotegidos. Nosotros siempre nos preguntamos cómo insertar a mi sobrina en el sistema para que deje de depender exclusivamente de nosotros. Hay mucho desconocimiento de la esquizofrenia», argumentó la mujer y agregó: «Con este grupo siento que encontramos la luz en el camino. Ella va todos los días a talleres».

Elvira advirtió que el mayor problema de Acufa es la falta de recursos económicos: «La política sanitaria no ejecuta el presupuesto destinado a Salud Mental. Lo poco que se ejecuta está destinado más que nada a la crisis y muy poco los dispositivos comunitarios».


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