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La ciudad de Moscú vivió la jornada más emotiva de los Mundiales de atletismo tras la coronación del gran referente local y joya del atletismo internacional, la rusa Yelena Isinbayeva.

Yelena Isinbayeva, este 13 de agosto en Moscú.
Yelena Isinbayeva, este 13 de agosto en Moscú. Reuters
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La saltadora de garrocha más laureada de todos los tiempos volvió a coronarse campeona mundial por tercera vez en la historia después de haber ganado los Mundiales de Helsinki 2005 y Osaka 2007. 'Zarina', como se la conoce popularmente en su país, puso de esta manera el punto y aparte a su carrera profesional. Todo indica que a pesar de haber anunciado su retirada, dejará la puerta entreabierta a una posible vuelta, aunque sea como exibición.

La atleta de 31 años que obstenta el récord mundial al aire libre con una marca de 5,06 ha conseguido a lo largo de su gloriosa carrera deportiva la increíble cifra de 28 récords mundiales. Ayer volvió a intentar sin suerte batir los 5 metros y 7 centimetros con los que hubiera conseguido una nueva marca mundial que ya ha superado con creces en los entrenamientos.

Isinbayeva, que también ha conocido fracasos como sus actuaciones en los Mundiales de Daegu 2011, donde sólo fue sexta, y en los de Berlín 2009, donde no fue capaz de hacer un sólo salto válido en la final, se despide con un magnífico broche de oro que también pudieron disfrutar sus paisanos que el martes por primera vez abarrotaban las gradas del estadio Luzhniki.

La atleta rusa ganó la medalla de oro en salto con pértiga con una marca de 4'89 mientras la plata fue a parar a manos de la estadounidense Jennifer Suhr y el bronce para la cubana Yarisley Silva, que a pesar de tener la mejor marca mundial del año, salió satisfecha con la presea lograda.

En hombres, lo más destacado sucedió en las pruebas de los 800 y 400 metros planos. En los 800 ganó el etíope Mohammed Aman que aprovechó la ausencia del campeón olímpico, plusmarquista mundial y defensor de la corona, el keniano David Rudisha, mientras en los 400 se generó una gran sorpresa tras la pésima actuación del granadino Kirani James. El velocista que obstentaba la corona mundial y sigue siendo vigente campeón olímpico tan sólo pudo ser séptimo mientras que el oro recaía en el estadounidense LaShawn Merritt, que volvió a recuperar el trono mundial con el mejor crono de su vida, 43.74. La plata en la pruba de los 400 fue para el también estadounidense Tony McQuay mientras que el bronce recayó en el dominicano Luguelín Santos.

 

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