¿Por qué acunamos a los bebés en un brazo concreto?

La inmensa mayoría de nosotros acunamos a los bebés en el pliegue del brazo izquierdo. Los investigadores creen ahora saber por qué.

Por Steinar Brandslet

Por qué cogemos a los bebés con el brazo izquierdo.

Imagen conceptual generada por DALL-E 2 de Microsoft Bing.

Probablemente no lo hayas pensado nunca, pero casi todo el mundo acuna a su bebé en un brazo concreto. La gran mayoría de la gente siempre lo hace apoyando al pequeño en el brazo izquierdo. ¿Por qué?

"Los investigadores han intentado explicar este fenómeno", dice Audrey van der Meer, profesora de neuropsicología del Departamento de Psicología de la Norwegian University of Science and Technology (NUST), en Noruega.

Sin duda alguna estamos ante un fenómeno tan insólito como enigmático, y varios estudios lo confirman; la gran mayoría de las personas prefiere acunar a un bebé en el hueco que se forma para ello en el brazo izquierdo. Los artistas también se han dado cuenta de esta inclinación. "La Virgen María suele ser representada acunando al niño Jesús en el hueco de su brazo izquierdo", explica Van der Meer.

Esta psicóloga ya había estudiado el fenómeno, y ahora lo ha investigado con más detalle en un artículo de revisión que incluye los últimos datos empíricos y metaanálisis en la materia. El trabajo se ha publicado en la revista académica Infancy.

¿Latido o audición?

Una teoría propone que la mayoría de la gente acuna al bebé en el lado izquierdo del pecho para que pueda oír mejor los latidos de su corazón. En casi todas las personas, el corazón está situado en este lado del cuerpo. ¿Puede que el sonido de un corazón latiendo tranquilice a un bebé o lo conecte más estrechamente con un adulto?

¿O quizá tenga algo que ver con nuestro oído? Los humanos solemos percibir la información en forma de sonido más rápido con el oído izquierdo que con el derecho. La teoría es que la mayoría de la gente acuna al bebé hacia la izquierda porque así utiliza el oído y el ojo izquierdos para obtener información sobre el estado emocional del pequeño. Las señales de la izquierda se envían al hemisferio derecho del encéfalo, que está especializado en interpretar las emociones y los rostros.

Sin embargo, quizá la explicación más intuitiva sea también la más correcta.

Asociado al brazo dominante.

Hace unos años, Van der Meer publicó un estudio empírico junto con el doctor Åsmund Husby. En él, sostienen que el fenómeno está estrechamente relacionado con el brazo que más utilizamos. "Curiosamente, esto no se ha considerado una explicación adecuada, aunque intuitivamente parece lógico", dice Van der Meer.

La Virgen María sostiene al Niño Jesús con su brazo izquierdo.

Nuevos hallazgos han reforzado esta teoría. "Nueve de cada diez personas en el mundo son diestras. Seguimos creyendo que esta es la mejor explicación de por qué la inmensa mayoría de la gente acuna a los bebés en el hueco de su brazo izquierdo no dominante", afirma Van der Meer. Y añade: “Normalmente estamos haciendo otra cosa mientras sostenemos a un bebé, no solo posando para una foto o presumiendo de él. Así que, básicamente, hacemos lo que nos resulta más cómodo".

Queremos que nuestro mejor brazo esté libre para hacer otras cosas. En efecto, la mayoría de nosotros acunamos al bebé a la izquierda para tener la mano derecha libre. En general, lo más natural para los zurdos es acunar al bebé en el pliegue del brazo derecho.

"Quizás sea interesante mencionar que hay muchas fotos de Guillermo, el Príncipe de Gales, acunando a un bebé en el hueco de su brazo derecho. Es zurdo", advierte Van der Meer. Y añade: “Sin embargo, Kate, la Princesa de Gales, es diestra y acuna a los bebés con el brazo izquierdo, como la mayoría de nosotros".

Esto no significa que Van der Meer utilice las preferencias reales como prueba del fenómeno. Al contrario, ha tenido en cuenta otras teorías y se ha centrado en los datos empíricos. Su conclusión es clara.

“La explicación de que acunamos a los bebés en el brazo que menos utilizamos también es cierta si se tienen en cuenta otros factores", afirma van der Meer. Sin embargo, el fenómeno solo se aplica a los bebés. A medida que los niños crecen y pesan más, la mayoría de la gente tiende a llevarlos utilizando su brazo dominante y más fuerte.

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