Miguel Bosé: “¿Volveré a vivir en España? Seguramente sí. Mis hijos se irán a estudiar fuera y, probablemente, no querré estar solo aquí en México”

Hablamos con el ídolo pop, que estrena serie documental Bosé, Renacido en Movistar Plus+, de la familia, del amor, de la edad... Nos cuenta que pidió ayuda psicológica en una ocasión para gestionar la presión de la fama y reconoce que si pudiera, en lugar de ser quien es, sería biólogo marino. Y sí, le gusta “mucho” que la gente piense que es un borde.
Miguel Bos
Miguel BoséBosé Renacido / Cecilia Bayonas

La fama de Miguel Bosé (Ciudad de Panamá, 67 años) es tal que la mayoría de la gente le considera un viejo conocido. Alguien de quien todos creen saberlo todo y que difícilmente podría sorprenderles ya. Pero si algo define a este longevo ídolo pop, famoso desde la cuna (para algo es hijo de los mitos Luis Miguel Dominguín y Lucía Bosé) y símbolo sexual desde su adolescencia, es su talento para derribar prejuicios. La prueba de que todavía queda mucho Bosé por descubrir es Bosé, renacido, una serie documental original de Movistar Plus+ que se estrena el próximo 5 de septiembre y que para el intérprete de Amante bandido ha tenido algo de balsámica. “Decidí este exacto momento para liberar casi todo el pasado porque necesitaba emprender vuelo nuevo, y me resultaba muy difícil y muy complicado hacerlo cargando con demasiado peso”, asegura el artista, que antes de enfrentarse a su última ronda de entrevistas ha pedido que las preguntas de los periodistas se limiten al documental.

¿Se ha sentido cómodo abordando su periplo vital en los libros, la serie y el documental que han visto la luz en los últimos tiempos?
Sí. Llegó un momento en el que todo lo que cargaba era muy pesado y ocupaba mucho espacio. Cuando se tiene un pasado tan cargado, da la sensación de que te cuesta volar y crecer. Hice un proyecto para crear entregas de todos estos recuerdos, experiencias y cosas vividas que había guardado celosamente. Al final, la importancia de un acto está en el peso que le das tú. Empecé escribiendo El hijo del capitán Trueno, que es la raíz primaria de todo lo que luego se convierte en Miguel Bosé, ese niño y adolescente del que nada se sabía pero en el que estaban escondidos todos los porqués de lo que le fue pasando después. Después vino la serie, que arranca justo donde acaba el libro y cuenta la etapa de mi vida que va hasta el momento en el que nacen mis hijos. Y, entremedias, mi autobiografía musical, con los secretos nunca contados, que mis fans querían conocer, sobre las sesenta canciones más importantes de mi carrera. Ya por último llegó el documental, donde se cuenta todo lo que se ha escrito de una manera divertida y para ratificar que todo lo dicho es cierto. Lo cuento yo en primera persona, con la ayuda de amigos y colaboradores. Es la parte más complicada, pero era ahora o nunca. Luego, también, decidí hacer la primera aparición pública en el programa Cover Night, para que la gente empezase ya a verme después de esa ausencia tan larga.

¿Y ahora qué, Miguel?
Ahora se están preparando otras cosas que irán saliendo de aquí a finales del año próximo. Hablo de más material musical, más escritura, más presencia en televisión y, ya hacia final de año, una gira. Y todo eso que te explicaba antes es la operación que decidí abordar meticulosamente y planificar para que fuese algo dosificado de forma correcta, constante, positiva y alegre.

En Bosé, renacido habla de lo mucho que llegó a agobiarle el fenómeno fan que generó su carrera. ¿Seguiría escogiendo el mundo del espectáculo si pudiera dar marcha atrás?
[Piensa la respuesta durante unos segundos] Ya lo he hecho. Ya lo hice. Si esta vez pudiese ser biólogo marino, sería feliz.

¿Alguna vez necesitó ayuda psicológica para gestionar la presión de la fama?
Sí, sí. En una ocasión solamente. Las ayudas son necesarias, porque uno no tiene las herramientas para poder afrontar determinadas cosas que, además, no sabe entender. Aunque las ayudas se pueden obtener de diversas formas. A uno le puede ayudar a solucionar algo el hacer un viaje con amigos. Pero sí, hay algunas que sí deben venir de parte de profesionales.

¿También se ha sometido a terapia para abordar los malos tratos y la sensación de abandono que experimentó durante su infancia?
En mi época, o entendías y solucionabas las cosas tú solo, en tu cabecita, o lo arreglabas a base de peleas, y ahí la rabia la sacas ya en las calles, en las que todavía se podía estar, jugando partidos de fútbol o lo que fuese. Uno solucionaba las cosas con las pocas herramientas que tenía. Si no, estabas jodido, claro.

Firmó su primer contrato discográfico con la esperanza de alcanzar la independencia financiera y para poder retirar a su madre del cine. ¿Fue ella la verdadera mujer de su vida?
No. A ver, una madre es una persona a la que quieres mucho, pero todas suelen ser muy pesadas, muy obsesivas y muy preguntonas. Eso es como cuando se dice 'Soy tu padre y soy tu amigo'. No, mira, tú eres mi padre y eres mi padre. Mujeres de mi vida ha habido otras, fantásticas y bellísimas. Mi madre ha sido mi madre, y ya con eso hubo bastante.

Lucía Bosé solía repetir aquello de ‘¡La familia es un coñazo!’. ¿Suscribe su opinión?
No, eso es una frase, de mujer divina, que formaba parte de su personaje. La familia es la base y la columna de absolutamente todo. Yo soy pro familia. He tenido una familia muy complicada, pero da igual. No tener familia es algo horrible. Mamá, papá, abuelos... Hay diferencia entre un chico que crece con abuelos y otro que crece sin ellos. También son importantes los tíos, las tías, los primos, las primas, los sobrinos... Yo he tenido una gran familia, mitad española y mitad italiana, y sigo teniendo relación con casi todos ellos, o con todos. La familia no es un coñazo, sino una bendición.

Ha dicho que fue al convertirse en padre cuando se dio cuenta de cuál era el amor verdadero.¿Ninguna pareja le había hecho llegar a descubrirlo?
¿Sabes qué pasa? Que cuando estás enamorado piensas que ese amor que sientes es el de verdad, el más grande, porque es algo que te quita el aire y hace que no sepas estar sin ella o sin él. Luego, de repente, llegan los hijos un buen día y un espacio que tenías aquí al lado, pegado a ti pero invisible, se materializa, y tú empiezas a sentir cosas que superan absolutamente a todas las que habías sentido hasta ese momento. Es entonces cuando aparece lo que no sabías que era el amor de verdad, porque es amor a cambio de nada. Es el amor más limpio y puro. Solo lo conoces cuando tienes hijos. Estamos aquí en la tierra para descubrir eso, el amor verdadero.

Miguel BoséJenn Pochat

Tiene fama de mostrarse borde y antipático con la prensa.
Eso me encanta [ríe]. Me gusta mucho que la gente piense que soy un borde, porque lo soy con los idiotas. Es que el periodismo ha caído a unos niveles de bajeza... Hay gente que viene a entrevistarte sobre un disco y que no se lo ha escuchado. Viene uno que te dice 'Explícame esta canción', tú le preguntas que cuál o qué parte de la canción, y entonces te responde que no sabe decirte, porque no la ha escuchado. En ese momento piensas 'Tú eres idiota'. Hay una falta de seriedad en el 95% de la gente de tu profesión. Mucha gente se merece que seas borde y que seas lo que a ti te apetezca ser, entre otras cosas, porque muchos van de listos y creen que tienen derecho a despreciar a aquellos que les damos de comer.

A mí me da la sensación de que se ha forjado esa especie de armadura emocional para que no le afecten algunas de las cosas que se dicen de usted.
No, no, eso me da igual. No sabes lo poco que me importa el qué dirán. Lo bueno es que no leo nada. Llegó un momento en el que dije 'Ya', y entonces no me llegan la mayoría de las cosas. Me parece más importante emplear esa energía en crear, en construir, en cocinar para mis amigos y en compartir enseñanzas con otros músicos. No me importa lo que se diga porque, además, yo conozco mi vida, sé lo que hago y también lo que quiero en ella. Cualquier otra percepción estará siempre condicionada por esa persona que habla de ti y a la que a lo mejor no le caes bien ya de entrada.

En el cuarto episodio del documental comenta que sus hijos se sienten mexicanos cien por cien. ¿Se ve volviendo a vivir en España?
A España voy a volver siempre. He estado veraneando en Mallorca, y pienso que el Mediterráneo es el mar más bello de todo el mundo. Yo soy europeo y español. Lo que pasó es que, en un determinado momento, tuve que tomar una decisión por cuestiones de trabajo. Decidí estar más cerca del bloque de mercados más grande, el que va desde Estados Unidos hasta Argentina. En España el mercado fue cayendo y desapareció casi por completo, aunque es cierto que ahora se está recuperando. Teniendo hijos pequeños, lo de estar yendo y viniendo, o quedarme mucho tiempo por allí, iba a ser un dolor, así que tomé la decisión de dar el salto. ¿Volveré a vivir allí? Seguramente sí, pero no sé cuándo. Mis hijos están en secundaria, pero en cinco años estarán en la universidad y tendrán sus novias, sus amigos, sus independencias... Se irán a estudiar a otros países y, probablemente, yo no querré estar solo aquí. Pero bueno, esto es una suposición, porque yo aquí en México estoy de maravilla. Amo este país y amo a los mexicanos. Aquí me han dado muchísimo.

Miguel BoséBosé Renacido / Cecilia Bayonas

¿Se arrepiente de algo, Miguel?
Creo que sería un necio si me arrepintiese de algo. Creo que las cosas que he hecho, he permitido y he deseado, en el fondo, las he sabido entender. Lo importante de la vida está en saber entenderla, para así poder extraer conclusiones y crecer. Si me preguntas si haría algunas de las cosas que peor me han tocado, te diría que creo que estaba en mi línea de vida el que yo pasara por ellas. Te das cuenta de por qué te han llegado.

¿Y cómo afronta la madurez?
La afronto muy bien. Los años te dan mucha lucidez y experiencia. El disco duro está más lleno. Cuando tienes que dar un paso o tomar una decisión, lo haces de forma más fácil, a veces incluso de manera más automática.

Para un hombre como usted debe de ser duro cumplir años.
Hombre, sigo siendo atractivo, ¿no? Imagina que yo ahora te estuviera hablando con la cara y el pelo que tenía a los dieciséis años... Habría ahí un desfase. Cada edad tiene cosas absolutamente maravillosas. La verdad es que no he sido muy consciente de lo pibón que fui cuando era adolescente, o de lo guapo que era cuando era joven. Luego pasa el tiempo y la genética que tienes hace que tengas buena piel y demás. Las arrugas aparecen, pero tú te las has ganado. Te han costado mucha risa, mucho enfado... Pienso que esas arrugas de expresión aportan mucho a una cara. Esta mañana me estaba peinando y me fijaba en que todo mi pelo es de color plata ahora. Pensaba 'Qué bien, no me había visto esto'. Pues bueno, se volverá blanco después. Será bello igualmente.