El extenso legado de Fofó y Los Payasos de la Tele: dos generaciones de artistas y una compleja relación familiar

Se cumplen cien años del nacimiento de uno de los payasos más populares, Alfonso Aragón, Fofó. Su descendencia continúa hoy su tradición, medio siglo después de su desaparición.
'Los payasos de la tele' Gaby Fofó Miliki y Milikito  en la dcada de los 70.
'Los payasos de la tele', Gaby, Fofó, Miliki y Milikito (Emilio Aragón) en la década de los 70.RP,FotoWare FotoStation

El 22 de junio de 1976 falleció Fofó, a consecuencia de una hepatitis B contraída en el hospital en el que había sido operado de un tumor cerebral aparentemente benigno. Cuatro días más tarde, el 26 de junio, Miliki, Gaby y Fofito se dirigieron a los niños que asistían desde sus casas a la emisión de El gran circo de TVE para explicarles por qué ese sábado el popular payaso no los acompañaba en el plató. “Hay una cosa muy importante que queremos deciros. Fofó está muy contento, está muy feliz. No está aquí con nosotros porque en el cielo hay muchos niños que lo esperaban y él, voluntariamente, se ha ido al cielo a cantar canciones a todos los niños que están en el cielo, pero está contento él y estamos contentos nosotros”, comentaba Gaby, y Miliki continuaba: “Queremos que estéis contentos todos los niños de España, así que vamos a comenzar el programa de hoy”. Comencemos pues.

Fofó, nombre artístico de Alfonso Aragón Bermúdez, había nacido el 8 de febrero de 1923 en el municipio murciano de Ulea, durante una de las giras del circo en el que trabajaba su familia. La madre era la acróbata ecuestre Rocío Bermúdez Contreras y el padre, el payaso Emilio Aragón Foureaux, que formaba, junto con sus hermanos Teodoro y José María, el prestigioso trío Pompoff, Thedy y Emig.

Además de Fofó, el matrimonio entre Rocío Bermúdez y Emilio Aragón tuvo seis hijos, entre ellos, Gabriel y Emilio Aragón, con los que el artista formaría Gaby, Fofó y Miliki. Tras actuar en el mítico Circo Price y recorrer diferentes ciudades españolas, en 1946, fallecido Emilio Aragón Foureaux, los tres hermanos decidieron probar suerte en América, continente en el que obtuvieron un enorme éxito gracias a la televisión, medio novedoso en la época que les reportó tanta popularidad como dinero.

En 1975, ya de vuelta a España y siendo estrellas de la principal cadena de televisión de las dos que había en el país, el diario ABC publicó un amplio reportaje sobre Gaby, Fofó y Miliki escrito por Pilar Urbano en el que se repasaba la carrera de los artistas y en el que se incluían algunas declaraciones. Una de las respuestas más llamativas era la dada por Gaby a la pregunta de Urbano sobre si habían conseguido recuperar el millón de dólares que, supuestamente, habían dejado atrás cuando tuvieron que marcharse de Cuba por el éxito de la Revolución liderada por Fidel Castro.

“Nos recuperamos con creces. Hace mucho tiempo que somos ricos. No solo cobramos lo de TVE, sino que tenemos royalties de muchísimas otras producciones, repartidas por el mundo: libros, discos, películas, series de televisión, ropa de niños, muñecos... ¡hasta vitaminas con nuestros nombres! Y tenemos propiedades en Florida, Cuba, Estados Unidos…”, reconocía Gaby, a lo que Urbano repreguntaba: “¿Por qué siguen trabajando a ese ritmo, pues?”. “Porque nos gusta el payasismo. Porque creemos que el mundo necesita que le hagan reír 'con buena idea”, concluía Gaby.

La muerte de Fofó no acabó con esa vocación de hacer reír, como tampoco lo había hecho en el pasado cuando se produjeron las muertes de Pompoff, Thedy y Emig. No obstante, lo cierto es que desde la desaparición del popular payaso las cosas ya no fueron iguales para Gaby, Miliki y Fofito, hijo de Fofó que, en 1971, había comenzado a actuar con su padre y sus tíos cuando estaban afincados en Argentina.

“Cuando murió Fofó ya nada fue igual, el trío empezó a desmembrarse. Le dimos entrada a los hijos en el grupo y Emilio Aragón, el hijo de Miliki, nos separó. No me alegró la idea, siempre existe el dolor cuando dos hermanos se distancian, pero aquí pesó el egoísmo de los hijos […]. Al principio la cosa funcionó bien pero un buen día Emilio padre, Miliki, me dijo que debíamos separarnos, que él tenía que dedicarse a sus hijos”, recordaba Gaby que, tras la salida del grupo de Miliki y Milikito, siguió actuando con sus sobrinos Fofito y Rody, e incluso lanzó Los Gabytos, un grupo musical y actoral formado con cinco de sus diez hijos que, a día de hoy, sigue en activo.

Más que los roces inevitables en toda relación familiar, a partir de la muerte de Fofó lo que se puso de manifiesto fueron las diferentes formas de concebir el mundo del espectáculo por parte de los Aragón. Mientras que Gaby y sus hijos seguían apostando por el circo clásico, la carpa y la vida nómada, Emilio Aragón, tanto el padre y el hijo como Rita Irasema, se decantaron por un modelo de espectáculo de corte anglosajón. Si bien siguieron haciendo espectáculos dedicados al público infantil que explotaban el repertorio y las rutinas de Los Payasos de la tele, también pusieron en marcha espectáculos como los musicales Carlitos y Snoopy, dirigido por Emilio Aragón padre en 1985, o Barnum, interpretado en 1984 por Emilio Aragón hijo, que también demostró su talento como compositor, cantante, humorista, presentador de televisión y entretenedor antes de convertirse en un reputado empresario del sector audiovisual gracias a la empresa Globomedia, una de las grandes productoras audiovisuales de Europa.

Los Gabytos.

David Benito/Getty Images

Pero, ¿y qué pasó con los hijos de Fofó? El payaso del que hoy se cumple el centenario de su nacimiento se casó con Juana Sac, con la que tuvo cuatro hijos, dos de los cuales, Adolfo y Rodolfo, continuaron la carrera artística del padre en una línea semejante a la seguida por Gaby y sus hijos.

Alfonso Aragón Sac, Fofito para el mundo del arte, nació en La Habana en el año 1949. Tras realizar estudios de música, participó en los diferentes espectáculos de su padre y sus tíos hasta que, a principios de los años 70, se incorporó definitivamente al grupo. Desde entonces, no ha dejado de trabajar, hasta el punto de declarar al diario El País en 2022: «No me retiraré nunca». Especializado en el papel del payaso cómico, rol que ha desarrollado en circo, teatro y televisión, en ocasiones puntuales ha encarnado personajes diametralmente opuestos, como cuando en 2005 Santiago Segura lo seleccionó para interpretar a uno de los malos de Torrente 3: El protector, o cuando, en 2010, Álex de la Iglesia lo eligió para interpretar al Augusto, ese payaso listo que acostumbra a llevar la cara pintada de blanco, de Balada triste de trompeta.

Como es de suponer, en una carrera tan amplia y extensa también ha habido altibajos e incluso escándalos. En 1994, Fofito, junto a su hermano Rody, se vio envuelto en una polémica por La canción de los hijos, uno de los temas incluidos en el disco ¡Mamma mía!, que fue denunciado por incitar a la violencia infantil y al suicidio, debido a unas estrofas que decían: “Se toma la manita de la parejita, se tuerce quince veces a la derecha, se meten los deditos en los ojitos. Adelante y atrás, un, dos, tres. Torcida la manita, hundidos los ojitos, vamos ahora a continuar / Se quita el zapatito, clava el piececito con unos clavitos, plas, plas, plas. Con un alfilerito se pincha el ombliguito solo cuatro veces / Con una tijerita bien afiladita, cortar la naricita casi al ras. Morder el labiecito con los dientecitos, dar un puñetazo en el maxilar”. La polémica, que incluyó una investigación por parte del Defensor del pueblo, finalizó cuando los artistas pidieron disculpas, retiraron el disco de las tiendas y se comprometieron a no volver a interpretar la canción en sus espectáculos.

Por su parte, Rodolfo Aragón Sac, popularmente conocido como Rody (La Habana, 1958), debutó con apenas diez años en la televisión venezolana, pero su éxito en España llegó en 1981, cuando sustituyó a Emilio Aragón hijo en el espectáculo familiar interpretando un personaje que, en la actualidad, será casi tan ofensivo como La canción de los hijos.

Se trataba de un negro que hablaba con acento cubano y para cuya caracterización Rody había recurrido a un blackface, es decir, a pintarse la cara de negro y resaltar sus labios con pintura blanca o roja. Tampoco estaría muy bien visto ahora una de sus aventuras empresariales: la de traer a España la franquicia Hooters, cuando la cadena de restaurantes estadounidense solo empleaba camareras que, además, iban con ropa extremadamente ajustada. Una dinámica que ya ha sido eliminada en Hooters al incorporar a la plantilla a camareros hombres aunque, eso sí, igual de ultraceñidos.

Además de Rody y Fofito, las tres hijas de este último también se han dedicado en algún momento de su vida al espectáculo. La que más relevancia ha obtenido ha sido Mónica Aragón, nieta de Fofó, que, además de trabajar en espectáculos junto a su padre, llegó a participar en la serie Médico de familia, creada por su tío Emilio, lo que demuestra que las relaciones entre la familia Aragón no son tan malas como se ha informado en diferentes ocasiones. Por ejemplo, cuando Fofito acusó a su primo Emilio de boicotear sus proyectos artísticos o cuando, en 1999, coincidieron en el mercado un disco homenaje a Fofó que incluía las canciones más conocidas de los payasos de la tele y el disco A mis niños de 30 años, en el que Miliki grabó casi el mismo repertorio acompañado de artistas internacionales como Miguel Bosé o Celia Cruz.

Fofito, uno de los payasos.

Europa Press News/Getty Images

Aunque los medios publicaron unas declaraciones atribuidas a Rody en las que el payaso acusaba a su tío Emilio de haber copiado el proyecto y, en consecuencia, perjudicar el homenaje a Fofó, Emilio Aragón padre, Miliki, zanjó la polémica declarando que estaba convencido de que Rody no había afirmado eso y que el supuesto conflicto no era más que una lamentable campaña de marketing que pretendía sacar rédito económico sin importar que eso pudiera afectar a la relación familiar de los Aragón.

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