Hablar rápido y de forma acelerada, no siempre es visto como una manera efectiva a la hora de comunicar una idea. Si es de esas personas que dice lo primero que le llega a la mente, de manera rápida y acelerada, entonces puede que esté teniendo un trastorno del habla mejor conocido como la taquilalia.
Es cierto que las personas que hablan rápido tienen la capacidad de pensar rápido y aportar buenas ideas, sin embargo no siempre suelen ser los mejores elocuentes, a la hora de transmitir un mensaje. Esto, porque al momento de una persona emitir información con muchas palabras y rápidamente, estas suelen atropellarse, sin llegar a la idea central de lo que se quiere transmitir.
Te puede interesar: La llegada inminente de la bioimpresión de órganos en 3D
Según expertos, la población que habla rápido, alto y de manera acelerada, no tiene la capacidad de filtrar todo lo que pasa por su mente referente a un tema en específico, además de que no da espacio a la respiración y mientras está hablando, la información puede ser malinterpretada por quien le esté escuchando.
Además, hablar de esa forma puede mostrar los siguientes inconvenientes: tono de voz alterado, el tema central de lo que se habla puede pasar inadvertido, puede presentar muletillas o rellenos durante su discurso, dejando incomprensión del mensaje en el oyente.
De acuerdo con el sitio web psicologíaymente, esta manera de hablar conocida como taquilalia, se refiere a un trastorno del habla que se presenta por una rapidez excesiva del hablante y se caracteriza por la emisión de palabras a un ritmo acelerado que suprime las sílabas y sonidos, trayendo como consecuencia una contrariedad al momento del receptor interpretar lo que el hablante quiere transmitir.
Este tipo de trastorno del habla suele aparecer desde la infancia y puede estar relacionado con problemas de socialización y comunicación del individuo. En el caso de los niños, se puede observar un habla acelerada y rápida con palabras acortadas y sin vocalización.
Si esto le sucede a un adulto, es aún más fácil de manejar, pensando bien antes de transmitir una idea y buscando las palabras adecuadas previo a emitir el mensaje.
Muchos expertos de la psicología infantil destacan que los principales causantes de los trastornos del habla obedecen a la presión externa de emitir un habla comprensible, especialmente cuando la persona muestra dificultades para comunicarse, que están fuera de su voluntad.
Según la fuente citada, al igual que en otros trastornos del habla, la taquilalia es un patrón de comunicación multicausal, el cual puede derivarse de distintos factores como el tipo de crianza, esquemas de afrontamiento ante situaciones de estrés, trastornos de ansiedad, manifestaciones por condiciones de salud, discapacidad, entre otros.
Mindic Psicología y Salud, describe a la intervención logopédica como la mejor manera de tratar la taquilalia, este tipo de tratamiento está basado en concienciar al hablante acerca de la velocidad y falta de claridad en la que se expresa, para que este pueda crear un autocontrol por medio de ejercicios que ayuden a potenciar la buena articulación y el ritmo fluido de las palabras.
La taquilalia se puede tratar, mejorar y manejar, en la medida en que las personas que lo padecen, se vayan comunicando.
Puedes leer: Conozca el “baby blues” el trastorno que acompaña a la depresión luego del parto
Antes de emitir una idea, primero deben filtrar las palabras en su mente y luego expresarla de manera clara y pausada dando espacio a la respiración, para poder transmitir un mensaje claro, preciso y fácil de interpretar por el receptor.
Los pasos a seguir para reducir el habla acelerada son: control y manejo de las emociones derivadas por la ansiedad y el estilo de vida, pensar cómo el oyente va a interpretar su mensaje, agregar pausas en los momentos adecuados y tomarse un tiempo para respirar. Por último, enunciar cada palabra de manera clara.
