Celebridades

Un nuevo documental desvela el motivo real por el que Britney Spears se rapó en 2007

'Britney Spears: Breaking Point' entrevista a los implicados en aquel suceso para descubrir toda la verdad tras este hito en la historia del pop.
Britney Spears Femme Fatale
Britney Spears Femme Fatale. Sin amigos, ya sin marido y sin custodia de los niños, Spears necesitaba un lavado de imagen urgente y a la desesperada. Pensó que afeitándose la cabeza sería más fácil eliminar toda esa maldita "roña" que había manchado su pulcra imagen de Lolita provocativa y, maquinilla en mano, se reconvirtió en el hombre calvo que limpia casas.GTRESONLINE

En febrero de 2007 Britney Spears protagonizó uno de esos momentos históricos capaces de marcar a una generación: en plena crisis nerviosa, la cantante entró en una peluquería de Hollywood y, maquinilla en mano, se rapó el pelo al cero mientras los fotógrafos documentaban el proceso desde el escaparate sin dar crédito a lo que estaban viendo.

El problema es que por aquel entonces nadie se preocupó de entender por qué la princesa del pop había hecho algo así. La salud mental no era tratada con el mismo respeto con el que se hace ahora, de ahí que aquello se tratara informativamente más como una nueva extravagancia de Spears que como una señal de alarma.

Por fortuna, la sensibilidad del público hacia estos asuntos ha cambiado radicalmente. Al menos así lo consideró la propia Britney en 2017, cuando justo el mismo día que se cumplía el décimo aniversario de aquella fatídica noche publicó en redes que se sentía “bendecida” por haber superado aquello y verse convertida en una “mamá muy afortunada”.

Pero lejos de zanjar el asunto, todavía quedaba pendiente conocer el motivo real por el que la cantante se rapó al cero. Que sí, que fue porque tuvo un ‘breakdown’ mental, pero faltaba una explicación más concreta. Y anoche la televisión británica emitió un documental en el que la primera persona con la que Britney habló tras quedarse voluntariamente calva contó lo ocurrido.

Se trata de la tatuadora Emily Wynne-Hughes, a cuya tienda entró Britney esa noche con la capucha de la sudadera puesta huyendo de la nube de fotógrafos. “No estaba segura de qué estaba ocurriendo ahí fuera. Parecía como si hubiera una revuelta callejera. Y de repente, la puerta se abrió lentamente y entro ella”, recuerda la tatuadora en este documental llamado Britney Spears: Breaking Point.

“Me di cuenta enseguida de que Britney no tenía pelo. Le pregunté por qué se había rapado, y su respuesta fue un poco rara”, continúa. “Simplemente no quiero que la gente me toque el pelo. No quiero que nadie toque mi pelo. Estoy cansada de que todo el mundo lo haga”, respondió Britney, que evidentemente concentró en ese hecho la sensación de sentirse un juguete usado por la opinión pública. Misterio resuelto.

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