Tratar con compañeros irrespetuosos es un arte en sí mismo: el jefe te hará quedar bien frente a un equipo reunido, un compañero te dará un corte en una reunión y otro tratará de intimidarte con comentarios desagradables. A menudo te faltan las palabras justo cuando más las necesitas.
Compañeros irrespetuosos: No respondas a la mala educación con mala educación
Mucha gente no es espontánea, la respuesta correcta a menudo nos viene a la mente más tarde, cuando la situación ya ha pasado. Entonces nos enfadamos: no sólo con la persona que te trató irrespetuosamente, sino también contigo mismo, por no reaccionar. Está bien, no todo el mundo tiene que ser simplista. Pero hay algunas estrategias para tratar con gente maleducada que pueden aplicarse a diferentes situaciones.
Lo más importante es no responder a la grosería con grosería. Este comportamiento se combate mejor con amabilidad - así es como salvas el tipo y no te rebajas al nivel de la otra persona
No adoptes el comportamiento grosero de otras personas y sobre todo no dejes que te estropee el humor. De lo contrario, el bucle seguirá y seguirá: alguien te hará una faena en el coche, vendrás al trabajo de mal humor y le dirás algo a tu compañero, quien a su vez llevará el mal humor a otro compañero y así sucesivamente.
El hecho de que otras personas te traten mal rara vez tiene que ver contigo como persona. Por lo tanto, no te tomes ese comportamiento como algo personal, por muy difícil que sea. No te dejes golpear por una actitud que no sólo es descuidada, sino que puede estar diseñada para herirte o humillarte.
Si es posible, deja que el comportamiento maleducado caiga en saco roto. Nadie está obligado a responder a un comentario estúpido, solo a alejarse. Esto funciona mejor en público que en el trabajo, por supuesto.
Pero también en el trabajo tienes la posibilidad de no involucrarte en tal comportamiento de primeras. En lugar de justificarte o reaccionar de manera grosera, a menudo se puede desactivar la situación poniéndole fin. Alejarse no es por supuesto una buena idea en el trabajo, pero puedes señalar educadamente que la conversación ha terminado o decir que considerarás hacer un comentario. También puedes fingir que tienes una reunión o una cita telefónica, dependiendo de con qué te sientas más cómodo.
En muchos casos, una maniobra evasiva de este tipo es una buena manera de conseguir escaparte, pero en otros casos estimula aún más a los demás. En este caso, huir hacia adelante ayuda. Puedes preparar las frases para esto de antemano y practicarlas adecuadamente. Confronta a la otra persona haciendo preguntas supuestamente incrédulas relacionadas con la situación: “¿De verdad acabas de decir que…” o “¿En serio me preguntas si..."? Idealmente, esto molestará a la otra persona y se darán cuenta por sí mismos de cómo se están comportando.
Pero a veces los demás no quieren que digas nada. La persona con la que estás hablando puede interrumpirte mientras sigues haciendo preguntas, por ejemplo, diciendo que no necesita justificarse. No te dejes atropellar, pero señala que quieres terminar tu pensamiento ahora y que es tu turno de hablar.
También te puedes dirigir directamente a esta persona para así liberarte de la situación. Así que puedes decir: "Estoy seguro de que no era tu intención ser grosero, pero es la impresión que has dado”. Si eliges esta opción, es mejor actuar directamente.
Si sólo abordas esta situación después, de repente parece convertirse en algo mucho más grande. Si te faltaron palabras en el momento, considera si realmente vale la pena hablar de la situación después. Sin embargo, si los compañeros irrespetuosos se comportan regularmente de manera inapropiada contigo, es hora de una charla.
Si no entiendes lo que está pasando, trata de aclarar la situación y los antecedentes: pregúntele a la otra persona cómo se le ocurrió un comentario punzante o si no lo estás entendiendo. También pregunta qué es lo que intenta decir con esa frase.
A veces ese comportamiento es también una señal de que alguien no se siente bien. Si algo no está bien, nos irritamos, tendemos a regañar y a quejarnos - y no todos se dan cuenta de que se están comportando de esta manera. Si tienes un poco de confianza con la otra persona, puedes preguntarle si todo va bien, preferiblemente con algo de distancia de la situación actual.
Si alguien es sistemáticamente desagradable, no deberías aceptarlo. No permitas que los demás te traten mal a largo plazo y ponle solución. No deberías tomar todo lo que puedas conseguir. Si tus propias estrategias no funcionan, no dudes en buscar apoyo, por ejemplo, de tu supervisor.
*Este artículo se publicó originalmente en GQ Alemania.
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