La marca italiana Bizzarrini no es demasiado conocida en la actualidad, pero en los años 60 del siglo pasado vivió una gran época de esplendor. Se fundó en 1964 en Livorno para fabricar vehículos deportivos de lujo. En 1965, la edición Corsa del 5300GT fue diseñada por el mismo Giotto Bizzarrini en la búsqueda decidida del éxito en las carreras y ganó su categoría en las 24 horas de Le Mans, dando más de 300 vueltas a una velocidad media de 170 km/h.
1966 fue el, año del P538 y del 5300 GT Spyder. Un suntuoso prototipo plateado completamente abierto con faros carenados fue seguido por dos ejemplos más, ambos con una columna central de estilo Targa. El único P538 cerrado se creó y recibió el nombre del propietario que encargó el diseño, el Duca D'Aosta. El príncipe Amedeo, miembro de la familia real italiana, deseaba tener un coche de carreras formidable que pudiera usarse a diario en la carretera.
En 1968 creó el Bizzarrini Manta para el Salón del Automóvil de Turín. El Manta evitó las curvas fluidas por un enfoque futurista más geométrico. Con un puesto de conducción central, flanqueado por dos pasajeros, el concepto Manta fue verdaderamente innovador.
Pasados los años de gloria, la marca Bizzarrini y su propiedad intelectual han cambiado de propietario varias veces. Varios de ellos han tratado de resucitar la marca con la creación de prototipos interesantes hasta principios de la década de 2000. En 2020, se formó una nueva empresa Bizzarrini, después de una transferencia de propiedad y se embarcó en la estrategia para devolver la marca a su prominencia en el mundo automotriz.
2023 va a ser el año en que la firma italiana vuelva a dar que hablar en la industria automotriz: ha presentado su primer superdeportivo nuevo, llamado Giotto, en honor al fundador de la compañía. La belleza de edición limitada cuenta con el estilo de Giugiaro y la promesa de un gran rendimiento.
El vehículo tiene un V12 de motor central de aspiración natural. Este es un guiño al legendario Lamborghini V12, un motor que tuvo tanto éxito que la marca lo usó durante décadas. Lamborghini contrató a Bizzarrini para diseñar la obra maestra, que pasó a impulsar a leyendas como Miura, Countach y Murcielago. Además, utilizará una transmisión de doble embrague de ocho velocidades. Chris Porritt, el hombre que una vez dirigió las divisiones de ingeniería de Aston Martin, Tesla y Rimac, supervisará el desarrollo del tren motriz como CTO de Bizzarrini. Contará con una estructura de carrocería compuesta que cumplirá con los estándares de seguridad, junto con paneles de carrocería de fibra de carbono livianos para garantizar un rendimiento aún mayor.
Bizzarrini ha elegido diseñar el Giotto después del icónico 5300 GT, un automóvil que el fabricante de automóviles ha revivido desde entonces con una producción especial. Al igual que el automóvil en el que se inspira, el Giotto fue diseñado por Giorgetto Giugiaro y su hijo, Fabrizio.
Su diseño exterior resulta espectacular. A partes iguales, radical y elegante, el Giotto no se parece a nada, aunque tiene un ligero parecido con el Bugatti Centodieci en la parte delantera. Las ventilaciones dobles montadas en el capó que se encontraban en los Bizzarrinis de los años 60 se han transformado en una característica de estilo y ahora albergan los delgados faros. Entre ellos, luce radiante el logo de la marca. El pilar B triangular y el exclusivo parabrisas trasero del 5300GT inspiraron el perfil lateral del Giotto. Mientras que la parte delantera sugiere una ruptura silenciosa, la parte trasera es más fluida y se estrecha suavemente para una forma más aerodinámica.
El director ejecutivo de la compañía ha avanzado que el Giotto es parte del plan de diez años de Bizzarrini para seguir fabricando modelos de renacimiento adicionales y más deportivos.
