Portada GQ

Aitana: “Nadie me va a quitar sobre el escenario la seguridad que yo misma he conseguido con mi terapia. Miradme, lo voy a hacer todo el rato y me da igual lo que me digáis, me lo estoy pasando bien y me siento sexy”

El periplo que Aitana ha emprendido en aras de conocer su identidad propia es uno de los más fascinantes del pop español. Hablamos con la artista de su glorioso asalto al Bernabéu, su esperado cuarto álbum de estudio e intentamos desgranar la anhelada fórmula del triunfo, la cual cualquiera pensaría que ella conoce al dedillo.
Body Maison Margiela. Zapatos Dolce  Gabbana.
Body Maison Margiela. Zapatos Dolce & Gabbana.Enanei

Aitana (Barcelona, 1999) tiene mil personalidades y todas encajan misteriosamente. Sentarte con ella a charlar de forma distendida es tan afable como pasmoso. “Me canso de todo muy rápido”, recalca varias veces durante nuestra cita. Y si ahondas un poco en su día a día, entiendes a qué se refiere. Popstar, prescriptora de tendencias –incluidas las capilares–, actriz, imagen de una muñeca Nancy, sorpresiva dj y otras tantas y antagonistas facetas que, afortunadamente para el misticismo que todavía despiertan seleccionados ídolos de masas, quedarán sin desvelar ante el ojo público. “Si no hubiese sido cantante, me hubiese encantado dedicarme a Bellas Artes, que era mi asignatura favorita, todavía tengo los libros del colegio. Ahora también he vuelto a pintar”, me confiesa mientras le hacen la manicura con la que posará horas después en las fotos de este artículo. Su vida es una espiral de éxito y misterio, una maquinaria que lleva sin detenerse desde que saliera de la academia de Operación Triunfo en 2018, donde se expuso en un canal 24 horas que hoy dista lejano de sus intereses. Pero, aun con toda la información que podemos obtener de ella, ¿conocemos realmente a Aitana? “Me siento cómoda con mi imagen pública. Lo que sí es cierto es que la gente cree conocerme mucho, y lo que ven de mí es real, pero hay mucho más”. Y sofistica un poco más la reflexión: “Desde el principio he sido una persona que me he sentido muy querida, pero también que han criticado bastante. Siempre he llevado este asunto un poco mal, me he llegado a quitar las redes porque en algún punto me han generado mucha inseguridad, aunque este año he pasado un poco más de todo”. No es que lo que digan de ella le dé igual, pero le preocuparía mucho más sacar un concierto y que no se vendieran entradas, porque eso significaría que estaría haciendo algo mal.

Camiseta Adidas. Falda y zapatos Prada. Panties Maison Margiela.Enanei

Si algo también recalca durante nuestra conversación es, precisamente, un mantra que Cindy Lauper popularizó en 1983: ahora sólo quiere pasárselo bien… y no está dispuesta a que nadie le arrebate este primigenio deseo. “He manejado sorprendentemente bien los comentarios y opiniones acerca de mi evolución artística, y no creo en absoluto que el poder y la fama me hayan arrebatado mi inocencia o dulzura, sino que todo es una consecuencia de mi trabajo”. Lo que nos lleva a debatir, inevitablemente, acerca de la continua persecución de la Prensa hacia su persona –y, por ende, también con quien se le relaciona–: “Yo siempre he sido muy  espontánea, y ahora tengo que tener un poco más de cuidado, porque enseguida sale cualquier cosa. Sin embargo, si hay algo de lo que me he dado cuenta, y va a pasar en este 2024, es que ya me da igual lo que se diga de mí. No me importa cuántos novios me pongan, que cada uno piense lo que quiera, no puedo estar justificándome todo el rato”, advierte lacónicamente. Y es que ahora su prioridad, además de seguir enfocada en su favorable trayectoria musical, encaja a la perfección con la de cualquier persona con 24 años: “Estaré centrada en mi trabajo, pero también quiero disfrutar, no estar pendiente de si me van a hacer una foto o de lo que la gente pueda pensar. No quiero que nada me limite, tampoco las cámaras. Por primera vez en mi vida estoy soltera y no estoy haciendo nada malo, simplemente estoy disfrutando con mis amigos y quiero pasármelo bien”. Acto seguido, se hace el silencio. No hay quien pueda rebatir esta verdad tan absoluta como comprensible.

Sin embargo, aunque es vox populi que Aitana evita ahondar en asuntos personales, nos encontramos con la dicotomía de que su último disco, Alpha, contiene grandes tintes autobiográficos. De hecho, hay momentos del álbum en el que tienes la sensación de haberte inmiscuido en una conversación privada. Ella tiene claro dónde echa el freno: “El límite está en no decir exactamente qué temas son sobre mi vida personal y cuáles son sobre otras historias, incluso los que hablan de mí tienen también partes inventadas”, y remata con una sonrisa que le sale de forma espontánea: “Soy bastante celosa de mi vida privada, pero cada vez estoy más chill. Tampoco me voy a poner a subir fotos con chicos o algo así, porque me da vergüenza, pero si me pillan con cualquier persona caminando por la calle, lo único que puedo hacer es reírme”. Le pregunto acerca de si le parece halagador que su vida personal interese sobremanera, algo que no me sabe responder de forma tajante: “No sé si me halaga, pero sí me da curiosidad”. No obstante, lo que es innegable es que este intrusivo y en ocasiones indeseado interés aporta a su figura un valor mediático incalculable. “Soy consciente de ello, pero no sé si ese tipo de valor mediático es el mejor del mundo. La gente a la que más admiro, como Rosalía o Taylor Swift, siempre está centrada en la música aunque hablen de su vida privada. Así que he asumido que es algo que va a pasar y ya está”, concluye. Uno de los últimos titulares expandidos a mansalva en todo tipo de medios que ha protagonizado la relacionan con el apuesto cantante canadiense Shawn Mendes, uno de los rostros más populares de forma global entre la generación Z. Por primera vez, se aventura a dar una explicación acerca de este supuesto affaire: “Yo no he visto nada de lo que dicen, me lo contó mi madre porque he estado de vacaciones en Costa Rica y no he estado atenta al teléfono. Le dije ‘ah, déjalo’”, y se aventura a explicar el vínculo que los une: “Es un artista al que admiro un montón. Nos seguimos desde que nos conocimos hace ya cinco años, de hecho, le fui a ver cuando vino a Barcelona. Ojalá podamos componer juntos algún día”. Y siguiente asunto. Queda claro que nadie le va a aguar a Aitana la colosal fiesta que es su vida ni el momento dulce que atraviesa en todos los sentidos, y mucho menos un delirio concebido en Twitter. “En cuanto a mi vida personal, estoy muy tranquila y muy feliz, en un momento muy divertido y por y para mí, de no tener que dar explicaciones a nadie. De hecho, si vengo a Madrid es solo por mis perras (risas)”.

Abrigo y botines de pelo Bottega Veneta. Anillo Givenchy.Enanei

Además de los infundados titulares amarillistas que afronta con paciencia a diario, Aitana se enfrenta a finales de año a otro importante partido que marcará su corta pero fructífera carrera: su primer concierto en el estadio Santiago Bernabéu. Un parteaguas profesional que está fijado para el 28 de diciembre y que no ha servido sino para reafirmar que la catalana es la artista española que más entradas vende en nuestro país, por si todavía había quien lo dudaba –el año pasado llenó sin despeinarse tres fechas en el WiZink Center en Madrid–. Ahora quiere mucho más. “El Bernabéu es algo único en la vida, no tanta gente lo ha hecho y eso te hace estar insegura, porque ese estadio se tarda en llenar”. El tiempo exacto que tardó en colgar el cartel de completo fue de tan solo una hora tras el pistoletazo de salida de la venta general de entradas. La friolera de 65.000 personas, casi al unísono, no quisieron perderse lo que Aitana tiene por ofrecer en el campo de fútbol capitalino. La protagonista, irónicamente, vivió este éxito sin parangón con algo de jet lag: “Me enteré en Chile, y dado que yo ya no tengo Twitter en el móvil para no estar constantemente mirando cosas, no vi nada. Me llamó mi padre para decirme que la web se había caído y no se podían comprar los tickets. Al rato nos confirmaron que no es que la página estuviera fallando, sino que se habían agotado las entradas. Inmediatamente me puse a llorar, no me lo podía creer”.

"Cuando se planteó, venía de agotar tres Wizinks y una gira espectacular”, relata Cosme, padre de la artista y su actual responsable financiero. “Era el momento de presentarlo a la compañía. Yo tenía confianza absoluta en que lo llenaríamos, pero no tan rápido”. Y continúa: “Este concierto es la culminación de una fase de cinco años, el resultado del esfuerzo y el trabajo de Aitana como cabeza visible de su equipo. Es una satisfacción tremenda. Hace apenas unos años, estábamos yendo a Madrid a hacer el casting de OT, donde por primera vez vi esa emoción que jamás había visto en ella. Siempre supe que podría dedicarse a la música, de hecho yo escuchaba en el coche las covers que ella grababa en casa y se las ponía a todo el mundo que se montaba, pero esto es una bestialidad. Todo es fruto de su implicación”.

Enanei

A pesar del rutilante éxito del concierto decembrino, la intérprete lo tiene claro: no va a ofrecer una segunda fecha del mismo. “Sé que hay mucha gente con ganas de una segunda cita, pero no va a pasar en esta gira. Yo no soy una artista de estadios, este es el primero, y quiero ser fiel a mis palabras dado que prometí que éste iba a ser un show único. Soy ambiciosa, pero no en el mismo año, poco a poco”. Una decisión auténtica y honesta consigo misma que puede sorprender a cualquiera que no habite su piel. Su cita con el campo del Real Madrid es un espectáculo mastodóntico que empieza a dar forma a meses vista: “Mi idea es que sea un concierto largo, de unas tres horas, aunque la duración está aún por determinar porque no lo tengo del todo armado. Quiero llevar a muchos invitados, tener mis temas pero también añadir canciones de ellos”. Se siente cómoda y relajada, algo que no siempre ocurre en el devenir de sus entrevistas, y, a colación del Bernabéu, le abordo acerca del incremento mayúsculo del precio de las entradas de los conciertos de un tiempo a esta parte. Vuelve a sorprender: “Dije que si hacía un concierto en el Bernabéu, tenía que ser algo bastante asequible. Es una producción muy grande y quiero darle a la gente algo por lo que merezca la pena pagar ese precio, y si no puedo ganar dinero, no me importa nada. Siempre intento equilibrar el precio de las entradas con el nivel de producción que ofrezco y, obviamente, los beneficios oscilan en mayor o menor medida”.

Alpha, el tercer disco de estudio de Aitana lanzado el pasado otoño y que cerrará en el campo de fútbol, no dejaba indiferente a nadie. La propuesta, que se presentaba inicialmente en clave electrónica, mostraba a una artista más madura, ávida por explorar y dispuesta a dar un volantazo en su carrera. Así lo demostraba con el primer single, Los Ángeles. “Asumí bastantes riesgos sin darme cuenta. Para mí esta evolución era lo orgánico y lo natural, pero el álbum generó todo tipo de comentarios. Hay quienes se quedaron atrás porque quizá ya no conectaban tanto, y es normal, pero yo no me puedo quedar quieta, sería aburridísimo”. Su cuerpo, su mente y su corazón le pedían un cambio. Sin embargo, como segundo corte promocional, daba otro golpe en la mesa y presentaba el archiconocido hit Las Babys, un sample del Saturday Night fechado de 1993. Giraba de nuevo hacia un sonido más cercano al bubblegum pop que de paso le regalaba una de las coreografías más famosas de su trayectoria. ¿Qué había ocurrido detrás de este cambio sonoro?, ¿por qué parecía que había vuelto a dar un paso hacia atrás? “No quería que en el álbum fuera todo igual, me gusta que tenga varias influencias. A mucha gente le extrañó este cambio, pero es que yo soy ese tipo de persona”, y explica abiertamente el porqué de esta elección que tantas alegrías le ha dado: “Recuerdo que después del último concierto de la gira de 11 Razones, hicimos una fiesta a la que vinieron varios amigos que no eran de España. Cuando pusimos Saturday Night, que es mi canción de la vida, se quedaron flipando porque todos mis amigos y familia nos pusimos a bailarla. En ese momento fue cuando me propuse pedir los derechos del tema y hacer una versión que al mismo tiempo sirviera como un respiro en el tracklist del disco, un momento más distendido”.

Vestido de plumas The Attico.Enanei

Alpha ha servido para que Aitana se reafirmara como artista, pero también ha hecho las veces de bálsamo en otros muchos campos: “Esta era ha hecho que estabilice mi seguridad o, al menos, no mostrar mi inseguridad”, comenta. Y entonces, llegó miamor… y su controvertida coreografía plasmada en la gira. Es irónico porque Aitana, como cualquier artista de su generación, no persigue el viral, sino que el viral la persigue a ella. “Yo no entendía nada, leí lo que dijeron después del primer concierto en el que bailé miamor. Aunque lo curioso de todo esto es que el tuit que se viralizó provenía de una cuenta falsa, una supuesta madre ofendida que luego resultó ser un chico… ¡era un chiste, un meme!”, cuenta ensimismada todavía, pasadas ya semanas del jari. Empero, lejos de hacerse más pequeña, la reacción a este embrollo fue una auténtica declaración de intenciones: “Después de la polémica, me salió sin querer el gesto de señalarme los ojos antes de hacer la coreo en la gira, y dejé este guiño en el resto de conciertos porque quería decir ‘miradme, lo voy a hacer todo el puto rato y me da igual lo que me digáis, porque me lo estoy pasando bien, me siento sexy y todo el mundo que me conoce sabe lo que me ha costado a mí bailar y sentirme así encima de un escenario’. Nadie me va a quitar esa seguridad que yo misma con mi terapia he conseguido”. Como consecuencia, un tifón mediático de noticias –en ocasiones con tono paternalista– tildaron su evolución como una acaecida “de niña a mujer”. Un repetitivo sambenito que cada tiempo recae sobre ella cuando simplemente progresa e intenta avanzar. “Entiendo todos los titulares que salen, los clickbaits, el trabajo de la gente... y no lo juzgo, aunque a veces podríamos ser un poco más respetuosos. Ya no por mí, sino por mi familia, que me llama por teléfono preocupada. Estoy evolucionando, creciendo como mujer, y no me considero la misma persona que fui ayer ni tampoco la que seré mañana”. Ven por la polémica, quédate por la diversión.

Aitana ya está oteando el horizonte musical de cara a saber cuáles van a ser sus siguientes derroteros sonoros, y qué mejor forma de saberlo que pedirle directamente que me enseñe sus últimas búsquedas en Spotify. El resultado me deja más aturullado de lo esperado. Entre el repertorio actual que tiene en bucle se encuentra el tema Again, de Roger Sánchez, una pista de ritmo electrónico e influencias caribeñas; el disco Euphoria, de Enrique Iglesias –que data de 2010–, y Juan Luis Guerra, en concreto su tema La travesía. Un mejunje musical que adorna también con canciones hip-hop de los 90 a lo largo y ancho de una playlist que valdría oro para cualquier Aitaner. Pero, entonces, ¿por dónde nos va a sorprender? “Mi próximo disco va a ser pop también, pero será otra cosa distinta a lo que he hecho anteriormente. Será una mezcla entre 11 razones y Alpha, pero sin que tenga nada que ver con ellos”. Y anuncia: va a haber guitarras. “Mi siguiente tema saldrá a finales de febrero o principios de marzo y os va a encantar. Tiene inspiración en Olivia Rodrigo, pero con un toque más español”. En cuanto al cuarto álbum de estudio, verá la luz en 2025. Para la estética del mismo, algo que la de Sant Climent de Llobregat ha cuidado hasta el más ínfimo detalle anteriormente, tiene los ojos puestos en varias artistas internacionales como Taylor Swift y Miley Cyrus. Una gestación y manejo de la imagen que, desde luego, no cae de los árboles: “Tengo alguien nuevo en mi equipo con quien me siento y pienso en el arte, los colores, hacemos un brainstorming. Entre todos sacamos muchas ideas que luego se van desarrollando”. Y hablando de inspiraciones y acordes, sacamos del baúl de los recuerdos dos colaboraciones, ya grabadas, que el mundo todavía espera. La primera es la que hizo con C. Tangana hace años, cuando su tono era algo más naíf: “Con Antón hablo de vez en cuando, lo admiro muchísimo y me encantaría poder volver a estar con él en el estudio, pero la canción que hicimos no va a salir nunca. Yo tenía 18 años, fue un tema gracioso y ahora estamos en puntos muy distintos”, concluye segura. La segunda es la más reciente colaboración con Quevedo, de la que sí suelta más prenda: “Sabréis cosas pronto. Lo contará él, porque es suya. Creo que la gente va a flipar, es fuerte, muy guay, me encanta. Es un estilo más de Quevedo, pero obviamente con mi toque. La letra es muy empoderadora. Muchas veces, cuando se hacían colaboraciones de este tipo, era el hombre el que llevaba las riendas, pero aquí no”. Vamos un poco más allá y le sonsaco cuál es su actual featuring soñado. No lo duda: la colombiana Karol G. “¿Y Ana Mena?”, le interpelo, siendo esta una de las colaboraciones más solicitadas por el fandom de ambas artistas: “Con Ana he hablado alguna vez, nos enviamos mensajes, la admiro muchísimo y escucho sus canciones, pero todavía no hemos puesto sobre la mesa hacer algo juntas. Para que eso ocurra, lo importante es que haya una buena canción que funcione para las dos. Siempre que la haya, estoy abierta a colaborar”.

Top y falda Diesel. Anillo Givenchy.Enanei

Continuando la charla –ya tiene la manicura lista y el maquillaje que acompaña a esta sesión de fotos es apenas imperceptible debido a su reciente bronceado–, no tengo sino que preguntarle de forma forzosa por otro de los aspectos que más interés despierta en su persona y que a priori puede resultar banal: el pelo. Porque si en Estados Unidos a principios de siglo la masa seguía religiosamente a Rachel Green en cada corte y peinado, en España es Aitana la que marca el ritmo en las peluquerías: “Ahora quiero dejarme el pelo más largo, pero no como antes. Más como a capas, como cuando era pequeña y me cortaba el pelo yo misma”. Me muestra una foto de su niñez que tendrá como referencia y me parece ver un estilo mullet XXL que arraiga una tremenda personalidad. Tendremos que esperar para saber si finalmente cala en su ideario venidero. Y aunque no tiene todavía muy definido el planteamiento de su siguiente era –de la que, afirma, le apetece más hacer temas en solitario que en conjunto–, lo que sí tiene claro es que no se va a dejar arrastrar por lo que la gente espera de ella: “Soy muy fiel a mí misma. Escucho igualmente todas las opiniones, sobre todo de la gente que me sigue, pero luego yo decido. De hecho, creo que por eso muchas veces se ha generado ese amor-odio por mí”. Y me dibuja de forma espontánea una hoja de ruta para el 2024 que se plantea como el siguiente paso lógico: viajar y seguir expandiendo su voz fuera de nuestro país. “Las cosas me están yendo muy bien en España, y eso lo seguiré regando, pero tengo que empezar a internacionalizarme, seguir yendo por Latinoamérica, ir a más lugares, trabajar con más artistas y productores de EEUU, que ya estoy en ello”.

A diferencia de generaciones pasadas, la etiqueta de “triunfita” no solo no provoca hastío en Aitana, sino que se sigue sintiendo orgullosa y abanderando este estatus pasados seis años desde su salida de OT. “Me hace gracia que se viralicen vídeos de esa etapa. Me da ternura verme en la academia. Eso sí, fue una etapa que no volvería a repetir, porque nunca va a ser tan bonita como lo fue entonces”. 105 días que vivió enclaustrada en un plató-hogar en Terrassa, Barcelona, muy cerca de su entonces casa, que todavía encierran un enigma para Aitana: ¿qué factor ha de tener realmente un concursante proveniente de un talent para que triunfe? Mejor que ella para contestar a este misterio, nadie. “No sé cuál es la fórmula del triunfo, ni yo misma sé decir qué vieron en mí. Creo que una razón de mi éxito es que la gente me ve y piensa “podría ser ella”, reconoce algo dubitativa. Indago más en aras de saber por qué la mayoría de los subcampeones de dicho concurso suelen tener una trayectoria profesional más fulgurante, como es su caso. “Las 16 personas que entramos en OT éramos todas muy talentosas, pero de repente salta algo, que no sé que es, que hace que el público vaya a tope contigo”.

Top Miu Miu. Anillo La Manso.Enanei

Quienes sí saben cuál fue el catalizador del éxito de Aitana son Noemí Galera, directora de casting de Gestmusic, y Pablo Wessling, Casting Professional y responsable de darle el pase en la primera fase del casting de OT: “Cuando pensaba que no iba a aparecer nadie más, llegó Aitana con su naturalidad. En la cola ya me llamó la atención y, cuando cantó la primera canción, me sorprendió. Le pedí una segunda, no sabía si era real o eran mis ganas de poner una pegatina, pero su talento era innegable”. No por menos la palabra que más se repite en este artículo es precisamente esa, “éxito”. Algo que corrobora Galera, quien asumió la dirección de la Academia en aquella edición: “En el caso de Aitana nunca hubo dudas. Tiene ese algo que hace que no puedas apartar la mirada. Además, tenía muchas ganas y muy claro su objetivo. Cuando hay talento, es muy fácil, aunque si no te lo trabajas y te rodeas de un buen equipo, hasta luego; y Aitana es una curranta”. Más de un lustro después, sus descubridores son testigos presenciales y en primera persona –por decisión de la artista– del éxito de su diamante en bruto. “Es lógico que, una vez salen de la academia, empiecen sus carreras, vuelen alto y se olviden un poco. Aitana no lo ha hecho. Que alguien que lo está petando fuertemente coja un micro y hable orgullosa de OT sin renegar de ello, te invite personalmente a su concierto, mencione a Pablo como la primera persona que confió en ella y recuerde a todo el equipo del programa es de agradecer”.

Aitana, de signo zodiacal Cáncer –generalmente adjetivados como seres emocionales, sensibles y muy familiares, triple check en este caso– también cree en una variable aleatoria que se escapa de las manos y que juega un papel importante en la mencionada fórmula del éxito: “Hay un factor que es la suerte, y yo he tenido mucha. La suerte es nacer con algo que otra persona no tiene y que no sabes muy bien qué es, aunque esa suerte no vale de nada si no te lo trabajas”. Un empeño constante y hercúleo en el que intenta hacer hincapié: “No he parado en ningún momento y no quiero hacerlo porque me encanta mi trabajo, pero es duro. A veces llego a mi casa y me pongo a llorar, me pregunto si esto es para mí, porque lo estoy pasando mal. Pero luego me levanto y digo ‘ni de coña, esto es completamente para mí, quiero seguir'”. La charla toca a su fin. Fotógrafos, mánager y demás encargados de esta producción reclaman su atención. Hablamos del futuro y su legado ¿Seguiremos hablando igual del fenómeno Aitana pasada una década? Quién sabe, pero este asunto tampoco le perturba en absoluto. “No me preocupa no ser recordada, me preocupa vivir mi vida siendo infeliz. Si la gente me recuerda, que lo haga como una tía muy de verdad, que ha hecho siempre lo que le ha apetecido, por muy cambiante que sea. Mi prioridad es ser auténtica”. Poco más que añadir.

*Entrevista originalmente publicada en el número 299 de GQ.


CRÉDITOS PRODUCCIÓN

Entrevista: Christian Rodríguez y F. Javier Girela
Fotografía: Enanei
Realización: Isa Greece
Estilismo: Michael Lorigados
Peluquería: Jesús de Paula (COOL) para GHD y Redken
Maquillaje: Alex Saint para YSL Beauty
Manicurista: Edurne Montaña (COOL)
Dirección de arte: Fer Vallespín
Set Designer: Isabela Dell
Producción: Natalia Torres
Talent Manager: Loreto Quintanilla
Asistentes de fotografía: Héctor Fraile y Mario Val
Asistente de estilismo: Borja Cruz
Asistente de Set Designer: Alborada Hernández