Gatos acicalándose: cuáles son las funciones, los beneficios y los peligros

"Las funciones del acicalado son múltiples: eliminar los parásitos externos y refrescarse en épocas calurosas", sostiene el experto Carlos Rodríguez.

Fotografía por: Getty

El encantador de gatos es una de las biblias en español para los que tienen gatos en la casa. Es un libro de fácil lectura que ayuda a entender a los felinos.

El texto de Carlos Rodríguez casi que funciona como Google; prácticamente todas las preguntas que le quieras hacer, las resuelves adentrándote en sus páginas.

Aquí puedes encontrar más contenido como este

Lee también: ¿Perros y humanos piensan igual? Esto dice la ciencia

En otras palabras, el libro es una introducción muy jugosa para los que quieren descifrar el comportamiento de los “michis”. Recurrimos a él en esta nota para abordar un tema clave: el acicalamiento. A continuación, tomamos algunos apartes de El encantador de gatos para explicar este hábito fundamental en las mascotas.

Gatos y acicalamiento: ¿Cuánto tiempo lo hacen por día?

Según el autor Rodríguez, “los gatos dedican muchas horas al acicalado. En los felinos salvajes o aquellos gatos asilvestrados que se nutren de lo que cazan, el tiempo total de aseo oscila de tres a seis horas diarias. Pero este tiempo va a aumentar mucho más en nuestros gatos de piso, que no acechan más que a las moscas de la ventana y no necesitan mayor tiempo ni esfuerzo para «cazar» el pienso de su comedero”.

¿Cuál es la función del acicalamiento?

Este acto instintivo es clave para la salud de la mascota. Para el especialista Rodríguez, “las funciones del acicalado son múltiples: eliminar los parásitos externos y refrescarse en épocas calurosas: los gatos no sudan como nosotros, sólo transpiran o evaporan agua por las almohadillas o al jadear, pero al humedecer su pelo con saliva, la evaporación consigue bajar la temperatura de su cuerpo varios grados”.

Te puede interesar: ¿A los cuántos meses se puede bañar a un gato?

Adiós al pelo muerto

Para el experto en felinos, el acicalamiento es “primordial porque elimina el pelo muerto que se va desprendiendo constantemente en el proceso de renovación que experimentamos todos los mamíferos. Pero en los gatos caseros que, como vemos, se pasan muchas horas al día lamiéndose, todo ese pelo muerto va a ser ingerido pasando a su aparato digestivo”, se lee en su libro.

¿El pelo que ingiere el gato es perjudicial?

“Habitualmente se elimina sin problemas, unido a las heces. Pero cuando la cantidad es excesiva, bien por tratarse d razas de pelo largo, bien por una eliminación aumentada, puede acumularse formando bolas en el estómago o en el intestino y dando lugar a una serie de síntomas, desde vómitos a estreñimientos. Cuando el animal consigue eliminar estas bolas de pelo, se pueden observar como unas masas estropajosas, en los vómitos o en las heces”, se lee en El encantador de gatos.

Los casos graves cuando no elimina el pelo

Hay que prender las alarmar cuando el gato sufre de estreñimiento. Los pelos y el alimento en su organismo lo ponen en peligro. “Si el estreñimiento se hace crónico, puede dar lugar a atascos muy graves que haya que resolver incluso mediante cirugía. Que nuestro gato elimine el pelo muerto es inevitable, así como que se lama y se trague parte. Pero podemos ayudarle a no ingerir tanto o a eliminar aquel que ya tenga dentro. Para eliminar el de su cuerpo lo mejor es un cepillado periódico, diario, con peines o cardas especiales, sobre todo en aquellas razas de pelo largo o semilargo. La mayoría de los gatos admite el cepillado sin problemas, incluso como una caricia. El cepillado es muy útil además para evitar la formación de nudos, debidos al apelmazamiento del pelo muerto y que, una vez formados, si intentamos deshacerlos con el peine ya no les va a resultar nada agradable por los tirones”, explica Rodríguez.

El acicalamiento en gatos muy peludos, como los persas

Finalmente, “cuando los nudos son abundantes o en razas como las persas, especialmente propensos a formarlos, una buena solución es cortarles el pelo una o dos veces al año e intentar, desde que comience a crecer, mantenerlo en buen estado, con la ayuda del peine”.