No son pocas las veces que, en decoración, nos encontramos con elementos que en su día, fueron la tendencia más revolucionaria y de repente quedaron relegados al más oscuro de los ostracismos, para tener una segunda vida un tiempo después. Eso es lo que ha pasado con las hornacinas de baño. Esos huecos en la bañera que nuestras abuelas llenaban de cosas y que nos parecían un horror, ahora son tendencia y resultan tan funcionales como elegantes si se quiere. Concebidos como una pieza de obra, requiere una intervención mínima y resultará más útil y decorativo de lo que a priori, podría parecer. Se trata de un hueco que se abre en la pared para colocar objetos, normalmente en el cuarto de baño, aunque al tratarse de un mueble de obra, no es extraño encontrarlo en la cocina o incluso en el salón.
La importancia del grosor del tabique
El límite en cuanto al grosor de la horn lo pone el tabique, claro, porque no deja de ser un hueco que se abre y dependerá de cuánto ancho tenga el muro, así será la hornacina que podamos abrir. Pero el resto de límites lo pondrá tu imaginación, se puede jugar con la profundidad, con hacer varias de distintos tamaños, apostar por formatos originales, combinar estilos, en vertical, horizontal…
Los acabados también pueden ser determinantes
Los acabados también pueden ser determinantes. Desde hacerlo como continuación de la pared y que no se note, hasta ponerle solo a esa zona azulejos o quitarlos si el resto del baño tiene, con marco y hasta iluminarla. El lugar más habitual para poner la hornacina es dentro de la ducha, de forma que podamos colocar todos los utensilios del baño. Pero también puede ser una buena opción cerca del lavabo para los cosméticos, por ejemplo. O a modo de almacenaje para las toallas o los productos que solemos tener de reserva.
Se recomienda que la hornacina no esté justo debajo del punto de caída del agua
Se recomienda que no esté en el punto de caída del agua, más bien fuera del alcance de ésta. Así, evitaremos acumulación y posibles humedades. Ojo porque no tiene que ser necesariamente útil, también podemos apostar por utilizar ese hueco para poner un adorno que nos guste (y que sepamos que no se deteriora con la humedad). Y por supuesto, es el soporte perfecto para las plantas que viven felices entre aguas y vapores, que las hay y decoran maravillosamente bien un baño. Debido a su ahorro de espacio, es perfecta para baños pequeños, pero no hay por qué renunciar a ella en grandes espacios. Es un capricho perfectamente admitible.
Sigue leyendo…
- En 2023 querrás poner un bidé en tu casa, pero será de diseño (y estos son nuestros favoritos)
- Estantería telescópica: qué es (y cómo usar) la nueva reina de la casa que todo el mundo quiere
- Pintar el suelo del baño: el cambio de ‘look’ más sencillo, económico y viral del momento
- El bidé será tendencia en 2023, pero no como lo imaginas: esto es lo que nos cuentan los interioristas