¿Te encanta el aguacate? Puedes cultivarlo (y cuidarlo) en tu propio jardín
Nuestras abuelas no llegaron a contar con una planta del aguacate en casa, eran otros tiempos. Para los años 90, la presencia de esta fruta procedente de Mesoamérica iniciaba su tímida conquista europea camuflada bajo cierto exotismo y un sabor y textura que años después comenzamos a combinar con cientos de platos que iban más allá de los típicos nachos con guacamole. El aguacate es una de las frutas más consumidas del siglo XXI en todo el mundo, motivo que ha llevado a exportar también su plantación a otros territorios como la propia Costa Tropical de España, en la provincia de Granada. Si estás pensando en sucumbir a tus propias tostadas matutinas de oro verde, te contamos cómo cultivar y cuidar la planta del aguacate.
¿Cómo es la planta del aguacate?
El aguacatero (o Persea americana), es una especie de Mesoamérica existente desde hace más de 10000 años, a juzgar por los registros de su uso entre la población mexica y países como México, Guatemala o El Salvador, donde el “ahuacatl” era ampliamente consumido.
El palto o curo, como también se le conoce en diferentes regiones del continente americano, es un árbol que puede alcanzar hasta los 10 metros de altura, si bien algunos ejemplares superan incluso los 20 metros. Sus hojas son de un color verde oscuro y también contiene unas pequeñas flores amarillas envolviendo el fruto.
Cultivo y cuidados de la planta del aguacate
El aguacatero es fácil de cultivar, especialmente si se dan las temperaturas apropiadas. Esta planta es una especie subtropical, por lo que no tolera bien las temperaturas inferiores a los 10ºC, motivo que puede implicar el traslado de la planta a un espacio de interior durante el invierno. Por otra parte, las temperatura superiores a los 30ºC tampoco le sientan muy bien. Teniendo en cuenta estos criterios, la planta del aguacate se siente más cómoda bajo temperaturas cálidas de 18-24ºC.
Ante este marco algo limitante, lo ideal es contar con la planta en un espacio exterior pero protegida del impacto directo del sol y las corrientes de aire.
Riego
Tanto si plantas el hueso en materia orgánica combinada con tierra y compost, como si lo haces en el propio suelo, el aguacatero necesita mucha agua, pero cuidado: es necesario mantener la tierra húmeda en todo momento sin llegar a encharcarla, por lo que recomendamos regar de forma frecuente pero aplicando pocas cantidades. Por otra parte, no debemos descuidar el riego ya que sino la planta perdería sus propiedades.
Abono
El aguacatero requiere de magnesio, fósforo, nitrógeno y potasio en el abono. De lo contrario, la planta comenzará a mostrar hojas amarillas o frutos poco desarrollados. Para ello, puedes hacerte con un fertilizante de maceta especial para aguacate, el cual absorbe poco la humedad y aporta un buen drenaje. Debes aplicar el fertilizante durante la temporada de crecimiento, en primavera y verano.
Poda
La planta del aguacate no requiere de grandes podas, salvo en las ramas que crezcan a demasiada altura. También debes retirar aquellas hojas amarillas que encuentres y, reminder: evitar el crecimiento vertical en todo momento.
Plagas del aguacate
Las plagas más comunes de la planta del aguacate son el ácaro cristalino del aguacate y las cochinillas. En ocasiones, el árbol también puede mostrar hongos en sus raíces por encharcamiento excesivo, motivo por el que controlar el riego del aguacatero es esencial para asegurar su correcto crecimiento.
Cómo cuidar el hueso de aguacate para que germine
Por otra parte, si estás pensando en plantar una planta del aguacate a partir de un hueso de aguacate, solo tienes que limpiarlo bien y pincharle 4 palillos. Después, colócalo en un vaso de agua con la punta del hueso hacia arriba. Cambia el agua cada semana y, al pasar 21 días, comprobarás que la planta comienza a germinar. La mejor época para poner a prueba el experimento es primavera. Cuando llegue el momento de hacerte con una maceta, comienza por una vasija de 5 litros. El resto es amor, mucho amor (para unas mejores tostadas).
Por último, debes tener en cuenta que la planta del aguacate es de crecimiento lento y puede tardar tiempo - incluso años - en dar sus primeros frutos, por lo que recomendamos tener paciencia y mantener las rutinas de mantenimiento del árbol.