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También conocida como actinolita, esta piedra fue descrita por primera vez por el mineralogista Kirwan en 1974. Del griego “aktis” y ” lithos “, que significan “rayo” y “piedra” respectivamente , tiene un aspecto fibroso. Su color puede variar del verde pálido al verde oscuro, e incluso grisáceo o negruzco. Se presenta en forma de cristales alargados y columnares y es una especie mineral que pertenece al grupo de los anfíboles (un grupo de minerales de silicato de hierro, magnesio o calcio). La piedra también recibe el nombre de “Cabello de Tetis” cuando tiene forma de cristal de roca (familia del cuarzo) porque las inclusiones de los cristales verdes recuerdan el cabello de algas de la diosa del mar de la mitología griega. Tetis es una ninfa del mar, nieta de Tetis y madre de Aquiles. La variedad fibrosa compacta de esta piedra se llama Nefrita, también conocida como jade.
La piedra actinota es un mineral que pertenece a la familia de los anfíboles cálcicos, más concretamente a los silicatos de hierro y magnesio. Su fórmula química es Ca2(Mg,Fe)5Si8O22(OH)2. La piedra también contiene trazas de manganeso (Mn), aluminio (Al), sodio (Na), potasio (K) y titanio (Ti). Es un mineral de transición de la serie isomórfica que va de la tremolita (fórmula química Ca2Mg5Si8O22(OH)2) a la ferroactinota (fórmula química Ca2Fe5Si8O22(OH)2): tienen la misma estructura cristalina pero una fórmula química diferente.
El color verde y el brillo vítreo de la piedra actinota son consecuencia de su contenido en hierro. Si el contenido en hierro es alto, la piedra será verde oscuro y si es bajo, verde más claro. El color suele ser verde botella. Este contenido en hierro también influirá en el peso de la piedra, que suele ser bastante pesado. La escala de Mohs, que mide la dureza de un mineral, da a esta piedra un valor medio de 5,5 a 6: sólo puede rayarse con una navaja. Su hendidura, según el prisma vertical, es perfecta: tiene dos ángulos de 60° y otros dos de 120°. Esto es lo que lo distingue de los anfíboles de los piroxenos, que tienen un clivaje diferente, con ángulos de 90°. He aquí algunas características físicas de esta piedra.
La actinolita es un inosilicato de cinta, es decir, de doble cadena. Estas cadenas dobles están unidas por iones de calcio, magnesio o hierro. Los iones de magnesio y los iones de hierro pueden intercambiarse fácilmente porque tienen el mismo diámetro y el mismo grado de oxidación. Esta sustitución dará lugar a distintas variedades de piedra. La tremolita (Ca2Mg5Si8O22(OH)2) no contiene hierro y la ferroactinolita (Ca2Fe5Si8O22(OH)2) no contiene magnesio. Los receptáculos hexagonales que contienen los grupos hidroxilo (OH) y los iones flúor están conectados sucesivamente por dos de los tres vértices de los tetraedros de silicio (SiO4).
Como miembro de los anfíboles, la piedra cristaliza en el sistema monoclínico en cristales prismáticos alargados. Estos cristales pueden crecer hasta 15 cm y pueden encontrarse en conjuntos aciculares, radiales o columnares. También se encuentran en masas granulares, laminares, capilares o de amianto, es decir, con una composición filamentosa y compacta.
La piedra actinota es el resultado del metamorfismo regional de grado bajo y medio y del metamorfismo de contacto de rocas básicas en calizas y dolomías. A alta presión y baja temperatura, la augita y elolivino se transforman, lo que también da lugar a la actinota en las rocas volcánicas. Como mineral secundario, también se encuentra en rocas intrusivas femeninas (por ejemplo, gabros ). Se trata entonces de un derivado de la degradación de piroxenos ya presentes, como la esmaragdita, un diálago derivado de la degradación de la augita.
La actinolita ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, refuerza el sistema inmunitario de los niños y alivia los problemas renales. Por lo tanto, es el chakra del corazón el que se asocia a estas piedras en el ámbito de la litoterapia. También aportaría armonía a nuestro ser equilibrando nuestro cuerpo físico y nuestra mente. Unido al chakra del corazón, aportaría una energía capaz de reconfortar y serenar a su dueño, como un escudo que haría frente a todas las ondas negativas externas y a los ataques psíquicos.
En lo que respecta a las emociones, y siempre vinculada al chakra del corazón, la piedra actinota nos permitiría tranquilizarnos de forma global y, en consecuencia, nos ayudaría a tomar decisiones, a afrontar nuestras dudas, nuestras penas, nuestros traumas y nuestros sentimientos de culpa. Por tanto, nos permitiría calmar las proyecciones que hace nuestra mente para aportarnos confianza, así como cierta paciencia y concentración. Este sentimiento de mayor autoestima nos permitiría afrontar situaciones difíciles y desestabilizadoras para tomar decisiones justas y meditadas, reducir nuestros bloqueos y así poder evolucionar a nivel mental. Desde una perspectiva espiritual más elevada, la piedra nos permitiría establecer una conexión más fuerte con las energías de la naturaleza y poder meditar al permitirnos conectar con todo lo que nos rodea, sentirnos parte de un todo en el universo.
A la piedra Actinota también se le atribuyen efectos sobre el cuerpo físico, reduciendo el estrés y reforzando el sistema inmunitario. También ayuda al buen funcionamiento del hígado y los riñones. También superaría las lesiones inducidas por el estrés y los ataques psíquicos negativos. Por lo tanto, ayudaría a proteger el cuerpo físico y el cuerpo energético. Al equilibrar el cuerpo y la mente, el propietario puede hacer frente a los sentimientos y emociones negativos, salir de la sensación de aislamiento y conectar con sus guías espirituales de una forma más holística.
Las propiedades de los haces de la piedra son similares a las de las “Flechas del Amor”. Aparecen como finas varillas de color verde a negro o como nubes de filamentos compactos de color gris o gris verdoso. Esta piedra tiene las mismas propiedades que una de sus variedades, la piedra de jade nefrita, también llamada nefrita gema, que es la piedra de los sueños y la sabiduría. El cristal de roca, en el que se encuentran las inclusiones de cristal verde, amplifica las propiedades ya existentes de las piedras de Actinolita.
