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Convierten colillas de cigarros en bolsas de plástico

El proyecto Nicolecta permite recolectar los desechos de cigarrillos y convertirlos en bolsas de plástico y pastas para cuadernos. Según sus creadores, el proceso es completamente amigable con el medio ambiente y sólo hace falta un inversionista para que arranque en forma.

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Cristhian Absalón Varona, ingeniero ambiental egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrolló el proyecto Nicolecta, un programa que permitiría recolectar colillas de cigarros y convertirlas en bolsas de plástico, crear los propios contenedores para recolectar los filtros de los cigarrillos, así como pastas para cuadernos.

Entrevistado por el periódico Crónica, el joven egresado de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Biotecnología (UPIBI), detalló que logró desarrollar un procedimiento amigable con el medio ambiente, que permitiría remediar el problema de la contaminación ambiental que estos desechos provocan.

La idea del proyecto surgió cuando laborando para una entidad de gobierno, Cristhian notó que los trabajadores fumaban una gran cantidad de cigarrillos y que las colillas que se acumulaban. Cristhian se ofreció a hacer unos recolectores para las colillas y comenzó a pensar que algo debía hacerse con ellas.

Al comentarlo con sus maestros, cuenta el joven investigador, se dieron cuenta de que en México no hay una legislación respecto al manejo integral de estos residuos, “ni siquiera está contemplado como residuo especial, ni peligroso, no es tomado como tal, a pesar de que contiene alrededor de 218 productos contaminantes, ni como residuo sanitario”.

Sostuvo que la contaminación del agua al contacto con una sola colilla de estos residuos rebasa los 50 litros estimados en estudios oficiales, ello debido a que si por ejemplo una colilla termina en algún cuerpo de agua que fluye, la contaminación crece exponencialmente.

Cristhian Absalón explicó que el proyecto es integral, ya que contempla un plan de manejo total desde la recolección de las colillas de cigarro, transporte, almacenamiento y su tratamiento, que consiste en una degradación biológica de las colillas, a través de un sistema completamente amigable con el medioambiente.

Con el tratamiento se logra eliminar todos los componentes contaminantes y convertir la colilla, que está hecha de acetato de celulosa, que es un polímero, nuevamente en un plástico completamente puro, de baja y media densidad, con lo que se pueden hacer desde bolsas de plástico, hasta pastas de cuadernos. De hecho, agregó, “se puede transformar en cualquier tipo de productos de plástico que le sirva a la industria, e incluso hacer los propios micro recolectores de las colillas de cigarro”.

Al respecto, refirió que en una primera prueba piloto se colocaron recolectores en la UNAM, el Politécnico y la UNITEC, y se obtuvo una buena respuesta por parte de la comunidad estudiantil, pero la recolección se detuvo por falta de recursos.

Otro de los problemas a los que se ha enfrentado Cristhian Absalón, es que para lograr que la idea de Nicolecta arranque, él y su socio, requieren de un inversionista que esperan aparezca pronto. 

 

 

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