Acrofobia: significado, causas, síntomas y tratamiento

La acrofobia significa miedo a las alturas. Esta fobia, forma parte de las fobias de situación, es decir, fobias referidas a lugares, en este caso a las alturas, afectando a un 5% de la población. Así pues, la acrofobia es el miedo irracional e injustificado a las alturas, el cual puede manifestarse en distintas situaciones y comportar elevados niveles de ansiedad. La acrofobia se trata de un tipo de fobia específica. Esta fobia tiene un alto componente relacional con el vértigo.

Diferencia entre acrofobia y vértigo

Acrofobia y vértigo tienen similitudes, sin embargo, no son equivalentes. El vértigo surge de una alteración del oído, el cual regula el equilibrio, produciendo una sensación subjetiva de un movimiento rotatorio del alrededor o la sensación de que es uno mismo el que está girando. En muchas ocasiones, cursa acompañado de sensación de mareo y desmayo, pérdida de equilibrio y náuseas. Por otro lado, en la acrofobia la persona puede padecer en un momento determinado la sensación de vértigo, siendo este únicamente uno de los síntomas que puede presentarse en el trastorno.

La acrofobia puede aparecer al final de la etapa de la infancia o a principios de la edad adulta. Las causas del desarrollo de la fobia a las alturas, puede ser producido por antecedentes de experiencias directas de la propia persona, por experiencias vicarias de observación, informativas, herencia o por propios sesgos cognitivos, siendo también determinantes las presiones o estrés psicológico. Las causas de la acrofobia pueden ser:

• Experiencias directas - vicarias - observación: resultado de una experiencia traumática en la infancia que ha desarrollado una visión negativa y un componente de terror a las alturas. Esta experiencia traumática no tiene porque haber sido vivenciada por la persona, puede haberse dado una observación de una situación ajena o que se le haya informado sobre ella.
• Herencia: varias investigaciones estiman que hay la posibilidad de un factor hereditario en el desarrollo de la acrofobia. Sin embargo, que en una familia haya más miembros que sufren este trastorno fóbico también puede ser porque los niños des de pequeños observan el comportamiento fóbico de los progenitores frente a las alturas, dándoles a entender el peligro que conlleva, produciendo que ellos acaben sufriendo el mismo miedo a las alturas.
• Sesgos cognitivos: los procesos de razonamiento que establecemos cursan un papel fundamental en el desarrollo de las fobias. Si la persona empieza a dar vueltas a la idea de peligro que conllevan las alturas, puede desarrollar una preocupación irracional a estas, dando lugar a la fobia.

Los síntomas aparecen cuando la persona se expone vivencialmente o en su imaginación al estímulo temido, produciéndose ante el saber que va a tener que exponerse al objeto fóbico un estado de ansiedad anticipatoria. Los síntomas de la acrofobia son los mismos o parecidos que los que se producen en otras fobias específicas, siendo los más característicos los siguientes:

• Ansiedad – Ansiedad anticipatoria
• Miedo y pánico
• Incremento del ritmo cardíaco
• Sudoración
• Taquicardia
• Sensación de mareo o vértigo
• Dolor estomacal
• Temblores
• Náuseas y vómitos
• Dolor en el pecho
• Dificultades para respirar
• Escalofríos o aumento de la temperatura del cuerpo
• Pensamientos catastróficos

El tratamiento más eficaz en la mejora de las fobias se reproduce en la técnicas de la terapia cognitivo-conductual. Dentro de esta orientación, la técnica de tratamiento más utilizada y validada con su eficacia es la exposición gradual a la situación temida, donde la persona debe exponerse de forma progresiva al estímulo que le provoca el miedo irracional. La exposición se estructura con una jerarquía de situaciones de menor impacto a mayor impacto, es decir, se expone primero a situaciones que le provocan un miedo menor, finalizando con la que más. Esta exposición gradual puede reproducirse “in vivo” o en imaginación, siendo más eficaz la exposición a la situación temida vivencialmente.

Una vez se ha determinado si la exposición será vivencial o en imaginación y se ha elaborado la lista de jerarquías de situaciones temidas, la persona deberá exponerse a estas. Cabe destacar que cuando el paciente se enfrente a la situación temida, sus niveles de ansiedad aumentarán significativamente, por ello, es recomendable realizar ejercicios de relajación entre la exposición de una jerarquía a la siguiente para poder estabilizar la ansiedad de la persona.

En muchas fobias específicas, es muy difícil poder controlar una exposición gradual debido a las limitaciones de la fobia en sí, por ejemplo, una persona que tenga miedo a los aviones no podrá exponerse a estos de forma gradual, debido a que una vez el avión despega no puede bajarse de él. Sin embargo, con el avance de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICs) se ha podido reproducir un tratamiento de Realidad Virtual (RV) que está resultando muy eficaz en el tratamiento de las fobias. En la RV se reproduce el objeto, situación o actividad temida, donde la persona tiene la sensación de estar físicamente con el estímulo, además de permitir una interacción con este a tiempo real. Esta tecnología permite a la persona poder exponerse de forma gradual al estímulo fóbico en un entorno que le proporciona seguridad y que está controlado.

Si quieres saber más, en este artículo te explicamos cómo superar el miedo a las alturas.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

Si deseas leer más artículos parecidos a Acrofobia: significado, causas, síntomas y tratamiento, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Psicología clínica.