El Nuevo Día

¿BUENO ESTRILLAR LOS O NUDILLOS, MALO?

Cuando los forzamos, estamos presionand­o la coyuntura

- Por Dr. Edel Díaz Especial para Suplemento­s

Amuchos nos encanta ese sonido tan peculiar que se produce cuando forzamos los nudillos de nuestras manos. Otros, no pueden soportar el chasquido que se produce al tronar las coyunturas de los dedos y, mucho menos, en el cuello o la espalda.

Recuerdo cuando mi mamá y mi abuela me prohibían hacerlo. De seguro, a ti también alguien te ha dicho que ‘’estrillars­e’’ -como comúnmente se le conoce en Puerto Rico- los nudillos puede causar artritis o “hinchar” nuestras manos y dedos.

¿Esto es realidad o un mito? Una pregunta apropiada, después de todo, en mi trabajo como doctor en quiropráct­ica cuando realizo lo que se conoce como el “ajuste” quiropráct­ico para aliviar muchos tipos de lesiones, se produce este sonido en la espina dorsal. Precisamen­te, ese sonido es una de las razones por la que muchas personas desisten de visitar a un doctor en quiropráct­ica. Piensan que, de alguna manera, les puede hacer daño.

Antes de concluir si es bueno o malo, debes saber qué es lo que está ocurriendo fisiológic­amente en nuestro cuerpo cuando nos tronamos los nudillos o cualquier otra coyuntura en nuestro cuerpo.

En los términos más básicos, todas las coyunturas del cuerpo tienen una burbuja de gas compuesta de nitrógeno. No se sabe a ciencia cierta cuál es el propósito de esta burbuja, pero se especula que ayuda en la lubricació­n de las coyunturas. Cuando forzamos nuestros nudillos a tronarse o cuando los doctores en quiropráct­ica hacen el ajuste quiropráct­ico, se está forzando la coyuntura, por una fracción de segundo, a moverse un poco más de lo que normalment­e se movería (movimiento fisiológic­o). Esto produce que la burbuja explote y produzca un chasquido. A este sonido se le conoce como “cavitación”.

En muchas ocasiones, este sonido lo producimos involuntar­iamente, como cuando doblamos nuestras rodillas para recoger algo o cuando movemos nuestros tobillos y los hombros.

Existe poca informació­n en la literatura científica relacionad­a al efecto de tronarse los nudillos. En un estudio publicado en la revista médica Arthritis and Rheumatism, en 1998, el doctor Donald Unger describió los resultados de un experiment­o que condujo en sí mismo por 50 años. Todos los días durante este período, el doctor se estrilló los nudillos de su mano izquierda, por lo menos dos veces. Aunque la tentación de hacer lo mismo con la otra mano debió ser inmensa, nunca se estrilló la mano derecha. Después de 50 años, el doctor no tenía artritis en ninguna de las dos manos y ambas manos estaban igual en tamaño. Es decir, no había hinchazón tampoco.

En otro estudio publicado, en 1995, en el Journal of Manipulati­ve & Physiologi­cal Therapeuti­cs (The Audible Release Associated with Joint Manipulati­on (Brodeur, R. 18(3):155-64) se estipula que los ligamentos alrededor de las coyunturas se estiran durante el proceso de estrillar. ¿Podría esto causar algún daño crónico a las coyunturas? Simplement­e, no existe evidencia científica para que esto ocurra.

Basado en esta informació­n y en mi experienci­a de 30 años de práctica y en los más de 100 años de existencia de la ciencia de la quiropráct­ica, se puede concluir que el estrillars­e los nudillos o cualquier otra coyuntura del cuerpo no es perjudicia­l a la salud.

Esta informació­n no va a impedir que algunas personas continúen detestando el sonido. No obstante, espero que ayude a las personas a acudir a un doctor en quiropráct­ica cuando tengan un problema de salud que pueda ser aliviado o curado mediante el ajuste quiropráct­ico y no le tengan temor al sonido que produce dicho procedimie­nto.

Es importante mencionar que el propósito del ajuste quiropráct­ico no es necesariam­ente provocar este chasquido, aunque muchas veces ocurre. El propósito principal del ajuste quiropráct­ico es el restablece­r el movimiento fisiológic­o en las coyunturas del cuerpo. Esta falta de movimiento es lo que causa muchos problemas de salud ne u ro musculo es que le tales( nervios, músculos y hueso ).

El objetivo del ajuste quiropráct­ico es restablece­r ese movimiento perdido en las coyunturas, para recuperar el estado normal y salud (homeostasi­s) de nuestro cuerpo, así eliminamos el dolor de una manera natural, sin la necesidad de medicament­os. El autor es doctor en quiropráct­ica y tiene especializ­aciones en medicina deportiva y en la técnica de Ajuste y Manipulaci­ón de Descompres­ión de Cox para el tratamient­o de discos herniados. Fue profesor del National College of Chiropract­ic en Chicago, Illinois. www.quiropract­icaaldia.com

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