Raza Canina GIGANTE DE LOS PIRINEOS
Son perros imponentes por su tamaño, muy buenos guardianes. No demasiado contemplativos con otros perros y extraños. Dado su ya mencionado carácter independiente, suele mostrarse algo terco, obedece a su amo, si este es seguro en impartir las instrucciones. Tienden a ladrar con asiduidad. |
Por: Norberto Veribona Dola
HISTORIA
Si bien no existe precisión sobre la fecha que comenzó su existencias, restos fósiles semejantes a estos perros, fueron hallados, dando cuenta que pertenecerían al período que va entre 1800 al 1000 a.C. La raza tiene sus raíces en Francia, en los Pirineos, en la región donde esta se une con España. Tampoco hay evidencias certeras de quienes fueron sus antecesores, aunque existen opiniones que estos podrían ser los mastines tibetanos.
La historia evidencia que por siglos estos perros se desempeñaron como pastores, en las montañas de marras. En tiempos de la Francia medieval, la Raza Gigante los Pirineos, pasó a ocupar lugares preponderantes en la guardia de la fortaleza, en tanto en varios grandes castillos, lucían estos ejemplares orgullosamente.
En las postrimerías de 1600 estos canes concitaron la atención de la nobleza francesa, destacándose la demanda en la corte de Luis XIV. De hecho, en 1675, el propio monarca emitió un decreto que establecía a la Raza Gigante los Pirineos, como “Perro real de Francia”. Por la misma época algunos ejemplares fueron llevados a la isla canadiense de Terranova, donde apareados con sus similares de la raza homónima, tuvieron un rol preponderante en el desarrollo de nuevos prototipos.
Habida cuenta que fueron criados para arreglarse solo y proteger ovejas en los valles pirineos, desarrollaron una gran independencia. Hasta el Siglo pasado también fueron utilizados para tirar carretas, entregando leche en Bélgica y el norte de Francia. Además su fortaleza les permitió desempeñarse como animales de trineos, siendo buenos perros de manada y compañeros de familia. Aún en nuestros días, es considerado como un selecto perro guardián.
Los primeros perros de los Pirineos arribaron a Estados Unidos con el general Lafayette en 1824. Con los albores del Siglo XX, la raza habían desaparecido de la la corte francesa y los animales que quedaban están desperdigados, muchos de ellos utilizados en trabajos en el País Vasco.
Entre 1930 y 1933 se sucedieron introducciones en América, donde recibieron merecidos reconocimientos. Por estos días si ostentar la popularidad de otrora, es una raza bien considerada.
CARACTERISTICAS
El Gigante de los Pirineos de un perro de gran tamaño. Los machos a la altura de la cruz miden entre 70 y 80 cm., en tanto las hembras oscilan entre los 65 y 75 cm. Los machos pesan entre 50 y 60 kilos, en tanto las perras adultas alcanzan 10 kilos menos de mínima y máxima.
Cuerpo fornido, musculoso, su nariz es negra; ojos tono café oscuro; orejas triangulares caídas hacia abajo; la cola larga y peluda se extiende hasta los tobillos del can.
La capa exterior es de doble manto, larga y gruesa. Los colores pueden ser blanco sólido, blanco con sectores amarillos claros o canela, también los hay con matices de gris y hasta rojizo café. El pelo varía entre el lacio y levemente ondulado
Color: blanco con marcas de gris, color tejón, café rojizo. Blanco con marcas canela
Necesidades generales de acicalamiento: moderadas
TEMPERAMENTO
La Raza Gigante de los Pirineos es serena, templada, bien educada y seria; muy afectuosa con la familia, conteniendo especialmente a los niños. Son animales confiables y cariñosos pero si la necesidad aflora, no vacilan en proteger a su familia ni su territorio.
Son perros imponentes por su tamaño, muy buenos guardianes. No demasiado contemplativos con otros perros y extraños. Dado su ya mencionado carácter independiente, suele mostrarse algo terco, obedece a su amo, si este es seguro en impartir las instrucciones. Tienden a ladrar con asiduidad.
Los Gigantes de los Pirineos requieren ejercicio diariamente para mantenerse en forma entre 20 y 40 minutos. Una caminata moderada puede ser suficiente. Prefiere los climas fríos y sufren los cálidos. Su pelaje necesita cepillado una o dos veces por semana, y todos los días cuando es época de cambio. Es posible que a veces se le caiga la baba, y tiende a ser un bebedor desordenado
El Gigante de los Pirineos llega a la adultez al año de edad, pero puede demorar 2 años en alcanzar la madurez.
Su hábitat ideal lo logra en áreas rurales o suburbios urbanos, compatibilizan bien con una rutina predecible y ordenada.
Debido a su naturaleza protectora esta raza hace que su socialización sea importante. Presentar a nuevos lugares, a gente y situaciones posibles, especialmente cuando es cachorro, contribuirá a un mejor entrenamiento.
El acicalamiento que demanda es moderado. El cepillado regular de su doble manto lo mantendrá en buenas condiciones. La capa externa no muda, factor que facilita su cuidado.
SALUD
Los principales inconvenientes se dan en enfermedades coronarias y luxación de rótula. En menor medida registra problemas de piel, otitis y torsión gástrica.
(Especialmente redactado para Pregón Agropecuario)
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