poda del olivo

PODA DEL OLIVO

Uno de los pasos más importantes dentro del proceso de cultivo de los olivos es el de la poda del olivo. Cada agricultor debe llevar a cabo esta tarea con especial cuidado y detalle, teniendo en cuenta factores como la fertilidad del suelo, el clima, la variedad del olivo, entre otros.

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Debido a que los olivos suelen tener su copa de forma ancha y desproporcionada, además de que los troncos son gruesos y tienden a deformarse con el tiempo, la poda es una de las tareas que requiere mayor mano de obra. Esto es, que necesitará de al menos 25 h/ha, traducidos en el 16% del total de los costes de producción, para que pueda alcanzar sus aproximados 15 metros de alto conservando el equilibrio de sus funciones reproductivas y vegetativas.

Con el buen mantenimiento de los olivos, las ramas jóvenes alcanzan entre 20 y 30 centímetros de longitud y se aprovechan mejor los espacios de luz y ventilación entre estas. Por supuesto, esto ayuda a que crezcan correctamente y a dar mayor espacio para el nacimiento de nuevos frutos.

Tipos de poda del olivo según la edad

Existen distintos tipos de poda del olivo según la edad; uno la poda de formación, o cuando el olivo se está preparando para su desarrollo, la poda de producción, para cuando se preparan para dar frutos, y la poda de renovación, que es cuando deben reponerse las ramas debilitadas o deterioradas.

Por otra parte, también influyen factores como la edad y la forma del árbol, el objetivo de la cosecha y la del año anterior, el tamaño y la densidad del olivar, etc.

Poda de formación del olivo

La poda de formación del olivo no es un tipo de poda propiamente dicha, sino una definición de la estructura del mismo para orientar su crecimiento de acuerdo a las necesidades del cultivo. El objetivo de esto es facilitar el equilibrio y mejorar la capacidad de soporte a largo plazo, y así prepararlo para que genere cosechas abundantes en cortos plazos de tiempo.

En este caso, la distancia entre los árboles o la variedad son dos factores a tomar en cuenta para hacer la poda.

El motivo por el que no se llevan a cabo podas más intensas hasta que el árbol de olivo no es más productivo, es que así no perderá fuerza desde la base del tronco hasta las ramificaciones. Asimismo, mientras va adoptando su estructura, deberá mantener el eje que le ayudará tanto a adoptar la forma como a conservar su fuerza.

Posteriormente, al entrar en la primera cosecha, la poda se retoma para dar forma a la copa, al eje o al seto para que se adapte al sistema de conducción, además de eliminar las ramas que no se necesiten para poder crear espacios de luz y evitar que se generen sombras entre las mismas.

Poda de renovación del olivo

La poda de renovación del olivo se lleva a cabo en olivos que ya se encuentren en su época de vejez o que presenten signos de desgaste y decadencia en sus ramas. Por lo general, para saber que es necesario hacer este tipo de poda, los olivos deben tener una edad aproximada de 40 años, pero también influirá el manejo que se le haya dado (cantidad de cosechas recogidas o el trato que tuvo en su edad adulta).

Otras maneras de reconocer cuando el olivo requiere una poda de renovación es si sus hojas están amarillentas y pequeñas, si tiene ramillas débiles, si está sufriendo defoliaciones o si la producción de frutos comienza a ser muy baja. De igual forma, cuando hay follaje en la zona externa de la copa, pero en el interior tiene pocas hojas y aspecto seco, indudablemente será necesaria una poda de recuperación.

El olivo tiene la capacidad de reconstruirse de forma gradual, pero, para ello, se deberán eliminar todas las ramas y zonas que presenten signos de decadencia. En este caso, se podrán llevar a cabo dos tipos de corte de recuperación: afrailado o progresiva.

A través de los cortes progresivos se elimina parte del follaje realizando incisiones en las ramas madre y con el corte afrailado se llevan a cabo cortes drásticos para suprimir el follaje por completo. La elección de uno de estos dos cortes dependerá del estado sanitario y nutricional del olivo; si este se encuentra muy deteriorado, el tipo de corte ideal será el primero, pero si la razón de la poda es que hay mucho sombreamiento, entonces el corte más apto será el progresivo.

Poda de producción del olivo

Por último, cuando el olivo entra en su edad adulta es necesario realizar podas periódicas, llamadas poda de producción del olivo. Estas tienen la finalidad de garantizar el equilibrio y la calidad del desarrollo vegetativo de los árboles durante los meses de floración y cuajado, además de retrasar el envejecimiento de los mismos.

El momento más idóneo para hacer podas de producción es cuando los olivos han alcanzado los 6 o 12 años de edad, en marzo, cuando no queden aceitunas en el árbol; no obstante, esto también dependerá de la zona y variedad del cultivo, así como de la zona de regadío.

Durante estos años el olivo comienza a producir aceitunas, por lo que los cortes de la poda deberán ser suaves y estar limitados a eliminar solo las ramas que han cumplido su ciclo reproductivo o que se han dañado durante la cosecha. Generalmente, este tiempo es de tres años o más.

Algo importante a tomar en cuenta es que si los olivos se podan antes del tiempo indicado anteriormente, durante las épocas de frío estarán muy expuestos a este, provocando la muerte de sus hojas y ramas.

Por otra parte, podar olivos en el momento correcto contribuirá en la producción y rendimiento de la aceituna, así como en la acumulación de aceite de las mismas.

¿Cómo podar un olivo?

Además de saber cómo podar un olivo, es importante conocer las herramientas que deben utilizarse para ello. Por ejemplo, algunas tijeras y serruchos servirán para cortar las zonas internas del árbol que no requieran de mucha fuerza, y otras más especializadas son mejores para podar ramas más altas o más gruesas. En casos más extremos, una motosierra sería la herramienta de corte más acorde.

Por otra parte, a veces también se necesitarán escaleras o andamios para alcanzar zonas más difíciles, y las herramientas de protección son igual de indispensables que las anteriores: cascos, gafas, guantes, etc. En ocasiones se necesitará maquinaria o herramientas mecanizadas para hacer la poda, todo dependerá del olivar, tipo de producción, entre otros factores.

Así pues, teniendo las herramientas necesarias para hacer la poda del olivo, se podrán realizar varios tipos de corte: de aclareo o de rebaje. El primero servirá para mejorar la iluminación de ramas cercanas entre sí, para que crezcan mejor nutridas y más gruesas, y el segundo ayudará en la brotación de yemas.

¿Cómo podar un olivo joven?

Para saber cómo podar un olivo joven hay que tomar en cuenta que las primeras podas de olivo sirven para darles la forma y la dirección necesaria según el tipo de producción del olivar. Después de ello, lo más recomendable es que el olivo crezca por su propia cuenta, por lo menos, durante el primer y segundo año de crecimiento para que no se estanque y su inmadurez no se prolongue.

Si se realizan podas, estas deben ser muy sutiles, como para corregir posturas o alteraciones en la dirección de crecimiento. Posteriormente, la fecha de reinicio de poda estará marcada por la primera cosecha de aceitunas; es decir, luego de esto se realiza la poda nuevamente.

Lo más recomendable es que se vayan podando para darle forma de copa con unas cuatro ramas grandes que vayan a la par.

¿Cómo podar un olivo adulto?

Para podar un olivo adulto es conveniente hacer podas anuales (podas de producción) para que la cantidad de aceitunas generadas se mantenga en condiciones óptimas.

Por otra parte, si se trata de olivos ornamentales, la poda que debe llevarse a cabo se asemeja más a una poda de mantenimiento que servirá para mantener el árbol en condiciones saludables.

En cualquier caso, lo recomendable es cortar las ramas que estén enfermas, rotas, o muertas, y eliminar los chupones, o brotes perpendiculares a las ramas, que impidan el ingreso de luz y ventilación a través de todas las zonas del árbol.

Si se trata de un olivo adulto utilizado para producción, la poda dependerá del tipo de producción: las podas para producir aceitunas deben ser entre noviembre y diciembre, y las podas para producir aceite se realizan entre febrero y abril.

¿Cómo podar un olivo viejo?

Para saber cómo podar un olivo viejo deberán tomarse en cuenta la cantidad de ramas deterioradas que este tenga. Cuando supera el metro y medio de altura y se ve debilitado con pocas ramas, deberá hacerse un corte afrailado para eliminar todo el follaje existente y reducir el árbol en el metro de altura.

Por otra parte, en las zonas donde haya mucha humedad, el corte debe ser diagonal para que el agua no se acumule y no se produzcan hongos. Si las ramas superen los 20 centímetros de longitud, deberán dejarse al menos 3 definitivas que estén equidistantes entre sí. De esta forma es como mejora la luminosidad entre ellas.

Las ramas elegidas no deben podarse ya que se rvirán para favorecer la apertura de la copa, sin embargo, las ramas pequeñas que crezcan desde el tronco deben eliminarse inmediatamente. Esta poda debe estar acompañada de riego y fertilización adecuadas para fomentar el crecimiento vegetativo en los meses consecutivos.

En caso de que el olivo no esté muy deteriorado, se puede optar por la poda progresiva para que el mismo se mantenga en buenas condiciones; el proceso de poda progresiva deberá realizarse cada 4 años para contribuir con el ciclo reproductivo del olivar.

En ocasiones servirá pintar las cortezas de las ramas más expuestas a la radiación solar para que estas no se agrieten y deterioren con tanta facilidad.

Poda de olivos según la variedad

Además de otros factores, también se puede determinar el tipo de poda de olivos según la variedad. En este sentido, las tres variedades más conocidas, y a través de las cuales se pueden ejemplificar las diferencias entre los tipos de poda según el cultivo, son las siguientes:

Poda de olivos picual

La poda de olivos picual es la que aplica a la mayoría de los olivares de producción tradicional; a esta también se le conoce como poda al estilo Jaén, y es ideal para la variedad Picual debido a que esta cuenta con gran vigorosidad vegetativa.

La poda al estilo Jaén, básicamente, es una poda de renovación continuada, o poda progresiva, en la cual se sustituyen las ramas que muestran síntomas de envejecimiento y deben ser sustituidas. En este caso, los chupones son aprovechados para ello en caso de estar bien ubicados, y se les debe proporcionar luz y espacio para que se puedan desarrollar correctamente. Una vez que esto ocurra, se podrán eliminar las ramas viejas.

Cuando estos brotes espontáneos no ocurran, lo siguiente sería hacer cortes de arroje para eliminar una de las ramas principales, unos centímetros sobre el punto de inserción del tronco. Esta práctica fomenta el desarrollo de nuevos brotes que servirán para sustituir las ramas envejecidas.

Además de los dos anteriores, existe otra manera de hacer que se formen nuevos brotes; hacer incisiones en el tronco de tres centímetros de profundidad. La razón es que esto interrumpe la formación de savia, pero para que funcione exitosamente, las ramas altas deberán ser eliminadas para que la zona cortada esté bien iluminada.

Es importante recalcar que estas ramas altas se tendrán que eliminar de forma gradual. Y si se trata de árboles con más de un tronco, se deberá empezar por uno de ellos y luego continuar con el resto.

Cuando se trata de olivos de un pie, las renovaciones anteriormente nombradas se llevan a cabo sobre segundos cruces o bifurcaciones de ramas principales en lugar de hacer directamente sobre el tronco.

Una vez que se ha rejuvenecido el árbol, se deberá comenzar de nuevo con todos los pasos para volver a eliminar las ramas que vuelvan a tener signos de envejecimiento. El proceso debería repetirse las veces que sea necesario.

Poda de olivos arbequina

A diferencia de muchas variedades de olivos, la poda de olivos arbequina reacciona mejor cuando son más ligeras. Y la época del año perfecta para eliminar las ramas de estos olivos es en los meses de primavera.

Esto es debido a que, en estas fechas, los árboles desarrollarán brotes para tolerar mucho mejor las épocas de frío, incluso en sus días más helados. Esto aplica, sobre todo, para las especies jóvenes.

Para podar olivos arbequina se deben utilizar tijeras pequeñas que permitan hacer cortes en los brotes de menos de una pulgada de diámetro, aunque para los que tienen más de tres pulgadas se pueden utilizar motosierras.

Luego, se deben eliminar las ramas pequeñas, empezando por el pie del árbol y continuando por el resto del tronco. Si existen ramas que se han creado hacia arriba, hacia adentro o que se cruzan, también deben retirarse.

Para mejorar la forma del árbol se deben cortar las ramas principales que estén causando la “deformación” y es importante no dejar tocones al cortar las ramas; por el contrario, es preferible llevar a cabo cortes inclinados.

Poda de olivos cornicabra

La poda de olivos cornicabra es una de las más sencillas de realizar, ya que no requiere de grandes trabajos de poda, resiste muy bien la exposición al sol y a las heladas, y solo necesitará mantenimientos esporádicos para eliminar ramas dañadas o controlar el crecimiento de los árboles a finales de invierno. Es por ello que quienes la manejan son afortunados de hacerlo.

El tipo de poda a la que puede optar, por ejemplo, es la poda de rejuvenecimiento, preferiblemente, durante los meses de febrero y marzo.

Con suficiente agua y nutrientes, las necesidades de la variedad cornicabra no se centrarán mayormente en la poda; no obstante, en las temporadas más secas, la poda será una de las tareas a realizar en su cuidado, que determinará su éxito productivo.

Asimismo, llevando a cabo una buena poda y aplicando un correcto sistema de fertilización, un olivo cornicabra bien podado conseguirá producir aún más que otro que no esté podado, incluso dentro de una misma finca.

¿Cuando podar un olivo?

Conocer la fecha ideal para podar un olivo es igual de importante; además, de acuerdo al tipo de poda, se podrá elegir la fecha más adecuada.

Para podar las ramas de los árboles, el mejor momento para hacerlo es durante el invierno, una vez realizada la recolección de las cosechas.

Por otro lado, algunas podas de limpia son buenas durante los meses de frío, y las podas de ramas son buenas en los meses de verano como julio y agosto.

De cualquier forma, hay dos temporadas que son las más idóneas para hacer la poda de los olivos: al final de la cosecha, cuando este empieza a entrar en reposo vegetativo, o en primavera, cuando está saliendo del reposo invernal. Tanto una época como la otra presentan sus pros y sus contras; cualquiera que sea el caso, lo más importante es protegerlo de las heladas.

Por otra parte, si se trata de cultivar un olivo ornamental, la fecha de poda termina siendo indiferente y a elección de cada agricultor.

Poda del olivo en invierno

Si se va a realizar la poda del olivo en invierno, esta debe hacerse cuando la actividad vegetativa sea la más mínima posible, cuando se produzca menor movimiento de savia. El momento ideal es hacerlo en febrero, después de que ha pasado la época de recolección.

De esta manera, evitaremos que el olivo sufra por las temperaturas extremadamente bajas de los meses de diciembre y enero, sobre todo si la zona del cultivo presenta heladas con frecuencia.

Otra razón para realizar las podas en invierno es que la mayor parte del follaje del olivo que no se poda actúa en forma de pantalla y recoge la radiación nocturna para evitar que las láminas de agua se posen en la zona del corte y se cristalicen (una de las razones por las que el olivo más se perjudica).

Además, al tener menor circulación de savia por parte del árbol, los cortes que se realicen podrán cicatrizar con mayor facilidad y rapidez.

Poda del olivo en verano

El momento ideal para llevar a cabo una poda del olivo en verano es durante los meses de julio y agosto. La razón es que cuando llega el verano, las temperaturas altas y la sequía provocan que la planta tenga mayor movimiento de savia en su interior de la que genera, por ejemplo, en primavera u otoño.

Generalmente, durante estas fechas se eliminan los brotes que se generan en el olivo cuando comienza la temporada de invierno hasta que termina el verano. Luego de haber llevado a cabo la poda general donde se eliminan las ramas sobrantes, se generan nuevos brotes que ocupan el lugar de estas y, una vez que están posicionados, se debe hacer una selección de aquellos que estén mejor ubicados o los que se encuentren en mejores condiciones.

Por otra parte, este trabajo de poda debe hacerse de forma manual en ocasiones, ya que pocas máquinas o herramientas mecanizadas son capaces de eliminar estos nuevos brotes o que puedan seleccionar de manera automática los huecos que será necesario dejar entre las ramas que no han sido cortadas, o entre aquellas ramas que tienen un aspecto más vigoroso, y que serán más productivas en un futuro.

Es importante tener en cuenta que el olivo es un árbol centenario, por lo que hay que manejar una alternancia correcta entre las ramas jóvenes y las de más edad, además de eliminar aquellas que ya han dejado de ser productivas y sustituirla por nuevos brotes que ayuden a prolongar la vida del cultivo.

Cuando un olivo no se poda, se vuelve solo un arbusto sin capacidad de producir frutos, ya que no recibe la suficiente luz y ventilación entre sus ramas.