La historia de éxito y drogas de Caló que comenzó en Cancún

Caló se formó a finales de los años ochenta por cinco integrantes: Maya, María, Andrés, Gerardo y Claudio. Las hermanas Maya y María hacían teatro infantil desde los 8 años; Andrés y Gerardo participaban en concursos de baile; mientras que Claudio Yarto trabajaba en la estación de radio WFM y fue DJ por varios años.

Los inicios de la agrupación se dan cuando Maya y María se trasladan a Cancún, dónde conocen a Claudio, pues él era el DJ en la discoteca donde bailaban. Más tarde regresan a México y conocen Gerardo y Andrés, quienes ya tenían un proyecto de rap llamado Hot Funky.

Su álbum debut, Lengua de Hoy se editó en 1990, e incluyó sencillos como No Puedo Más y Capitán. 

Frecuentemente fueron comparados con Ace of Base (lo que Yarto consideraba un halago); Caló publicó 5 discos más durante la década de los noventa, el último de ellos en 1998. Después, entrarían en un receso de casi 10 años.

Desde entonces, Caló se ha reunido y separado en dos ocasiones. La primera de ellas en 2007 (en este periodo sacaron el éxito La Colegiala en compañía de Margarita La Dios de la Cumbia. 

La segunda vez fue en 2016 tomando como pretexto la gira 90’s Pop Tour. 

Caló y su paso por el infierno de las drogas

Caló, el grupo musical que se encumbró en los años 90 debido a su combinación de rap y electrónica, le generó una gran fama a su vocalista: Claudio Yarto. Aunque este reconocimiento en su momento no fue bien dimensionado por el cantante, pues estuvo metido en serios problemas debido a sus adicciones. 

Claudio ha revelado en más de una ocasión que su problema con las drogas inició desde muy joven, cuando trabajaba como Dj en un antro de Cancún, Quintana Roo. 

“Las adicciones son una enfermedad emocional. Tan sólo es la punta del iceberg el que alguien se meta sustancias. El tema es emocional totalmente. Las sustancias las puedes quitar en 35 días, el tema es quitar el tema emocional, lo que no te gusta cuando estás sobrio, lo que te está molestando y prefieres evadirlo de alguna forma”, señaló. 

Su primera experiencia con la mariguana fue a los 24 años: "No estaba tan chavito porque tampoco era tan fácil conseguir un poco de mariguana, siempre lo tenía alguien como a escondidas. Nunca me clavé ahí, pero después de unos toques me volví cliente VIP". 

Reveló que comenzó a consumir cocaína y alcohol: "Me invitaban pases y luego agarras y empiezas a comprar tus gramos. No hay dinero que alcance para eso. Al dealer le dices 'Te la pago después', y ahí te van embarcando". 

En 1997 se internó en una clínica y estuvo varios años limpio, hasta que "tuve otra situación donde acababa de nacer mis segundo hijo después de 22 años, y en ese momento, en la hora de la separación (con su pareja), como no tenía a quién darle en la torre, me doy en la torre yo. Me voy fuera de la casa, viví en un hotel 8 meses haciendo mis negocios pero pegándole a esa. Me rescata un tío y me dice: 'Güey, no creo que de tanto talento la estés calabaceando'. El adicto sólo recibe la ayuda si la pide". 

Para el cantante, su peor infierno comenzó cuando se dio cuenta de todo lo que la vida le había dado y cómo la estaba desperdiciando. 

"Estaba en un infierno, estaba negándome a los regalos que la vida me estaba dando por estar metido en esa cosa: la fama, el dinero, el cariño de la gente, las canciones pegando, hasta guapo me decían".

Síguenos en Google News y recibe la mejor información

jram