Cómo abrigar correctamente a niños y bebés

Saber cómo abrigar a los niños es esencial ahora que llega el frío. Los más pequeños deben ir siempre bien abrigados, pero sin agobiarlos o hacer que pasen demasiado calor. Para esto, contar con la ropa de niño de abrigo adecuada y saber cómo usarla es clave.

Principales consejos para abrigar a los niños

Ya queda nada para el invierno y una de las mayores preocupaciones entre padres y madres es cómo vestir a los más pequeños para ir al cole o salir al parque. Es normal. Durante estas fechas un descuido puede mermar la salud de cualquiera y si es la de nuestros hijos nos preocupamos todavía más. Por eso a continuación os traemos algunos consejos sobre cómo abrigar a bebés y niños durante estas épocas de frío intenso.

La regla de las capas, la norma básica

Esta regla de oro consiste en utilizar tres capas de ropa durante el invierno. La primera es la más ajustada al cuerpo de todas, la segunda sería más suelta y la tercera una talla más grande de lo normal y fabricada en material impermeable. No olvides que la actividad de los niños es mayor que la de los adultos, por lo que no necesitan mucha más ropa.

Con estas tres capas estarán abrigados y cómodos. Como añadido ponles una bufanda en caso de que sople mucho viento, así tendrán protegida su garganta y no enfermarán a la primera de cambio. En el caso de los bebés, si los llevas en cochecito, estarán suficientemente abrigados, por lo que vestirlos con demasiadas capas de ropa los acabará por agobiar. Dentro no tiene sentido que lleven la última capa, sobre todo si van bien tapados.

¿Sabías que entre las capas se crea una mínima película de aire que sirve como aislante? Esta película mantiene el calor corporal del bebé y evita su enfriamiento.

Opta siempre por ropa práctica

Que la ropa sea bonita es importante, pero lo es mucho más que sea práctica. Además, la ropa de invierno suele ser más cara, una razón para apostar por la que sea útil. Busca una que permita a tu hijo moverse con soltura y que lo abrigue bien. Si pueden lucirla en varios escenarios, será mucho mejor. Así, un abrigo que mantenga seguros los guantes para que no los pierda será más útil que uno que sea bonito.

Las extremidades son las partes del cuerpo más sensibles porque por ellas se escapa el calor corporal. Llevar los guantes asegurados al abrigo asegurará a los más pequeños estar bien abrigados.

Asimismo, procura ser inteligente en las compras para ahorrar un poco de dinero. Un gorro con orejeras es mejor que uno sin ellas, de esta manera no las tendrás que comprar por separado. Recuerda primar la utilidad por encima de todo y estarás comprando unas prendas que lo mantendrán a buena temperatura todo el invierno.

Aunque no lo parezca las orejeras son muy importantes. El oído es muy sensible a los fuertes vientos y a los cambios de temperatura, por lo que cubrirlo en invierno resulta esencial.

Cómo saber si mi hijo tiene frío

Para comprobar su temperatura, en especial en los bebés, no te quedes en lo visual. Lo mejor que puedes hacer es tocar su piel con regularidad. Evita las manos, ya que las extremidades tienden a enfriarse rápidamente y en los bebés es normal que estén frías. Lo ideal es tocar el pecho. Palpa la piel y, si notas que está fría, agrega una capa de ropa o una manta.

Los niños recién nacidos regulan mucho peor la temperatura que los infantes. Por ello, es muy importante estar atentos para evitar un cuadro de hipotermia.

Sin embargo, el exceso de calor también es un problema durante el invierno. Como has visto, no es cuestión de agregar múltiples capas, sino de tener las suficientes. Así, en cuanto veas que está sudando, que respira de manera agitada o que aparece un ligero sarpullido, estarás ante los primeros síntomas de hipertermia. Si se da este caso, retira las ropas que estén húmedas y una capa para que la temperatura baje hasta regularse de manera adecuada.

 Abrigar demasiado a un niño puede ser peligroso. Tanto que incluso el agobio puede llegar a causarle fiebre ligera.

Cómo proteger diferentes partes del cuerpo

Las extremidades y la cabeza son las partes más sensibles ante el frío, ya que van a estar más expuestas. El calor se escapa con facilidad por las manos, la nariz, las orejas y los pies. Es recomendable que los niños vayan con guantes, un gorro con orejeras, calzado indicado para el invierno y medias en caso de las niñas. Además, un cubrecuello o una bufanda serán grandes añadidos para mantener el calor dentro y las enfermedades fuera.

Es importante que la bufanda esté a la altura de la nariz, en especial en los días más fríos. Así, la boca permanece tapada y el aire que sale de la nariz contribuye a mantener el calor. Asimismo, el aire frío no llegará a la garganta, por lo que los bronquios no se irritarán por causa de la bajada de temperatura. Mantendrás abrigado a tus hijos y sanos con una sola prenda de ropa.

Una alternativa a la bufanda es el uso de los cuellos. Estos son mucho más cómodos para los niños porque ni los pierden ni pueden enredarse con ellos.

Consejos finales

Abrigar bebés es tan sencillo como has visto, pero hay que tener en cuenta algunos detalles. Evita que los peques sufran cambios bruscos de temperatura entre el hogar y el exterior, algo que se soluciona abrigándoles bien antes de salir. Además, exponerlos al frío no va a mejorar sus defensas, de eso se encarga una buen alimentación y un estilo de vida saludable. En cualquier caso, procura no exponerlos demasiado a frío, sobre todo si aún no saben caminar por sí mismos.

Un error bastante común consiste en mantener la habitación de los más pequeños a una temperatura mayor que el resto. Lo mejor es establecer una temperatura promedio en toda la casa y abrigarlos correctamente.

En definitiva, cómo abrigar a los niños es un ejercicio de sentido común y de búsqueda de lo práctico. De nada sirve aplicar incontables capas de ropa y que no puedan ni moverse. Ahora que sabes cómo saber si mi hijo tiene frío o va bien abrigado, ¡comparte esta entrada para que todos sigan estos prácticos consejos!