Científicos de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) han descubierto que los tipos de células que causan la piel de gallina también son importantes para regular las células madre que regeneran el folículo piloso y el cabello. Debajo de la piel, el músculo que se contrae para crear la piel de gallina, es necesario para establecer un puente entre la conexión del nervio simpático y las células madre del folículo piloso. El nervio simpático reacciona al frío contrayendo el músculo y causando la piel de gallina a corto plazo, e impulsando la activación de las células madre del folículo piloso y el crecimiento de nuevo cabello a largo plazo.

Publicados en la revista Cell, estos hallazgos en ratones permiten a los investigadores comprender mejor cómo interactúan los diferentes tipos de células para vincular la actividad de las células madre con los cambios en el entorno exterior.

Muchos órganos están hechos de tres tipos de tejido: epitelio, mesénquima y nervio. En la piel, estos tres linajes están organizados en un arreglo especial. El nervio simpático, parte de nuestro sistema nervioso que controla la homeostasis del cuerpo y nuestras respuestas a los estímulos externos, se conecta con un pequeño músculo liso en el mesénquima. Este músculo liso a su vez se conecta con las células madre del folículo piloso,

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