La dinámica sexual depende de muchos factores. Hay personas que disfrutan mucho del contacto físico, son “más de piel” como se dice comúnmente, pero también hay quienes prefieren mantener su distancia y tocar sólo cuando hay que tocar.
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¿Qué pasa con las caricias y abrazos después del sexo? Según un estudio hecho por investigadores de la Universidad de Toronto, acurrucarse con la pareja después de haber tenido relaciones sexuales puede ser muy beneficioso para la relación en general.
Los responsables del estudio describen el acurrucarse con la pareja como un “un elemento clave” en la satisfacción sexual y sentimental. Para averiguar esto, se consultó a personas en distintos sitios web sobre sus relaciones, 138 hombres y 197 mujeres de entre 18 y 64 años específicamente.
El sitio Psychology Today cita en un artículo publicado hoy algunos de los resultados que los investigadores obtuvieron. Las personas que admitieron darle importancia al acurrucarse o abrazarse luego del sexo estaban más satisfechas con su vida sexual y con su relación de pareja.
También se destaca que quienes más valoran el “acurrucamiento” post sexo son las mujeres y las parejas que son padres de niños pequeños. Esto, porque, por lo general, cuando los niños son pequeños los tiempos para la intimidad se reducen y cuando ocurren, se valoran más.
¿Qué hay de los hombres? Usualmente, se considera que quien disfruta más de los abrazos después del sexo son las mujeres, y algo de verdad hay en esa afirmación, tal como lo señala el estudio del que hablamos anteriormente.
Sin embargo, hay hombres que lo disfrutan mucho. El portal online de la revista Women’s Health publicó ayer un artículo en el que se le pregunta a varios hombres su opinión sobre acurrucarse después del sexo.
Algunos dijeron que no les agradaba, otros sí y un grupo de ellos estaba de acuerdo con que el acurrucarse con la pareja es bueno porque puede “llevar a algo más“. O sea, más sexo.