Caminar es un ejercicio completo, sencillo y muy beneficioso para la salud. Es especialmente recomendable, ya que si se realiza de forma habitual permite estar más activo y llevar una vida más saludable, lo que va a repercutir en una mejor calidad de vida.

Andar previene enfermedades, al tiempo que provoca una sensación de bienestar general. Según las recomendaciones de la OMS, los adultos deben realizar a la semana, de forma moderada, de 150 a 300 minutos de actividades físicas aeróbicas como caminar, correr, montar en bicicleta o bailar. Otra opción es practicar alguna actividad de este tipo de 75 a 150 minutos semanales pero, en esta ocasión, a una intensidad mayor.

Según expertos de TK Home Solutions, caminar es una de las actividades aeróbicas más sencillas y una de las que cuenta con una tasa más baja de lesiones en comparación con otros ejercicios. Sus beneficios se notan desde el inicio de la práctica y algunos de ellos son:

1- Ayuda con la diabetes. Pasear de forma habitual ayuda al sistema inmunológico y mejora enfermedades como la diabetes, ya que contribuye a mantener más bajos los niveles de azúcar en sangre y previene el riesgo de llegar a padecer diabetes tipo 2.

2- Reduce el riesgo de enfermedades. La actividad física, al reforzar el sistema inmunológico, reduce el riesgo de aparición de ciertas enfermedades crónicas como el alzheimer, la osteoporosis, la hipertensión, las dolencias coronarias o respiratorias, o ciertos cánceres, entre otras.

Un hombre escucha música mientras camina por la orilla del mar. Freepik

3- Mejora el sueño. Salir a andar permite conciliar el sueño rápidamente y disminuye los despertares nocturnos, lo que contribuirá a que, por la mañana, nos sintamos más descansados, de mejor humor y con más energía.

4- Aumenta la capacidad pulmonar. La capacidad pulmonar va aumentando a medida que se introduce el hábito de andar en la rutina diaria. Al caminar se produce un incremento de ventilación pulmonar, lo que permite que el organismo esté más oxigenado.

5- Control del colesterol. Caminar de forma habitual ayuda a aumentar el colesterol HDL (colesterol bueno) y a bajar el LDL (colesterol malo).

6- Aumenta la resistencia. Conforme vayas caminando distancias más largas aumentarán tu resistencia, fuerza y flexibilidad y tus huesos estarán también más fuertes.

7- Mejora la circulación. Caminar previene la aparición de varices y otras patologías derivadas de una mala circulación, lo que además repercutirá en una mejor salud del corazón.

Una pareja pasea junto al mar en un día soleado. Freepik

8- Disminuye y evita la obesidad. Las personas obesas tendrán la posibilidad de adelgazar y quien no necesite perder peso, podrá mantenerse en su peso ideal.

9- Mejora la depresión y la ansiedad. Andar al aire libre despeja la mente, reduce el estrés y estimula la producción de endorfinas y, por lo tanto, mejora el humor y la autoestima, al tiempo que contribuye a reducir la depresión y la ansiedad.

10- Facilita la socialización. Salir a caminar es una excelente ocasión para sociabilizar con otras personas y te servirá como motivación para no abandonar.

Vence la pereza, abandona el sedentarismo e incorpora el hábito de caminar a tu rutina diaria. ¡Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán!