Las claves del budismo para alcanzar la felicidad
Abordamos las claves de la filosofía budista para entender su concepto de la felicidad.
¿Cómo se puede alcanzar la felicidad, según los budistas? En primer lugar, hay que tener en cuenta que el budismo es una religión que surge a finales del siglo VI a.C. en plena efervescencia intelectual en el norte de la India.
Fundada por Siddharta Gautama (Buda), constituye un modo de vida mediante el cual los individuos buscan liberarse de la ignorancia, causa del sufrimiento, y conseguir la paz y la felicidad de la mente.
En el budismo, la felicidad se ve como un estado mental y emocional que surge de la paz interior y la satisfacción, en lugar de depender de factores externos. Según la filosofía budista, la verdadera felicidad (“sukha”) se encuentra en el interior y se puede lograr a través del desarrollo personal y espiritual. ¿Pero cuáles son las claves para alcanzar esa felicidad?
El budismo enseña que el deseo y la aversión son las raíces del sufrimiento. Según la enseñanza de Buda, todo lo efímero es dolor, y a su vez, el origen del dolor reside en el deseo. Por tanto, se entiende que la abolición del deseo supone la desaparición del dolor.
Tal y como aseveran estos creyentes, al desapegarse de los deseos materiales y las expectativas excesivas, uno puede encontrar felicidad en el presente y aceptar las cosas tal como son. Es por ello que se apuesta por un “camino de ocho ramales o del centro”, que conduce a la extinción del dolor: opinión, pensamiento, palabra, acción, medios de existencia, esfuerzo, atención y contemplación.
Por otra parte, la filosofía budista se fundamenta en la práctica de la atención plena (mindfulness). Esto implica estar plenamente presente en el momento actual, sin dejarse llevar por los arrepentimientos del pasado o las ansiedades sobre el futuro. De esta manera, se puede alcanzar una sensación de paz y sosiego.
La meditación y la contemplación son prácticas comunes en el budismo, puesto que ayudan a calmar la mente y a alcanzar un estado de paz interior, que es considerado un precursor de la felicidad duradera.
Además, para los budistas es vital cultivar la compasión y la bondad hacia uno mismo y hacia los demás, como una fuente importante de felicidad. Según la enseñanza de Buda, ayudando a otros y practicando la compasión, se encuentra una alegría profunda y reconfortante.
Por otro lado, su ideología se basa en comprender que todo en la vida es impermanente, tanto las cosas buenas como las malas. Es decir, según los budistas, entender que todo es efímero nos puede ayudar a mantener una perspectiva equilibrada y a encontrar alegría en las experiencias cotidianas.
Al mismo tiempo, los seguidores del budismo hacen hincapié en el desarrollo espiritual como una de las claves de la felicidad. En este sentido, el camino hacia la iluminación y la liberación del ciclo de sufrimiento (“samsara”) se ve como la máxima realización de la felicidad en el budismo.
La palabra de Buda nos acerca a la moralidad en la conducta, el cultivo de la mente y el desarrollo de la sabiduría interior, según el texto cumbre del budismo (Dhammapada, La Enseñanza de Buda), una obra con una antigüedad de 2.300 años.
También aquí se alude a las tres raíces del dolor: el autoengaño, la avidez y el odio, revelando la vía para superarlas: el autoconocimiento, el desapego y el amor. Así, en estos textos, en referencia a la felicidad, encontramos afirmaciones como las siguientes:
- “Venciendo origina uno odios; vencido, vive uno apenado; despreocupándose de victorias y derrotas, vive uno sereno y feliz.
- No existe fuego como la pasión; no existe miseria como el odio; no existen males (dukkha) como los elementos que constituyen la existencia (khandha); no existe felicidad superior a la serenidad.
- El hambre es la peor molestia; las cosas condicionadas (sankhara) son la peor desgracia; conociendo esto, en verdad, el nirvana es la suprema felicidad.
- La salud es la mejor protección; la satisfacción es el mejor bien; la confianza mutua, el mejor parentesco y el nirvana la suprema felicidad.
- Bebiendo el nectar de la soledad y el néctar de la calma, bebiendo el néctar de la alegría que emana del dharma, se libera uno de la angustia y se libera del mal.
- Ver a personas nobles es provechoso y es provechoso convivir con ellas; apartándose de los necios puede vivir uno siempre feliz.
- Al que se juntó con un necio por mucho tiempo le pesa; tratar con necios es siempre desagradable, como tratar con un enemigo; pero es agradable tratar con un sabio, como tratar con amigos.
- Como la luna se acoge a sus constelaciones, acogeos al sabio, inteligente y culto, paciente, que cumple sus deberes, noble, bueno y sagaz”.
Referencias:
- Dhammapada. 'La enseñanza de Buda'. RBA (2006)
- Ananda K. Coomaraswamy. 'Buda y el Evangelio del Budismo'. RBA (2007)
- VV.AA. 'Gran Enciclopedia Universal'. Espasa (2004)