Diferencias entre izquierda y derecha en la política

Lo que en la sociedad actual se representa como un antagonismo político muy evidente y marcado entre la izquierda y la derecha en política, tuvo su origen en un hecho anecdótico que se ejecutó sin intenciones de trascender, pese a que, finalmente, lo haya hecho.

El 28 de agosto de 1789 se celebró la primera Asamblea Nacional Constituyente. Surgió de la necesidad de discutir el peso político que debía tener la asamblea popular en contraposición al poder real, el cual se representaba con la figura del Rey de Francia.

En el momento de la votación, la representación de la aristocracia, el clero y la alta burguesía, que defendían el control del poder real, se colocaron y organizaron a la parte derecha del presidente de la asamblea. Por contra, los representantes partidarios del poder popular se fueron agrupando a la izquierda.

Los representantes favorables al poder popular eran, en su gran mayoría, diputados que pertenecían al llamado Tercer Estado. Este grupo social mayoritario estaba compuesto por campesinos y la considerada como baja burguesía. Ambos colectivos tenían en común la ausencia de derechos económicos y jurídicos reconocidos, en contraposición a sus respectivas cargas tributarias.

Después de la Revolución Francesa, la división conceptual entre izquierda y derecha en política se profundizó durante un siglo para, posteriormente, extenderse en el siglo XIX hacia América del sur, coincidiendo con los diferentes procesos independentistas.

La izquierda y la derecha tienen, en política, una serie de ideas o doctrinas esenciales que resultan antagónicas entre sí. El estado de bienestar es uno de ellos: para la izquierda, todo lo relacionado con el bienestar colectivo es prioritario y está por encima del progreso o crecimiento individual. Para conseguirlo, se deben suprimir todas las clases sociales. Por su parte, la derecha promueve el bienestar individual centrado, sobre todo, en el progreso económico, siendo el eje central del bienestar.

Independientemente de las visiones de izquierda y de derecha respecto a este tema, el Estado de bienestar es considerado como uno de los grandes logros alcanzados por la civilización moderna. Las economías se basan en un mercado libre, con los incentivos que crea para la innovación y generación de riqueza, junto a un sistema que cuente con servicios sociales y sea amplio y generoso.

Con independencia del partido político que gobierne, ya sea de izquierda o de derecha, y considerando los ciclos económicos, la combinación expuesta anteriormente se ha mantenido de forma estable para garantizar el Estado de bienestar en la mayoría de los países occidentales.

Sobre la organización política de un país, para la izquierda, el Estado es considerado el único actor político. En este sentido, la mayoría de sus corrientes tradicionales defienden la centralización del poder en un partido único como idea principal. Entre estas corrientes, también destaca el marxismo libertario, el cual ve al Estado como una forma transitoria de organizar a la sociedad, proponiendo una estructura federal y un gobierno no autoritario.

En cambio, en la derecha y sus diversas corrientes se pueden encontrar distintas visiones sobre la organización política: desde sistemas democráticos basados en elecciones libres y la participación de los partidos políticos hasta la centralización del poder, es decir, las dictaduras de derecha.

En el ámbito político, la perspectiva de la izquierda sostiene que el Estado debe ser el propietario y administrador de los medios de producción. Esto implica que, según las corrientes de pensamiento de izquierda, el control estatal es fundamental para asegurar una distribución más equitativa de los recursos y reducir las disparidades económicas. En este contexto, se promueve la idea de la propiedad colectiva o estatal de los elementos clave de la economía.

En contraste, la derecha aboga por una menor intervención del Estado en el sistema económico. Desde esta perspectiva, se fomenta el libre mercado como motor principal de la actividad económica. La derecha defiende que la iniciativa privada y la competencia sin restricciones son fundamentales para impulsar el crecimiento económico y la eficiencia. En cierta medida, esta postura también respalda el sistema capitalista, donde la propiedad privada y la libertad individual en la toma de decisiones económicas son prioritarias.

La izquierda aboga por la distribución equitativa de la riqueza, fundamentándose en la convicción de que todas las personas son iguales y merecen gozar de derechos equivalentes, así como asumir las mismas responsabilidades como ciudadanos. Desde esta perspectiva, se busca reducir las disparidades económicas y sociales, y se defiende la implementación de políticas que favorezcan la igualdad de oportunidades para todos los miembros de la sociedad.

En contraste, la derecha sostiene que la distribución de la riqueza debe estar en consonancia con el esfuerzo y la contribución individual de cada persona. Según esta visión, quienes aportan más al desarrollo económico deben recibir una recompensa proporcional, y se valora la meritocracia como un principio fundamental. Desde la derecha, se argumenta que este enfoque incentiva la iniciativa individual y la innovación, creando un entorno propicio para el crecimiento económico.

En términos de su actitud hacia el cambio, por un lado, la izquierda tiende a adoptar una postura más progresista y abierta a transformaciones sociales y económicas. Buscan adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad y suelen respaldar reformas que promuevan la igualdad, la justicia social y los derechos individuales. Esta disposición hacia el cambio puede reflejarse en políticas que buscan mejorar las condiciones laborales, promover la diversidad, y abogar por nuevas formas de organización social y económica.

Por otro lado, la derecha a menudo muestra una actitud más conservadora y resistente al cambio. Suele defender valores tradicionales y resistirse a reformas significativas que puedan alterar las estructuras sociales establecidas. Esta resistencia puede estar fundamentada en la preservación de instituciones y prácticas que consideran fundamentales para la estabilidad social, económica y cultural. Sin embargo, es importante señalar que esta descripción generalizada no abarca todas las corrientes de pensamiento dentro de la derecha, ya que existen variaciones significativas en las actitudes hacia el cambio dentro de este espectro político.

Ahora que ya conoces las diferencias entre izquierda y derecha en la política, no te pierdas Cómo se constituyen los partidos políticos y Qué es una investidura política.

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