En su magnífica ubicación, a pocos metros de la Gran Vía madrileña, y en el encanto conseguido a través de su decoración, radica el éxito de este mini estudio de tan solo 35 m2. Un coqueto proyecto de Ana Negrete para el Estudio de Interiorismo Alterdecor de Alterhome, en el que derrochó ingenio y buenas ideas. Ante un último piso abuhardillado, diminuto y muy oscuro, Ana se planteó el trabajo como un reto alcanzado con holgura.
LA DISTRIBUCIÓN
Con el objetivo de crear sensación de mayor amplitud, su primera intervención fue despejar toda la planta manteniendo únicamente independiente el cuarto de baño e independizando la zona de descanso a la vista mediante un medio tabique y un gran arco abierto. En el resto del espacio son los propios muebles los que delimitan cada zona gracias a su estratégica colocación. La renovación de la estructura también fue vital en el cambio; un nuevo suelo vinílico con acabado de madera, la restauración de las vigas originales y la pintura blanca de paredes y puertas, dió como resultado un nuevo espacio luminoso y bien cuidado. El toque especial lo pone un papel pintado vegetal que reviste la pared del dormitorio refrescando todo el estudio.
ESPACIOS DONDE TODO ENCAJA
A la hora de ganar zonas de almacén y rentabilizar al máximo los pocos metros disponibles, se apostó por las soluciones de obra y por los muebles a medida. Así, para la cocina, se encargó un módulo en madera y melamina blanca con espacio de almacén, mientras que el dormitorio cuenta con un sencillo armario abierto organizado a base de cestos. En el baño todo está medido y diseñado al milímetro con medios tabiques de obra y estantes de madera a medida. Es en definitiva un apartamento encantador, con una elegante decoración de aire femenino, muy cuidada y soluciones que demuestran que con un presupuesto ajustado se pueden obrar maravillas. Los detalles dorados, las tapicerías y la presencia de plantas aquí y allá logran encandilarnos.
Un salón bien pensado
La barra de la cocina, encargada a medida, marca la separación entre las dos zonas básicas del estudio.
El techo, además de decorativo, sirve como soporte para distintos elementos.
El color blanco funciona como recurso iluminador aplicado en casi todas las paredes, puertas y parte de los muebles. Gracias a su presencia y a las amplias ventanas de tejado, la luz entra y rebota llenando de claridad hasta el último rincón.
Las vigas originales se restauraron e integraron en la decoración actual.
Los muebles, muy bien escogidos, elevan el nivel de la vivienda.
La organización de los muebles se basó en la altura irregular del estudio.
El dormitorio
Unos cojines lisos y frescos completan con acierto el ambiente.
De la sencillez intencionada del dormitorio resulta un área de descanso tranquila y sosegada, con una única decoración centrada en el juego de cuadros de la pared abuhardillada.
Un baño muy completo
El cuarto de baño se pensó y distribuyó al milímetro jugando con medios tabiques y estantes a medida.
Los acabados del cuarto de baño, al igual que el resto del espacio, se centraron en la madera y el color blanco creando así cierta continuidad.
Plano del piso
Los escasos 35 m2 de este piso parecen más gracias a su distribución casi diáfana. Tan solo un medio tabique con un arco abierto independiza el dormitorio.
Este apartamento se puede alquilar a través de www.alterhome.es