¿Para qué son estas rayitas rojas en el cuentakilómetros de tu coche?

Las has visto infinidad de veces, pero tal vez nunca te hayas preguntado para qué sirven. Hablamos de esas rayitas rojas que aparecen en los velocímetros físicos, los analógicos, los de toda la vida. No así en los cuadros digitales, en los que se está desechando su uso.

Generalmente aparecen como contraste a las marcas negras y se sitúan siempre en múltiplos de 10. Aunque muchos coches carecen de estas marcas, muchos presentan una, otros dos y un buen número de ellos hasta tres.

Falta pedagogía

Pero, ¿por qué no nos fijamos en ellas si estamos acostumbrados a entender las líneas rojas como indicación de peligro? Por un lado ha faltado pedagogía. Y por otro, es cierto que en muchos países su utilidad ha sido y sigue siendo escasa.

El origen de estas rayas estuvo en el deseo de algunos fabricantes de indicar la velocidad óptima o máxima a la que debía cambiarse de una marcha a la superior. Y esto que podía tener su importancia en modelos que carecían de cuentarrevoluciones (es decir, por norma general hace cinco décadas o más).

Pero aquella finalidad fue cayendo en el olvido hasta que las marcas empezaron a pensar que podían servir como señal de alerta. No estaban en realidad obligados a incluirlas por ninguna ley o normativa de homologación; sencillamente comprendieron que el cambio de color podía indicar al conductor que a partir de ahí era mejor no seguir acelerando más según el lugar por el que estuvieran circulando.

Así, unos fabricantes optaron por indicar con estas rayas la velocidad máxima permitida en zonas residenciales, la máxima indicada para el casco urbano y el tope legal en autovías o autopistas. Otros fabricantes, por el contrario, prefirieron indicar en los velocímetros las velocidades máximas permitidas en zonas urbanas, en carreteras ordinarias y en autopistas... Es decir, que no seguían una norma fija, sino que cada marca hacía lo que creía más oportuno pensando, sobre todo, en el mercado de su país.

Límites diferentes

Había además otra complicación añadida que hoy día hace que estas marcas no sean del todo útiles, y es el hecho de que en cada país los límites eran hace años y siguen siendo diferentes en los distintos países. Así, el fabricante que quería poner estas líneas las situaba en los límites que existían en su país cuando fabricó el coche. Y en el caso de los coches alemanes, se optaba por poner la velocidad máxima permitida en la mayoría de las autovías y autopistas fuera de su propio territorio.

Es decir, que ponerlas se trataba en realidad de una declaración de buena voluntad para ayudar a disminuir los accidentes, pero el hecho de que tanta gente desconozca su función y el número de marcas que no lo utilizan ya dan a entender que su utilidad ha sido muy relativa.

De todas formas, ahora que conoces su función tal vez tengas más cuidado en no rebasarlas, si es que en tu coche coinciden con límites todavía vigentes en España. Si así, nos alegraremos de que hayas leído este artículo.