8 Experiencias únicas en Granada
Granada es una de las ciudades españolas que más turistas recibe, mundialmente conocida por ser patria de “la Alhambra”, que nos contempla desde la colina de Sabika en cada paso que damos. Un fin de semana en esta ciudad a orillas del Darro da para mucho: perderse en el barrio de Sacromonte, contemplar los antiguos palacios y fortaleza de la Alhambra, quedarse sin aire en cualquiera de sus concurridos miradores o disfrutar con su variedad de tapas “gratis” con cada consumición. Acompañadnos si queréis sentiros granadinos por un día, con estas experiencias únicas.
1. Disfrutar de las mejores tapas de España
Si hablamos de bares de tapas en Granada, no podemos perdernos la popular y abarrotada Bodegas Castañeda (Calle Almireceros, 1-3), que no os den gato por liebre habrá muchas tabernas por esa zona, pero ninguna como ésta. Fundada en 1936, se respira tradición por los cuatro costados. Cuenta la leyenda que la tapa es cada vez mejor según aumenta el número de consumiciones, pero a nosotros ya nos han ganado con la primera. Os recomendamos sus embutidos, carnes y ensaladas, así como sus vinos y el vermut de la casa.
A 10 minutos a pie del centro la minúscula Taberna Catavinos (Calle San Miguel Alta, 35), especializada en pescados y mariscos. No os vayáis sin probar su tomate aliñado, como la palabra indica no necesita más que aceite y sal, para ser un espectáculo de sabor en la boca.
Un poco más alejado se encuentra el Bar Ávila (Verónica de la Virgen, 16), situado cerca del río, es famoso por su salmorejo y jamón asado. Cuidadito con el tamaño de las tapas que dan con cada consumición, se podría comer solo con eso.
No podía faltar la conocida Calle Navas, llena de bares de tapas, y que en hora punta se hace imposible recorrer. Una tarea aún más difícil es entrar (ni mencionamos coger sitio) en el bar Los diamantes (Calle Navas 28). Sirven una tapa gratuita con la bebida pero como ellos mismos recuerdan “REGALO DE LA CASA Y NI SE CAMBIA NI SE ELIGE”. Y por algo será que la gente espera paciente a que les atiendan en su barra.
2. Recordar nuestra historia en la Alhambra
La Alhambra es uno de los monumentos más visitados del mundo y fue declarada monumento histórico de la humanidad en 1984. Alhambra, significa en lenguaje árabe, la roja, en honor a la barba roja del sultán fundador de esta joya arquitectónica. En su época de mayor esplendor, fue una verdadera ciudad fortificada y autosuficiente respecto a la ciudad de Granada. Tres recintos independientes configuran la ciudad de la Alhambra: la Alcazaba, los Palacios Nazaríes y el Palacio de Carlos V.
La Alcazaba, diseñada para la protección de la ciudad y reservada para la guardia de élite.
El segundo recinto, y a nuestro gusto el más espectacular, es el de los Palacios Nazaríes. Inicialmente construidos por la dinastía Alhamar, en el siglo XIII, encierran entre sus muros el refinamiento y la delicadeza de los últimos gobernadores hispano-árabes de Al Andalus, los Nazaríes.
Tres palacios forman este recinto: El Mexuar, El Palacio de Comares, o de Yusuf I y el Palacio de los Leones, o de Mohammed V.
Y el tercero el Palacio de Carlos V, es uno de los proyectos del emperador para la ciudad de Granada. Hoy es sede del Museo de Bellas Artes de Granada y también del Museo de la Alhambra.
Por último, un palacio independiente frente a la Alhambra, es el Generalife, casa de recreo de los sultanes granadinos rodeado de huertas y jardines, acoge cada año alguno de los espectáculos del Festival de Música y Danza. No os olvidéis de comprar los tickets por adelantado, para evitar las colas.
Según cuentan, cuando el ejército de los Reyes Católicos llegó a Granada en 1492, el sultán Boabdil escapó de la Alhambra y dejó la ciudad en manos de sus enemigos. Mientras escapaba volvió la vista atrás, y al contemplar por última vez tan espléndido lugar le hizo emocionarse hasta las lágrimas. Su madre, enfurecida es la creadora de esta legendaria frase: «llora como una mujer, lo que no supiste defender como un hombre».
3. Trasladarse al Marruecos más autentico en la calle de las teterías
En la calle de la Calderería nueva, también conocida como calle de las teterías, os sumergiréis de lleno en la cultura árabe: restaurantes, tiendas de productos típicos y por su puesto cafeterías y confiterías.
El mejor plan para terminar el día o descansar después de un largo paseo, es disfrutar de un té moruno, hecho con té y menta, y servido en sus míticos vasos de tubo corto acompañado de cualquier delicia dulce marroquí.
4. Quedarse sin aire en el mirador de San Nicolás
Granada está lleno de miradores que os dejarán sin palabras, un ejemplo, es el abarrotado mirador de San Nicolás, situado en el barrio del Albaycín. La cantidad de personas que se congregan en la plaza que da nombre al mirador, hacen difícil coger un sitio en primera fila. Pero la espera por un buen sitio merecerá la pena, porque podréis disfrutar unas de las mejores vistas de la Alhambra.
5. Pasear por el barrio del Albaycín
El Albaycín, antiguo barrio árabe, es donde se erigió la primera corte musulmana en el siglo XI. Hoy en día es lugar de peregrinación para miles de turistas. Sus calles de adoquines, empinadas encaramadas a la montaña forman un laberinto en el que es fácil perderse. Es el barrio más auténtico de Granada y el paso a los coches está prohibido en la mayoría del área.
6. Perderse en el barrio de Sacromonte
En el barrio de Sacromonte, se encuentran algunos de los más famosos cármenes, viviendas típicas granadínas. El Carmen de la casa del Chapiz (cuya entrada cuesta 2€) y justo enfrente se encuentra el Carmen de la Victoria que es propiedad de la universidad de Granada y su entrada es gratuita, solo tenéis que tocar el timbre.
Seguimos subiendo las empinadas calles en dirección la Abadía de Sacromonte, este antiguo barrio fue residencia de musulmanes, judíos y gitanos. Cuenta la historía que cuando los musulmanes fueron expulsados de la ciudad de Granada excavaron cuevas en la montaña para esconder sus tesoros y más tarde esas cuevas se convirtieron en vivienda de muchos otros.
Es una buena caminata pero merecerá la pena, sus casas blancas contrastan con el azul del cielo, y la Alhambra os acompañará en el viaje.
7. Recorrer el Paseo de los tristes
Caminar por el Paseo de los tristes debe ser obligatorio para todo aquel que visite Granada. Este camino que se halla entre las colinas de la Alhambra y el Albaycín, está rodeado de iglesias, palacios, edificios medievales y tiendas de todo tipo.
Su nombre fue tomado debido a la cercanía al cementerio de San José de Granada. Donde los cortejos fúnebres debían atravesar este paseo para llegar al cementerio y en muchas ocasiones despedía a los difuntos en este lugar.
8. Quedarse de piedra contemplando la Catedral
La Catedral de la Encarnación es uno de los edificios más importantes del Renacimiento español. Los Reyes Católicos ordenaron su construcción sobre la Mezquita Mayor, tomando como modelo la Catedral de Toledo. Es otro imprescindible cuando visitamos la ciudad, dentro encontraréis impresionantes vidrieras traídas de Flandes, así como estatuas de los Reyes Católicos.
Una de sus joyas es la Virgen de la Antigua, traída por los Reyes Católicos y donada a la Catedral. Acompañó a los ejércitos cristianos como protectora en la reconquista de la ciudad.
Si sois de los afortunados que continuáis vuestro viaje por nuestra querida Andalucía, os recomendamos nuestro post sobre los pueblos blancos de la región de Cádiz.