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CAMÍN REAL

Andechas para cosechar trigo

Los secretos, tradiciones y rudimentos de los coyedores de Las Regueras, cuyo trabajo llenaba los campos de actividad cada verano

Una tralladora en Adayón. A la derecha, la aventadora de Floro José Pin.

En este concejo como en la mayoría de los limítrofes, se cultivaba fundamentalmente una variedad de trigo, llamada erga (escanda). La recolección se hacía en el mes de julio, hacia la festividad del Carmen. Se llamaba coyer el pan y se llevaba a cabo por medio de la andecha, es decir con la colaboración de los vecinos. No sólo se coyía por el pueblo, sino también por los colindantes. Para coyer era necesario que calentara mucho el sol, porque así las espigas rabetaben mejor y se conservaba sin humedad hasta el momento de pisarlo. Ya en la tierra se ponían los coyedores por parejas con una macona en medio, un goxu grande y redondo, utilizado sólo para este menester, la macona en la que se espetaba un focete para cortar las espigas cuando no rabetaben al tirar con les mesories. Les mesories son dos varas de unos 60 cm de largo, un poco afiladas por la punta, hechas con madera de ablanu, de fresno, de castaño y hasta de palos de escoba. Con ellas se cogía un puñado de espigas y apretando entre los dos palos, se arrancaban las espigas de la paja y se iban echando en la macona. Para evitar cortarse se usaba un dedal de cuero que se ponía en el dedo meñique de la mano izquierda.

Ya nun voy a les andeches / porque me falten mesories; / préstame, neña, les tuyes / y coyeremos a soles.

Se coyía haciendo estayes o rastros y había piquilla entre los coyedores por ver que pareja ganaba el rastro, quien llegaba la primera. La que lo conseguía ganaba la palmeta, también se decía vamos sacavos la punta o vamos comevos la sopa. Cuando la macona se llenaba se echaba la erga en una sábana, generalmente una vieja de las que se filaban en casa y bien atada con 4 nudos, esto tenía su técnica porque si no podía soltarse, se llevaba para el hórreo. Detrás de los coyedores iban algunas mujeres y niños apelucando, cogiendo las espigas, una a una, que los otros habían dejado.

Al término había merienda en la propia tierra y se tomaba bonito, queso, dulce, tortillas, huevos cocidos, embutidos, bollinas? A pesar de lo duro del trabajo se pasaba bien, pues se reunía mucha gente y había un ambiente festivo.

Ya se va metiendo el sol / ya dan sombra les macones / se entristecen los amos / se alegren los coyedores.

La paya se segaba después a gadañu y más tarde a máquina. Con ella se hacía una vara, se guardaba para picar con trébol o alfalfa en primavera, en la máquina de picar. Y también para estrar los gochinos recién nacidos o recién comprados. La erga tostada se utilizaba también para medicina de las vacas, pa vaques paridiegues, pa que se librasen mejor, para curar el montesín o la tos.

Recogida ya la erga se dejaba acorrar unos días en el hórreo, para que secara bien. A continuación, se mayaba, también andecha. Para ello se llevaba a la era, que solía ser común para varios vecinos. Se conservan varios topónimos repartidos por todo el concejo dando fe de su uso. Se pisaba con el manal.

Para la erga se utilizaban los molinos de desergar. Sabemos por el Catastro de 1752 que había entonces 21 molinos de mano, para limpiar y desergar los granos y estaban en los portales o bajo los horros o paneras. El molín de agua de Bárcena también hacía esta función además de la molienda. Estos molinos estaban en: 2 en Escamplero, 1 en Gallegos, 2 en Mariñes, 2 en Biedes, 1 en Parades, 1 en La Ferrería, 2 en Trasmonte, 1 en Alceo, 2 en Soto, 1 en Lazana, 3 en Santullano, 1 en Otero y 2 en Premoño. Antes de la guerra civil los vecinos llevaban la erga a desergar a molinos de agua que había en Pumeda, en Bolgues (Casa Cilia) y en La Ferrería.

Unos 11 vecinos de Parades compraron hacia 1930 una trilladora de rabil, tan difícil de rabilar como los molinos fijos. Se necesitaban 4 hombres para girar la rueda, 2 para cada media vuelta. Tenían también aventadora, que servía para limpiar el trigo de la poxa. Aunque era necesario utilizar el vañu o la criba para limpiarlo bien, el uso de la aventadora supuso un gran avance. El uso de trilladoras de rabil que se desplazaban a las casas y servían para el trigo comenzó hacia 1920. Según nos informó un vecino de Parades, en 1923 vino la primera máquina al pueblo, era de Pepe la Cepa, de Casa La Cabaña de Trasmonte.

Hacia los años 40 vinieron las primeras trilladoras de motor. En Les Regueres las primeras fueron las de Casa El Ferreru de Andayón. Hubo otras trilladoras como la de Manolín el de las máquinas, que venía de Candamo, para Valduno y Soto. Y cuando los de Andayón dejaron de salir, les sustituyó Floro José Pin.

Actualmente José Vega de Pereda, Soto, hace una intensa labor de recuperación del cultivo de la escanda, con resultados muy positivos, que deseamos sea cada vez mayor.

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