Preocupación en San Tirso por la proliferación de la oruga que "arrasa" a su paso las praderas

"Se come la hierba buena y deja todo pelado, como quemado", dice el ganadero Pepe Calvín, uno de los afectados por la "rosquilla negra"

T. Cascudo

Los agricultores de San Tirso de Abres muestran su preocupación por el impacto en sus cultivos de la oruga "Spodoptera littoralis", también llamada "rosquilla negra". "Hace años que no vemos una cantidad semejante, se come la hierba buena y deja todo pelado, como quemado. Parece increíble que bichos tan pequeños arrasen hectáreas de terreno", señala el ganadero Pepe Calvín, uno de los afectados por una plaga que también están sufriendo concejos de la vecina Galicia.

Calvín y su mujer, que regentan una ganadería de unas 150 cabezas en la localidad de San Andrés, cuentan que ya sufrieron las consecuencias de la oruga en la pasada campaña del maíz. Hasta el punto de que tuvieron que resembrar unas seis hectáreas de maíz tras las pérdidas ocasionadas por la oruga, capaz de arrasar plantaciones enteras. Ahora el problema lo están registrando las praderas de donde los ganaderos sacan parte del alimento para el ganado. "Si no sulfatas puedes llegar a perder la pradera entera, pero también tienes que saber cuándo hacerlo porque mientras tienes ganado pastando no puedes actuar", señalan los ganaderos.

No son los únicos afectados de San Andrés, una pequeña localidad con tres explotaciones ganaderas. Su vecina también da cuenta de que está "todo invadido" y lamenta que el insecto devore "la hierba buena y solo deje lo malo". Explican los afectados que la oruga avanza con mucha rapidez y, aunque están acostumbrados a su presencia ocasional, consideran que el impacto de este año "está siendo brutal y San Tirso en general está muy afectado, se ven los prados todos secos, parece Castilla". La única solución es atajar la plaga y resembrar después para recuperar la hierba. Los afectados achacan la proliferación de la larva al tiempo inusualmente cálido y coinciden en que la llegada del frío permitiría atajar el avance.

Preocupación en San Tirso por la proliferación de la oruga que "arrasa" a su paso las praderas

A la izquierda, detalle de la oruga. / T. C.

Desde el servicio de Sanidad Vegetal del Principado no tienen constancia de este problema en San Tirso de Abres, de ahí que recuerden la existencia de un correo (svegetal@asturias.org) y una línea telefónica en la que notificar cualquier problema detectado en el campo asturiano. Una vez recabada la información los técnicos recomiendan el protocolo de actuación para erradicar el problema. En el caso de la rosquilla negra, lo que se recomienda es la aplicación de "tratamientos con piretroides o piretrinas, y biocidas". Los productos pueden variar según se trate de cultivos convencionales o ecológicos. Los técnicos de Sanidad Vegetal dejan claro que "normalmente suelen ser brotes aislados coincidentes con una climatología inusual" como la que se está detectando este año. De hecho, ayer en la localidad santirseña de San Andrés el termómetro superó los 27 grados.

"Aquí parece que estamos viviendo en una burbuja, tenemos mucha más sequía que en otras zonas de alrededor. Así que al problema de la sequía, ahora le añadimos el gusano", lamenta Pepe Calvín. Aunque la plaga en San Andrés es importante, este vecino recuerda una ocasión anterior en la que la proliferación de la oruga fue tal que los bichos llegaban a cubrir por completo una pista junto a su casa. "Negreaba las pistas de tantos como había, además trepan y se te pueden llegar a meter en casa", señala Calvín sobre esta oruga que, por otro lado, es inofensiva para los humanos.

Una señal de alerta de la presencia de la larva es la detección de manchas secas en la pradera. Durante el día las orugas permanecen escondidas y enroscadas en el suelo, de ahí el nombre popular de "rosquillas". Se activa al anochecer, cuando empieza a devorar las plantas que encuentran a su paso.

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