La ola de calor no fue para tanto: "En Ibias esto es lo normal"

En San Antolín el termómetro llegó a los 39 grados, pero se recibió como la llegada del verano tras semanas frescas

Marta Cercadillo

Pasan las cuatro de la tarde, el cielo está despejado y el sol achicharra en San Antolín de Ibias. El termómetro marca 39 grados en la localidad donde más se hizo sentir la jornada de más calor en lo que va de verano, con el país inmerso en una ola de calor. Y como si nada: "Somos la sartén de Asturias, aquí siempre calienta bien. Igual que en Sevilla están acostumbrados, nosotros también, explica Teresa Díaz, de 95 años.

El esperado bochorno quedó en "bochornín" en Ibias, igual que un día corriente de verano. "Normalmente en julio y agosto no se puede dormir del calor que hace, y hasta el martes yo estuve durmiendo con manta y saliendo con sudadera porque por la noche y por la mañana refrescaba o llovía", asegura Marina Argüelles, de 19 años. Es toda una "esperta" en el verano ibiense porque es visitante estival abonada al concejo. "Lo normal siempre son temperaturas como las de estos tres últimos días, en las que se superan, o al menos se rondan, los 40 grados", dice. Y para certificarlo añade: "Veraneo desde siempre aquí y puedo confirmar que este calor no es noticia", sentencia.

Tan acostumbrados están en Ibias al calor, que cuando llega de verdad es muy bien recibido. "Esta es una de las zonas de la uva por excelencia de Asturias y si no da el sol, no madurarán. Este verano llovió mucho en junio, pero a partir de julio casi todos los días hace 30 grados, por fin. Hoy (por ayer) hace un poco más de calor pero es lo normal y a nosotros nos viene bien", confiesa el vinicultor y bodeguero, Víctor Méndez, que añade que "ojalá esto se mantenga hasta septiembre".

Y, para aquellos que, aunque habituados, no lleven bien el calor o no les guste –como les sucede a los madrileños veraneantes en Ibias, Luis Ejido y José Antonio Rogel–, siempre hay solución. Una de las más efectivas para sofocar el bochorno es la que siguen los pequeños Jimena y Valeria Ron, Pablo y Carmen Fernández, Antonio Vázquez, Iyán Alonso y Deba Alonso, Daniela Illán, Antonio Vázquez y Dana Suárez: baño en la piscina o en el río, donde las temperaturas pueden llegar a bajar hasta 15 grados.

"Para los que no es estén acostumbrados lo mejor es que vayan a la piscina por la mañana y al río por la tarde, como hacemos nosotros porque el agua esta muy fresquita y te refrescas mucho", aconseja este grupo de amigos con edades comprendidas entre los 8 y los 11 años. Lo secundan los gallegos Uxía Coasta y Julio Sueiro, recién llegados de Santiago de Compostela a San Antolín de Ibias para trabajar, seguían el consejo de estos jóvenes veraneantes: "Acabamos de llegar de Galicia porque ayer fue nuestro primer día de trabajo en este pueblo y la piscina está muy bien, aunque el calor se sobrelleva porque es muy parecido al clima que tenemos allí", cuentan.

Para Ángel Fernández y Héctor Infante, sin embargo, jugar con la fuente de la plaza del pueblo también es una muy buena opción. Estos dos ovetenses de 11 y 12 años, suelen pasar todos la temporada estival en San Antolín de Ibias y nunca olvidan en la capital las pistolas de agua con las que ahora juegan delante de la iglesia.

Los pequeños Gabriele y Adrián Cadenas vienen desde Francia, concretamente desde Alsacia, pero están encantados en Ibias. Todos los veranos se desplazan hasta este punto del Principado para pasar tiempo con sus abuelos paternos, pues su padre, Carlos Cadena es de "aquí de toda la vida". "A los niños y a mi mujer Anne les gusta mucho el pueblo y Asturias. Solemos venir unas tres semanas cada año durante el verano. Una de las mejores maneras de disfrutar es en el río, sobre todo para los niños, porque hay piedras con las que pueden jugar y estar muy entretenidos. Además, hay más sitios de sombra y no tienes que ir cargando con tu sombrilla", dice Carlos Cadenas, a la vez que asegura que esta ola de calor no ha sido nada extraordinario. "Hoy (por ayer) hace calor, pero como todos los veranos. Es un calor normal y una temperara también muy habitual. No es una novedad, ni mucho menos", apunta Cadenas junto a su familia.

La "sartén de Asturias" se cuece a 39 grados: "Somos como los de Sevilla, ya estamos acostumbrados"

Irma Collín/ Amor Domínguez

Menos de lo esperado

La esperada jornada de bochorno fue menos de los previsto. En Pola de Somiedo el mercurio llegó a los 38 grados centígrados. Cabrales fue el tercer punto asturiano de más temperatura máxima, con 37,6 grados, seguido de Aller, con 36,9 grados de máxima. En Tineo los termómetros llegaron a los 36,6 grados y en Amieva aún se superaron los 36.

Respecto a las principales ciudades, en Oviedo, la temperatura más alta registrada fue de 31,4 grados, en Gijón, de 27,1, y en Avilés de 25,5 grados. Eso siempre según los datos oficiales de Agencia Estatal de Meteorología, que se registran en unas condiciones específicas. No obstante, los termómetros callejeros llegaron a superar esas marcas. Los gijoneses disfrutaron de una noche cálida. El termómetro de la Escalerona marcaba a las 21.30 horas 29 grados. Fue calor, pero no para tanto.

Más hidratación y aire fresco: el calor se resiste en las residencias de mayores

Carlos M. R. / Román Martín

En la jornada de más calor de la semana, en la residencia de ancianos de La Tenderina, Purificación Méndez, natural de Oviedo y de 92 años, asegura sobrellevar "muy bien" el calor. Con un refuerzo en la ventilación y en la hidratación, además de otras medidas más caseras como bajar las persianas, los residentes y trabajadores de este centro afrontan con entereza el incremento de las temperaturas. Los ancianos son población especialmente vulnerable a episodios de altas temperaturas. Y afecta a la rutina diaria de estos residentes, especialmente a aquellos que sufren patologías cardiacas, como es el caso de Ascensión Robles, natural de León de 90 años.

VÍDEO: El oásis de Oviedo para refugiarse del calor

Rodrigo Hernández / Nuria M. Morán

Cristina García, directora de la residencia, explica que en el centro, "por norma, se da una hidratación a media mañana y otra a media tarde". En cambio, en jornadas como la de ayer, en la que Oviedo estaba ante una alerta de nivel tres (riesgo máximo), "se refuerza a demanda este aspecto".

Robles, que lleva viviendo en Oviedo durante más de 50 años, ha notado el aumento de las temperaturas en su propia salud debido a un problema de corazón. "Con el calor y la humedad, las personas con problemas cardiorrespiratorios no pueden inhalar bien", explica García. La misma Robles admite "respirar peor" y tener que "realizar cambios en sus hábitos", como "andar menos o coger aire al borde de la cama antes de levantarse".

Sin embargo, sin estas patologías, "los ancianos van hasta con chaqueta", aclara García. La directora cree que esta falta reacción al calor se puede deber a la "falta de grasa en ciertas zonas, como los brazos, que se pierde con los años". Méndez, que se declara amante de la playa, asegura que "ahora el sol pega más fuerte y en los veranos de antes podías salir más horas a la calle".

Teresa Mateo es una de las residentes a las que el calor les ha afectado en su rutina. Esta ovetense aprovecha los días soleados para subir a la terraza a disfrutar del sol. Pero en días como el de ayer, en los que el calor "apretaba". Decidió no subir porque "hacía demasiado calor" para ella.

Suscríbete para seguir leyendo