LA ESCALABILIDAD, EL SANTO GRIAL DE LOS EMPRENDEDORES
Si estás leyendo esto es porque no tienes nada más que hacer o porque realmente te interesa saber qué elementos son los que pueden hacer escalable una idea de negocio.
Si es la primera opción, no importa, sigue leyendo, seguro aprenderás algo; si es la segunda, espero te vayas feliz a trabajar la escalabilidad de tu modelo de negocio después de leer esto.
Lo primero que debes saber (para que te emociones un poco) es que todos, todos, pero realmente todos los inversionistas buscan que las ideas de negocio tengan una escalabilidad brutal (o sea, quieren hacerse millonarios en el menor tiempo posible). Por ello, es ¡importantísimo! que sepas identificar y definir este concepto cuando estés trabajando tu modelo de negocio.
La escalabilidad es el Santo Grial de los emprendedores, pues todos los inversionistas se inclinarán ante una idea claramente escalable.
Escalabilidad se refiere -según los expertos- a la capacidad de un negocio de crecer muy rápido y con una rentabilidad creciente. Es decir, crecer y ganar cada vez más, “pero sin invertir tanto”.
Cuando te sientes a realizar tu modelo de negocio debes considerar cuatro factores para determinar su escalabilidad (si encuentras que tu idea es un modelo altamente escalable, pues… me invitas y no es broma.)
El primer factor es el mercado
Siéntate cómodamente, toma un café, una cerveza o lo que más se te antoje y piensa ¿hay un mercado suficientemente grande para mi idea de negocio? Es decir, los clientes potenciales son ¿cientos, miles, millones o miles de millones? Entre más grande sea el mercado tendrás más posibilidad de hacer tu negocio escalable.
El segundo factor es la estandarización de tus productos o servicios
Tu propuesta de valor debe ser la misma en cualquier parte del mundo a donde llegues con tu negocio. Entre menos cambios, adaptaciones o tropicalizaciones hagas mejor. Así que piensa si tu producto o servicio le sirve de la misma manera una persona en tu ciudad o país que a un esquimal en el Antártico... ¡eh! caíste, los esquimales no son del Antártico, son del Ártico. Lo que importa es que le sirva a la mayor cantidad de personas sin importar dónde habite.
Un ejemplo serían los últimos tenis Nike. Sin ningún cambio, dichos tenis son igual de útiles a un estadounidense que a un sumatrano… sumatrino… sumatreño… sumatrense… bueno, a un habitante de Sumatra. Entre menos cambios y adaptaciones tenga tu producto o servicio para llegar a varios segmentos de mercado, mejor.
El tercer factor son los canales de distribución
Con la llegada del comercio digital se pudo establecer claramente que los canales online pueden hacer más escalables los negocios y pueden llegar a prácticamente todo el mundo a costos muy bajos. Algo que no se puede hacer con la misma velocidad y alcance si hablamos de tiendas físicas, donde para crecer hay que rentar o comprar inmuebles y contratar una gran cantidad de personal.
El cuarto factor son los recursos claves
Si el volumen de ventas eleva paralelamente el volumen de empleados y otros recursos claves, entonces el nivel de escalabilidad será limitado. Por ejemplo, una compañía tradicional de taxis tiene que invertir en más unidades, choferes, servicio mecánico y seguros. Crecerán sus ingresos, pero también sus costos de operación. Caso contrario el de Uber, que brinda el mismo servicio, pero sin invertir en carros ni conductores, únicamente invierte en su plataforma.
Estos cuatro factores pueden ser analizados mediante un lienzo CANVAS. Antes de que hagas cualquier inversión de tiempo, dinero y esfuerzo, profundiza en estos puntos para hacer escalable tu idea de negocio; recuerda que la escalabilidad es el Santo Grial de los emprendedores, pues todos los inversionistas se inclinarán ante una idea claramente escalable.