¿Qué son los ambientes aeroterrestres?
Los ambientes aeroterrestres son los sitios que tienen la capacidad para albergar animales que puedan desarrollarse y desenvolverse tanto en la tierra como en el aire. Un ejemplo de este tipo de animales son los halcones o las águilas, y numerosos insectos.
Sin embargo, el término también hace alusión a cualquier ambiente en donde la tierra tenga más predominancia (mientras al mismo tiempo hay una relación estrecha con el aire) y a los seres vivos que puedan desarrollarse en ese lugar.
Tipos de ambientes aeroterrestres
Es importante mencionar que existen distintos tipos de ambientes aeroterrestres, agrupados según la semejanza que exista entre cada una de sus condiciones físicas. Ellos son las zonas áridas, las zonas polares y las zonas selváticas.
Los desiertos
Las principales características de este ambiente aeroterrestre es que generalmente está rodeado de mucha arena. Los desiertos son zonas donde la lluvia escasea y hay poca cantidad de agua en sus suelos.
Durante el día las temperaturas son bastante altas, pero por la noche descienden. La arena en los suelos también produce que la poca agua que hay en ellos se escurra fácilmente.
Los organismos vivos que habitan estas zonas deben tener determinadas características físicas para sobrevivir en este tipo de ambiente. En los desiertos se pueden encontrar cactus y animales como lagartijas, insectos, pequeños roedores, y algunas aves, como el cóndor andino, o las águilas y halcones.
Generalmente, los animales que viven en los desiertos, como los roedores, suelen protegerse del sol escondiéndose en madrigueras subterráneas.
Los reptiles e insectos poseen cubiertas impermeables en sus cuerpos, y allí conservan el agua. Los cactus se protegen y sobreviven gracias a sus espinas.
Las principales plantas surgidas en estos ambientes tienen una capa impermeable que reduce la transpiración, y así cualquier tipo de fuga innecesaria de agua, además, tienen raíces poco profundas, pero con una mayor extensión horizontal, y tallos gruesos.
De esta manera pueden absorber mejor el agua cuando hay tormenta, algo que sucede con muy poca frecuencia.
Los polos
En este ambiente, a diferencia del desierto, prácticamente es un invierno perenne y largo. Suele caer nieve, hay pocas lluvias y los vientos son constantes y muy fuertes.
Las épocas de verano son cortas, pero frescas, pudiendo alcanzar una temperatura de 10 grados centígrados como máximo, cuando el resto del año la temperatura suele estar por debajo de 0° C.
Los suelos obviamente son muy fríos, pero además son pantanosos, e impiden el desarrollo de cualquier planta. Es por esta razón que prácticamente no hay vida vegetal en los distintos polos de la Tierra.
Las plantas existentes no superan los diez centímetros y un ejemplo de esto son los pequeños musgos y líquenes.
Por otro lado, los animales que viven en los polos son liebres, renos, pingüinos, morsas, focas y osos polares. Todos estos mamíferos, naturalmente, regulan su flujo sanguíneo para evitar congelarse.
Durante los pequeños veranos, aparecen distintos insectos que luego sirven de alimento para las aves migratorias.
Las selvas
Los ambientes selváticos son muy distintos a los dos mencionados anteriormente. En el día hay temperaturas muy elevadas, sin embargo, por la noche no descienden tan drásticamente.
Hay mucha humedad en el ambiente y se presentan frecuentes lluvias. Por esta razón, los suelos de este ambiente siempre están húmedos, lo que contribuye a la proliferación de hongos.
Además de esto, los suelos son más fértiles y abundan distintos tipos de plantas. Hay árboles, arbustos, hierbas, helechos y distintos tipos de musgos.
En las selvas se pueden encontrar distintos animales como ardillas, monos, águilas crestadas, tucanes y una gran variedad de insectos. Prácticamente, la mayoría de estos animales viven en las copas de los árboles o en los troncos.
Los árboles tienden a ser muy altos, midiendo entre 50 y 60 metros, sus troncos son delgados y sus ramas mayormente están en la copa.
En las zonas donde hay poco desarrollo vegetal, suele existir la semioscuridad. Pero en aquellas partes donde hay árboles muy altos, las hojas y ramas conforman un follaje continuo y espeso que permite que poca luminosidad atraviese las hojas.
Aunque la luz no es tan intensa, hay una buena claridad en la selva, pero el suelo permanece húmedo en todo momento. Gracias a esto, abundan gusanos, babosas, caracoles y distintos microorganismos.
Los arbustos y helechos que crecen al nivel del suelo suelen tener hojas de color verde oscuro, ya que ellos tratan de aprovechar al máximo la luz del sol.
Hay muchas plantas que crecen en este ambiente selvático que se fijan sobre ramas y troncos (son epífitas). Las raíces de los grandes árboles son muy profundas, más que anchas, y ayudan a acumular el agua a lo largo del tronco y las ramas.
Tipos de plantas según las los ambientes aeroterrestres
Las plantas se dividen por su nivel de dependencia para sobrevivir con respecto al agua.
Las plantas higrófilas son las que mayormente existen en los ambientes selváticos, ya que necesitan estar en suelos muy húmedos.
Las plantas mesófitas necesitan vivir en los ambientes frescos, en donde el agua es abundante, pero pueden resistir periodos de sequías, aunque no muy largos. Tienen las hojas de tamaño mediano y sus raíces no son muy desarrolladas.
Y por último, las plantas xerófitas son las que predominan en los desiertos porque pueden sobrevivir a ese tipo de ambientes. Se caracterizan por tener raíces extensas con pelos absorbentes, además de una cubierta impermeable bien gruesa.