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Los árbitros siguen haciendo de las suyas: el lamentable robo al Cádiz en Balaídos

Gil Manzano en el campo y Del Cerro Grande desde la sala VOR pensaron que Fali era un fantasma.

Gil Manzano en el campo y Del Cerro Grande desde la sala VOR pensaron que Fali era un fantasma.
Surrealista e inexplicable decisión arbitral en Balaídos | Agencias

El Celta y el Cádiz se medían en un partido clave en la lucha por la permanencia este lunes en Balaídos. Era el encuentro que cerraba la 15ª jornada liguera y los de Rafa Benítez tenían en su mano poder salir del descenso si conseguían superar a un conjunto gaditano que llegaba al coliseo olívico con bajas importantes y mucho más desgaste tras disputar tres partidos en una semana -el pasado miércoles jugó ante el Mallorca el duelo aplazado-.

El equipo de Sergio se adelantó en el marcador tras un espectacular centro del pucelano Alejo que remató con un perfecto cabezazo Chris Ramos ganando la partida a Carl Starfelt.

El Cádiz controlaba el partido ante un Celta muy plano y al que atenazaba la ansiedad. Todo cambió en el minuto 33. Gil Manzano decidió sacar tarjeta roja directa a Víctor Chust por un agarrón sobre Iago Aspas al considerar que el delantero de Moaña se plantaba solo delante de David Gil -sustituto del lesionado Ledesma-. Una interpretación totalmente errónea de la jugada, ya que Fali se encontraba más retrasado que Iago en el momento de recibir el agarrón. Una decisión incomprensible que se convirtió en surrealista cuando el VAR, con Del Cerro Grande a los mandos, decidió no intervenir y dar por buena la resolución del árbitro principal.

Una jugada clave que cambió totalmente el partido. Un Cádiz mucho más desgastado se quedaba con 10 con más de 60 minutos por delante. A pesar del tremendo robo que sufrieron los gaditanos y de que Strand Larsen consiguió poner las tablas en el marcador en el minuto 57, los de Sergio aguantaron de pie las envestidas de un Celta muy previsible y acelerado y con un David Gil imperial terminaron llevándose un jugoso botín -un punto- de Balaídos para mantener la distancia de tres puntos con el descenso.

Tras el partido Sergio González se quejó, con toda la razón del mundo, de la negligente actuación arbitral que perpetraron Gil Manzano y Del Cerro Grande contra su equipo. Afirmó que con esta decisión le habían devuelto todas las que le debían a un Celta que ha sido el equipo más masacrado por los trencillas en el primer tercio de temporada. Rafa Benítez salió rápido al corte para asegurar que a su equipo "le deben demasiadas", haciendo referencia a los múltiples errores que les han condenado en numerosos partidos.

La cuenta oficial del Cádiz en la red social ‘X’ también alzó la voz pidiendo respuestas a una decisión inexplicable.

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