Cuando la consellera de Sanitat, Ana Barceló, decretó el pasado fin de semana nuevas medidas restrictivas en Guadassuar por el elevado número de casos de coronavirus, atribuyó a un gimnasio (el único de la localidad) un foco de una treintena de contagios. Una cifra que los propietarios del negocio ven desproporcionada: «No nos quitamos la parte de culpa que nos corresponde, pero no se nos pueden achacar todos los contagiados del pueblo», manifestó ayer Inma Crespo.

Esta vecina de la localidad explicó a Levante-EMV de donde surgen algunos de los contagios que se les atribuyen. «Hace tres semanas vino a clase una chica que no sabía que portaba el virus. El viernes, día 2, me confirmó que había dado positivo y yo empecé a notar algo de fiebre. Avisé a todo el mundo y la sala que utilizamos se cerró», aseguró, para continuar: «Entre esos días se dieron unas tres clases y no todo el mundo ha resultado contagiado. A los pocos días, cerramos también la otra sala por prevención».

A Crespo los números no le salen, «que venga la consellera y me demuestre dónde están esos treinta casos», retó. La propietaria del gimnasio consideró una injusticia que se señalara con el dedo a su negocio: «Es cierto que aquí viene mucha gente, pero no quiere decir que seamos nosotros los culpables de todo. Muchos de nuestros usuarios son de otros pueblos y resulta que los afectados son todos de aquí. Algo más habrá. Hay personas que tienen hijos jóvenes que también se han contagiado. ¿Por qué pillaron el virus aquí y no en un pub durante el primer viernes de mes? Nos han cargado toda la culpa y se han lavado las manos».

Macrofiestas en chalés

En ese sentido, apeló a la responsabilidad de todos los vecinos. «Todos hemos cometido algún error, seguro. Pero no puede ser que intenten hundirnos de esta manera. Aquí hay locales que también han sido foco de contagios y no han cerrado, como nosotros sí hemos hecho. Se han realizado macrofiestas con cincuenta personas en un chalé y al final parece que nosotros tengamos toda la culpa», expresó Crespo.

El gimnasio se plantea, como gesto de responsabilidad, permanecer cerrado hasta noviembre. «Se han seguido todas las medidas de seguridad y yo misma he reñido a quien no lo ha hecho. Por normativa, podríamos haber seguido abiertos pero puede que esperemos un poco más», concluyó.

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El ayuntamiento mantiene la atención aunque con cita

Los vecinos de Guadassuar iniciaron ayer su primera semana laboral con las nuevas restricciones en marcha, que afectan especialmente a los negocios hosteleros y a las reuniones privadas. El ayuntamiento, por su parte, se ha adaptado también a estas nuevas circunstancias y ha implantado la cita previa y la atención telefónica como únicas vías de comunicarse con la administración local para evitar posibles algomeraciones en las dependencias municipales.