La Maderada de Cofrentes: diez siglos de transporte de troncos por el río

El municipio valenciano trabaja desde hace más de 15 años en recuperar un oficio que permanece en la memoria colectiva del pueblo

El primer fin de semana de mayo, Cofrentes celebra la fiesta de La Maderada.

El primer fin de semana de mayo, Cofrentes celebra la fiesta de La Maderada. / CARLOS BOIGUER

La Maderada está dentro de esos oficios desaparecidos y casi olvidados que muchos desconocen. Consistía en la conducción de troncos desde la zona de tala por los cauces de los ríos a los lugares donde se requería la madera como materia prima.

Este oficio tiene su origen en la Edad Media y respecto a Cofrentes está ya documentada por el geógrafo andalusí Al-Idrisi en el siglo XII, habiéndose mantenido en el tiempo hasta prácticamente la primera mitad del siglo XX. Los moriscos fueron los más cotizados y los que hicieron de este oficio el principal recurso económico de la localidad. De hecho, junto con los de Chelva y los de Antella, eran los más valorados, llegando incluso a participar en otros ríos en Aragón o Navarra.

Así se transportaban los troncos

Aunque cada río tiene sus características, y de ello depende la forma de transportar los troncos. En el caso de los ríos Júcar, Cabriel, Tajo e incluso el Turia, se trata de ríos suficientemente caudalosos para permitir la flotación, pero no la navegación, de manera que, a diferencia de otros como el Ebro, no se conducían las maderas desde navatas o almadías, se hacía mediante el sistema de piezas sueltas, es decir, moviéndolos saltando sobre los mismos troncos o desde las orillas.

Cofrentes era uno de los municipios con una tradición maderera más arraigada.

Cofrentes era uno de los municipios con una tradición maderera más arraigada. / A. C.

Se organizaban en grupos, donde cada uno tenía su función. El «maestro de río», de quien dependía el éxito de la conducción, organizaba la cuadrilla, que se dividía en secciones, un total de entre 6 y 12 personas contando a los encargados del avituallamiento y la intendencia, donde empezaban ayudando los niños hasta que se convertían en expertos gancheros. 

Aunque cofrentinos había en la mayoría de las funciones, en lo que realmente han destacado siempre es en su destreza en la conducción de los troncos, siendo en su mayoría «maestros de río» y gancheros.

¿Cuándo se celebra La Maderada?

La maderada duraba varios meses, durante todo el tiempo en que «se iban a conducir las maderas a flote», lo pasaban fuera de casa, de manera que cuando llegaban a Cofrentes las familias bajaban al río a pasar el día junto a ellos, haciendo de este día una jornada de descanso y un día festivo en el que era costumbre organizar comidas para celebrar este reencuentro. Al terminar, era el momento de la vuelta al trabajo, volvían a soltarse las maderas por el cauce y marchaban del pueblo para continuar su trayecto hacia la costa.

Es pues, en esta costumbre donde está el punto de encuentro entre historia, tradición y las actuales fiestas de La Maderada.

Todos los años, Cofrentes conmemora el oficio de los madereros durante un fin de semana festivo.

Todos los años, Cofrentes conmemora el oficio de los madereros durante un fin de semana festivo. / Castilblanques

Aunque se celebran durante todo el fin de semana más próximo al 1 de mayo, el día más importante es el sábado por la mañana. La jornada arranca a las 9 de la mañana en la plaza a los pies del castillo, donde todos los participantes en La Maderada, vecinos y visitantes se reúnen para bajar al río.

Al compás de la dulzaina y el tabalet se emprende camino al río Cabriel, el cual abren los vecinos ataviados como los antiguos gancheros y tras ellos cientos de personas que los acompañan al son de la música, hasta el punto en el que los familiares recibían y pasaban el día junto a sus gancheros. 

Actualmente, en la orilla del río, tras degustar el almuerzo popular y el zurracapote (bebida típica hecha con el mosto de la uva) llega el momento en el que las maderas y madereros del siglo XXI recuperen su protagonismo en el río, éstos suben sobre las balsas de madera en un recorrido simbólico de unos 500 metros, mientras, desde la orilla centenares de personas siguen expectantes el descenso. 

El primer sábado de mayo, en Cofrentes realizan un recorrido simbólico por el río Cabriel.

El primer sábado de mayo, en Cofrentes realizan un recorrido simbólico por el río Cabriel. / Castilblanques

Son unas fiestas que discurren en la calle principalmente y que conservan la esencia de reencuentro y celebración. Se recrea este ambiente festivo que se respiraba cuando, tras varios meses de ausencia, los madereros cofrentinos pasaban por casa y podían ver a su gente. Unas fiestas que transmiten una identidad, tradición y cultura y que, sobre todo, aseguran diversión.

Reconocimiento de la Unesco

Desde hace más de 15 años se está trabajando para recuperar el valor de un oficio que permanece en la memoria colectiva y la idiosincrasia de toda la población.

A pesar del cambio en el cauce y caudal del Cabriel debido a los embalses que se han construido durante la segunda mitad del siglo XX, se ha podido combinar la tradición maderera junto con los festejos relacionados a la misma, para honrar a quienes dedicaron su vida a esto en una fiesta que ya fue declarada de Interés Turístico y que hay que sumarle, desde primeros de diciembre de 2022, el reconocimiento al transporte fluvial de la madera como Bien Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. La candidatura fue presentada en conjunto por varios países europeos, y desde España, Cofrentes junto con Antella formó parte de la misma.