Un microorganismo desconocido hasta ahora provoca el tono rojizo de l’Albufera

La Universitat de València detecta una cianobacteria nunca vista en el lago capaz de captar mejor la luz y con un pigmento específico que ha generado la actual coloración del agua

Se ha duplicado la densidad del fitoplancton y el nivel de clorofila

El agua de la Albufera se tiñe de rojo

M. Á. Montesinos

Minerva Mínguez

Minerva Mínguez

Un microorganismo nunca antes identificado está detrás del color rojizo que presentan las aguas de l’Albufera durante los últimos meses. Se trata de una cianobacteria capaz de captar la luz que otras no aprovechan, lo cual le confiere una ventaja muy competitiva en un medio poco transparente como es el caso. La investigación la ha llevado a cabo la Universitat de València, con Antonio Camacho como máximo experto al frente del estudio. 

Camacho, catedrático de Ecología y director del grupo de Limnología del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva, apunta que no se trata de una mutación, que no hay referencias que identifiquen a este microorganismo en la literatura científica y que por supuesto «no se había visto nunca en l’Albufera».

«En los análisis de tipo genético que hemos hecho no aparece identificado ni su género ni su especie en los bancos de datos, ni siquiera en los más específicos», señala Camacho. «No se le ha puesto nombre en ningún sitio del mundo», subraya. Aunque en un principio se achacó el tinte marrón de las aguas a un crecimiento excesivo de algas por el calor y su posterior degradación, Camacho aclara que no se trata de eso. O no solo. La falta de precedentes hace que los investigadores sean muy cautos. No se sabe si el microorganismo estaba latente y se ha activado por alguna causa o si por contra es nuevo en el lago de l’Albufera

Leptolyngbyaceae

Lo cierto es que detrás de esa coloración anómala está un tipo de fitoplacton, una cianobacteria, que es capaz de captar mejor la luz ya que posee un pigmento específico, la ficoeritrina. «Ha aprovechado mejor las condiciones de la laguna somera y se ha impuesto», remarca Camacho, quien destaca que en las analíticas llevadas a cabo el nivel de clorofila se había prácticamente duplicado respecto a los valores habituales. «Debido al crecimiento de esta cianobacteria se ha duplicado la densidad del fitoplancton sobre la que ya existía», comenta. «Este microorganismo es una cianobacteria de la familia de Leptolyngbyaceae no descrito hasta ahora», insiste.

Camacho recuerda que llegó incluso a barajarse la posibilidad de que la tonalidad anaranjada pudiera deberse a la paja en contacto con el agua. Algo que fue descartado.

Los flamencos toman l'Albufera y preocupan a los arroceros

Los flamencos toman l'Albufera y preocupan a los arroceros / Germán Caballero

Controles diarios

Ni siquiera la entrada de un caudal ambiental desde la Acequia Real del Júcar ha revertido la situación, aunque en algunos puntos por donde llegan los aportes la transparencia es algo mayor. Sin embargo, desde la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio insisten en que no se han detectado daños en flora y fauna en los controles que lleva a cabo. El primero de ellos se realiza desde la Piscifactoría de El Palmar y el segundo, de carácter diario, lo lleva a cabo la propia conselleria. En los análisis de Medio Ambiente se examinan los aspectos biológicos y físico-químicos en el ámbito de la perelloná y no se aprecia afectación a macrófitos y a invertebrados ni invertebrados, insisten desde el departamento que dirige la consellera Salomé Pradas.