Clotilde Fernández muestra un ejemplar de su libro de recetas. :: LA VOZ
Sociedad

El libro de cocina abizcochado

Clotilde Fernández edita, a sus 59 años, 'Recetas para disfrutar', un cuidado volumen de cocina en el que recoge 200 fórmulas «que me han hecho pasar buenos ratos»

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Al primer vistazo, el libro de Clotilde Fernández Gutiérrez del Álamo parece como tierno, como un bizcocho acabadito de salir de su cocina de la urbanización portuense de Valdelagrana. Allí se mete cada vez que hay algo que celebrar para preparar la comida para todos. En la pieza no falta de nada. Hay un horno grande, de esos en los que cabe una urta de unos pocos de kilos, quemadores de fuego, nada de vitrocerámica, decenas de utensilios de cocina ordenadamente colgados por las paredes y una sofisticada máquina capaz de preparar la masa para que luego las magdalenas salgan tan tiernas que parece que van a salir volando como le pegues un soplío.

Su libro es igual, abizcochado. Pasta de un color naranja suave, como las cajas de bombones. Una blonda enmarca el título escrito en letra antigua. Debajo una caricatura de Cloti hecha por su sobrina Irene Gómez Fernández, diseñadora. Pero por dentro hay también ilustraciones de tres sobrinas más, la menor de 12 años, que también quiso colaborar en el proyecto. La propia Clotilde se ha ocupado de todo, del diseño, de la redacción y ahora se encarga ella misma de distribuirlo por las librerías de la provincia de Cádiz. La encuadernación en canutillo y por dentro una hoja transparente, de quita y pon, para proteger de manchas la receta que se esté haciendo. Su hermana María Jesús se ha ocupado también de asesorarla en la confección y el diseño del libro, ya que tiene una empresa dedicada a la elaboración de regalos hechos a mano.

Nuevas y revisadas

«Este es un libro para usar», señala la autora. A sus 59 años, Cloti, como la conocen en su familia, esta microbióloga nacida en Ronda y residente en El Puerto de Santa María desde hace muchos años, se ha decidido a convertirse en escritora.

Hasta ahora sus únicas publicaciones habían sido de carácter científico, pero esto es otra cosa. La historia comenzó por un regalo de Navidad. Había que hacer algo propio, nada de comprar obsequios hechos. La persona a la que le tenía que regalar le gustaba la cocina y Cloti pensó que lo mejor era recopilar las recetas que tenía en casa en un libro.

Así salió la primera edición de 'Recetas para disfrutar'. Pero el libro gustó tanto que al año siguiente, la Navidad de 2012, el recetario se convirtió en el regalo para toda la familia. Llegaron peticiones de amigos y al final Cloti decidió ponerlo a la venta.

Se trata de una colección de 200 recetas. Todas tienen rasgos en común. El primero es que todas han sido practicadas. Antes de formar parte del libro han sido ensayadas en casa. La segunda característica es que todas «me han hecho pasar buenos ratos», y eso es lo que pretende ahora la autora, que esos buenos ratos se repitan en las casas de los lectores.

Cloti tiene en su casa cerca de 200 libros de cocina, además de apuntes, notas y recetas recortadas de revistas. Su afición llegó tarde, a los 30 años, cuando fue a un curso de cocina de su amiga María Terry. Luego han venido muchos más y algunos de la mano de profesoras de prestigio como Covadonga de la Rica.

Su trabajo no le permite cocinar a diario, pero sí lo hace cada vez que tiene invitados en casa o comida familiar. En el libro hay recetas de todos los estilos, desde los boquerones en vinagre que le enseñó a hacer su madre, hasta una crema casera de limoncello que le enseñó Ana Campos, una de sus amigas.

Cada receta lleva debajo aclarado su origen. Si es de una amiga o incluso de un libro y luego versionada por Cloti. Los ingredientes vienen siempre con las cantidades y las explicaciones son sencillas. No faltan aperitivos, recetas de pescado, de carne y una gran cantidad de postres, un apartado que gusta especialmente a la autora.

A algunas recetas les tiene especial cariño, como la tarta de queso Camembert que aprendió a hacer en las clases de Covadonga de la Rica y que es una especie de quiché con queso, tomate, cebolla y especias. A veces hacen una variante y le ponen queso roquefort. Para los amigos también prepara otra receta, un atún encebollado que viene en el libro y que aprendió a hacer de una de las grandes de la cocina gaditana, Lalo Grosso.

Pero junto a esta receta un poco más sofisticada Cloti le tiene también aprecio a unas fabes que se recogen o a una urta al brandy. La principal virtud del libro es que todas las recetas parecen fáciles de hacer. No hay fórmulas imposibles que solo se pueden leer.

Ha preferido no utilizar fotos, tan solo los dibujos de sus sobrinas como imágenes. El volumen sale a la venta por 20 euros y está disponible en numerosas librerías de la provincia.